No Soy Yo

Cuatro

           La mañana pasó rápidamente, Mellisa durmió hasta casi las once, y luego acompañó a su madre a dar una ojeada al mercadillo que hacían cada sábado en la plaza mayor.

            Después de comer, ya tarde, se fueron ella y Carol a buscar a Hannah para ir a la piscina cubierta que había en el gimnasio, donde estuvieron casi dos horas, con sauna incluida.

            Mientras se cambiaban en los vestuarios, estuvieron planeando lo que harían aquella tarde-noche de sábado.

            -¿Sabes si los chicos van a salir hoy?

            -Afirmativo, se lo pregunté ayer a Toni, irán a ver una peli de ciencia ficción para variar, ¿por qué no vamos? Dicen que nos esperaran a las cinco para coger las entradas si nos queremos apuntar.

            - Pues ya podemos darnos prisa porque falta menos de media hora y todavía hemos de ir a casa a cambiarnos.

            -Yo iré con mi amiga Kristie al parque a patinar, espero poder ver a Matt, que es como se llama el chico que me pidió para ir a estudiar a su casa. Mellisa miró a su hermana perpleja. Carol podía fijarse al menos en tres chicos a la vez y gustarle cada uno de ellos como si ya fueran novios. Aunque sinceramente prefería que se centrara más en ese Matt, al menos era de su edad y aunque aquel jovencito todavía estaba muy verde para amoríos (se pasaba las tardes jugando en su skate con sus amigos) por lo menos no le rompería el corazón. Sabia que Carol se había quedado prendada de Jonathan, que le llevaba casi cinco y sabia con certeza que aquel muchacho ahora mismo vivía en otro mundo muy alejado del de los demás mortales.

            En la entrada del cine las esperaban (un poco moscas ya) los cuatro chicos.

            -Ya os vale nenas, sois unas tardonas- son menos diez ya y todavía hemos de hacer cola, suerte que en la primera sesión todavía no hay mucha gente.  

            -Tendríamos que haber ido nosotros, vamos a verla empezada.- se quejó Philip, el otro componente del grupo y que no había podido ir a la fiesta de Jonathan porque sus padres habían salido aquella noche y se había tenido que quedar con su hermana pequeña y su abuela haciendo de canguro.

            - Vamos va, no os quejéis tanto que parecéis un par de amargados. Todavía faltan los trailers del principio y al menos ponen tres.- dijo Toni, el amigo de Billi desde la guarderia, un muchacho de cortos cabellos negros, alto y desgarbado - hemos cogido palomitas y colas aprovechando que os estábamos esperando.

            Una vez con las entradas, Billi le pasó a Mellisa el brazo por los hombros y descubrió que todavía llevaba el pelo húmedo.

            - ¿No te ha dado tiempo de secarte el pelo? Con el tiempo que habéis tenido para llegar puntuales... a mi me ha dado tiempo hasta de hacer una siesta larga y tomarme un par de paracetamoles para el mal de tarro.... ¡Uf! Que cogorza la de anoche... por cierto, os perdisteis un peliculón ¿eh? Ese Arnold nosequenegger debe de estar todo el día levantado pesas el tío... ¿y a ti no te gustan musculitos eh? ¿y como te gustan entonces? ¿Tipos tímidos como el hermano de Hannah que casi ni se le vio el pelo? Fui a saludarle y el muy rarito salio disparado en dirección a la cocina...

            Hannah miró molesta a los demás chicos... últimamente esos dos se peleaban por nada y además Billi cada día era más gilipollas.

            John miró a su amigo Toni levantando una ceja y entre los dos se la llevaron cogiéndola de un brazo, adelantándose para coger sitio. Como decía Toni, la película no empezó hasta las cinco y diez porque dieron algunos trailers y a todos les gustó mucho, se titulaba “Aliens, el regreso”.

            Cuando salieron al frio de la tarde, Billi le dejó su chaqueta de piel a Mellisa, ya que ella llevaba una que abrigaba poco.

            - Hay que ver como sois las mujeres, no sabéis ni vestiros adecuadamente, en verano os asáis de calor y en invierno vais solo con unas camisas de nada y esas cosas que ni siquiera se pueden abrochar... - Toni le dirigió una mirada de reproche.

            -Estaba buena la peli, pero esta noche voy a tener pesadillas, con tanto bicho....

 

            Mellisa estaba algo seria, durante el transcurso de la película y ahora mismo, había sentido una sensación rara, como si presintiera que algo no iba bien.

            -Todavía es temprano, ¿porque no vamos a dar una vuelta?- dijo Billi una vez en el aparcamiento.

            -Pues no se... ¿donde podemos ir?-preguntó John, el menor del grupo.

            -No muy lejos hay un pub nuevo, esta a unos veinte km. ¡Venga, todo el mundo adentro!suerte que mi cacharro es amplio porque vais a tener que caber los cuatro detrás. Mellisa...- le dijo abriéndole caballerosamente la puerta del copiloto.

            Mellisa negó con la cabeza apartándose, mientras los otros se sentaban apretados en la parte de detrás.

            -Yo me quedo, vosotros haced lo que queráis pero prefiero quedarme por aquí.

            -¿Pero seras tonta o qué?¡qué mosca te ha picado ahora!

            -¡Que no, que no voy!




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