Me abalance contra ella y la trate de hacerla reaccionar mientras llegaba la ambulancia, pasaron 10 minutos y al fin llegó la ambulancia, la subieron en la camilla y la colocaron en la parte de atrás de la ambulancia, me subí con ella y la acompañe hasta el hospital, no me dejaron acompañarla en todo momento debido a que necesitaban examinarla. Pasaron unos minutos y entonces saque mi teléfono y le marque a su madre Ana.
—Hola señora Ana. Lamento lo que le voy a decir, llamo para decirle que su hija está en el hospital y necesita de un familiar porque necesita un trasplante de sangre, es muy urgente, Romí puede perder la vida —dije muy exaltada, ya no sabía qué hacer, estaba impaciente, quería entrar forzadamente a ver a Romí, pero eso no solucionaría nada.
—¿¡Que!? ¿estás diciendo que mi hija está muy grave? —dijo con un tono de voz cortante, se escuchaba en el tono de su voz que se le estaban saliendo las lágrimas.
—Sí. ¡Por favor apresúrese!
—Voy inmediatamente.
Narra Neith
Una vez que la madre de esa pequeña muchacha llego, Dulce salió a tomar un poco de aire fresco, la acompañe hasta donde iba, después de varias horas aproximadamente 4 horas el doctor les dio los resultados, les dijeron que ya no había de que preocuparse que ya se la operación y trasplante fue un éxito, aun así, les dijeron que ella se tenía que quedar por 1 mes y medio en el hospital hasta que sus heridas sanaran.
Dulce saco su teléfono y mando un mensaje, no sé qué decía, pero era seguro que a alguien le estaba diciendo lo ocurrido.
Después de media hora llego un tipo de ojos verdes, cabello café obscuro y piel blanca.
—¡Qué bueno que ya estás aquí Joel! —dijo un poco más tranquila.
—¿Qué fue lo que paso? —el chico tenía ganas de llorar, pero las lágrimas no aparecieron, en su rostro se tornaba una gran palidez y sus ojos estaban irritados—.
Dulce le dijo la situación y el paso a verla.
1 mes después.
—Romí ¿cómo te sientes? —dijo apresuradamente.
—Tengo 12 días desde que me siento perfecta y no me han dado de alta.
—Pues te tengo una buena noticia
—Dime, ¿cuál es la gran noticia?
—¡Ya puedes salir de aquí ya estas dada de alta, hay que salir, te tengo que llevar a un lugar especial! —dijo con un tono de emoción.
—Gracias dios, pensé que todavía me iban a dejar más tiempo aquí en este hospital, ya estaba desesperada, ya no aguanto más un día aquí —ella inclino su cabeza y suspiro—.
—Romí, te quiero preguntar algo.
—¿Cuál es tu pregunta?
—¿Quieres a Joel?
—¿¡Qué!?, acaso estás loca Dulce —dijo muy nerviosa.
—¿Entonces ni siquiera te gusta? —pregunto Dulce intentando sacarle la verdad.
—Claro que no, nunca me ha gustado, ni me gustara. ¿Por qué debería de gustarme?
—En el fondo Joel es un buen chico , siempre se preocupa por ti, te ha salvado cuando no llevas la tarea, te ha cubierto las faltas que has llegado a tener cuando te saltas la barda de la preparatoria y no entras a la clase, y eso no es todo, recuerdas cuando trataron de asaltarte, el busco a esos tipos y logro hacer justicia por ti, Joel no es un simple chico nerd, también tiene sentimientos por ti, lo has rechazado varias veces y el sigue contigo, ¿por qué no te atreves a darle una oportunidad?
—No creí que en algún momento lo iba a confesar, pero, realmente lo quiero, pero... tengo el temor de perderlo si es algo más que un amigo.
—¿Solo es por eso? ¿No crees que deberías de arriesgarte?
—¿Crees que sería realmente bueno darle una oportunidad a Joel?
—Claro que sí. Nunca te voy a dar consejos malos porque tú eres mi mejor amiga y no me gustaría que te dañaran Romí.
—Gracias, por eso te quiero tanto Dulce tú sabes lo que es correcto.
—Tenemos mucho tiempo platicando, exactamente 36 minutos, toma tus cosas ya hay que irnos del hospital.
Romí la amiga de Dulce fue a cambiarse mientras Dulce esperaba, Romí salió su atuendo es una blusa de manga larga color verde limón, unos Jeans negros y unos tenis blancos. Salimos del hospital y fuimos a karaoke, en ese lugar estaba Joel y más personas a las cuales yo no conocía.
—¿Qué hace Joel en este lugar? —pregunto Romí con nerviosismo, su voz se cortaba y le temblaban las manos.
—No lo sé.
—¿No es lo que creo verdad?
—¿A qué te refieres Romí?
—¿Tu y Joel planearon un encuentro?
—Lo siento Romí.
—¿Por eso tanto interrogatorio en el hospital? ¿Solo era para traerme aquí verdad?
—Si.
En ese instante se escuchó la pista de la canción "Quiero decirte" del cantante Sebastián Yatra.
Joel se acercó a Romí y le dijo: Disfruta la canción porque es para ti —ella solo se sonrojo y no dijo ninguna palabra—.