No te dejaré ir

Capítulo 12

Dos días después

Natalia se encontraba en la Piazza Umberto I admirando el Castillo Aragonés, no usaba su dije, porque eran las tres de la tarde y habían personas pasando, ella comenzó a sentir un fuerte dolor de cabeza por lo que se fue a un callejón y suspiró.

—Debes dejar de hacer eso si quieres llamar mi atención.

Ya es el momento. —Le dijo la voz ignorando lo que había dicho Natalia.

Natalia cruzó sus brazos y comenzó a ver a un punto fijo. — ¿Qué debo hacer?

Debes pelear con ella hasta que esté herida, cuando veas que no tiene fuerzas para seguir, le destruyes el dije, apenas lo hagas te daré lo que deseas.

— ¿Eso es todo? ¿Quitarle su dije? Bueno, al menos me divertiré un poco haciéndola sufrir. —Dijo Natalia sonriendo, recordaba lo que sufrió Mónica hace 2 días, deseaba vengarse por lo que había hecho, la odiaba, odiaba haber sido su mejor amiga, y quería hacerle pagar por todo.

Debes hacerlo hoy al atardecer, a las afueras de Venosa, si ves a su novio, le partes el cuello, estoy seguro que podrás hacerlo, Natalia.

Natalia se mordió su labio inferior, en pocas horas se iría de la Tierra, dejaría de ser un fantasma, al fin, luego de haber esperado tantas semanas, tendría que deseaba.

Unas horas después

Mónica se encontraba caminando junto a Christopher por una de las calles de Venosa, usaba su peluca y sus lentes, ella vio a Natalia parada muy cerca, le soltó la mano y miró a Christopher.

—Espera aquí, ya regreso.

Mónica se acercó a Natalia y ella la miró de pies a cabeza.

— ¿Sabes lo ridícula que te ves usando eso? Solo un idiota no se daría cuenta que eres tú.

Mónica decidió ignorar su comentario y cruzó sus brazos, sabía que Natalia seguía bajo el control del demonio.

— ¿Qué quieres? ¿Qué haces aquí? ¿Por qué no andas usando algo para ocultarte? —Le preguntó Mónica, veía a Natalia y no usaba nada para que nadie supiera que era ella.

—No me interesa que alguien me vea, vengo a darte un pequeño aviso, te estaré esperando en diez minutos a las afueras de Venosa, en el mismo sitio donde fue nuestro último encuentro, sino vas, tu pareja morirá, pero si piensas que irá contigo, también morirá, no pienses que no dudaré en hacerlo, asesiné a tu hermana, ¿no?

Mónica estuvo a punto de golpearle pero Natalia levantó su dedo índice y lo movió. —Aquí no, te veo en diez minutos.

Natalia se quitó su dije desapareciendo al instante, Mónica apretó sus puños y Christopher se acercó a ella.

— ¿Qué quería Natalia?

—Que la vea en diez minutos. —Le dijo susurrando, no le iba a mencionar todo lo que le había dicho Natalia, cinco minutos después, Mónica llevó a Christopher a un callejón, donde le entregó la peluca y los lentes.

—Me tengo que ir, no me busques, te amo Chris, gracias a ti pude conocer lo que era el amor, eres la mejor persona que he conocido, nunca lo olvides.

Christopher ladeó su cabeza, se estaba comenzando a preocupar por lo que había dicho su novia. —Suena como si te estuvieras despidiendo, ¿piensas que hoy será el final de todo? ¿Crees que hoy se va a acabar el problema con Natalia?

Mónica río y le acarició su cabello, sin decirle, conocía muy bien lo que pensaba, en esos cinco minutos que pasaron luego de haber visto a Natalia, ella estaba pensando que sería la última vez que se enfrentarían, sería un último encuentro, que definiría todo.

Ella pensaba, si Natalia seguía bajo la influencia del demonio y él se quedaba con su alma, ¿eso quería decir que no vería más a Christopher y a su familia? Tenía miedo, estaba aterrada, apenas habían pasado 2 días desde que se enteró que su alma se había llenado de oscuridad, había tratado de curarse, permitiendo que la luz volviera a estar dentro de ella, actuando con amor y bondad, como lo había hecho toda su vida.

Pero, ¿lo había logrado? ¿Su alma no tenía oscuridad? Eso era lo que se preguntaba.

— ¿Mon? —La llamó Christopher al no escucharla responder.

Mónica sonrió, agarró el rostro de Christopher, le dio un leve beso sobre sus labios y se separó.

—Te amo. —Le dijo para quitarse el dije desapareciendo al instante, Christopher miró al cielo y dio un suspiro, sabía que ella se había ido volando.

—Yo también te amo.


—…

—…

—…

Mónica llegó en cinco minutos a las fueras de Venosa, veía a Natalia esperándola con los brazos cruzados, ella se metió el dije apareciendo a pocos pasos de su antigua amiga.

—Diez minutos exactos, tan puntual como siempre. —Le dijo Natalia sonriendo.

— ¿Por qué querías verme?

Natalia río y se acercó un poco más a Mónica. —Para vengarme, por tu maldita culpa estoy aquí, siendo algo que detesto, ¿eres tonta acaso? Actúas como una humana, olvidando que eres una vil y asquerosa muerta, no deberías estar aquí, debiste irte cuando ocurrió el accidente, como ocurrió conmigo, que me fui durante un año y ese año fui feliz, creíste que cambiarías mi opinión al mostrarme las cosas buenas que tiene ser un fantasma, pero dime, ¿hay algo bueno? No lo creo. —Dijo Natalia comenzando a caminar de un lado a otro, Mónica había apretado sus puños y se mordía su labio inferior aguantando las ganas de responderle. — ¿Sabes cuánto tiempo he esperado para poder destruirte? Desde que me obligaste a quedarme contigo en Alemania fue cuando comencé a desear vengarme.



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En el texto hay: fantasia, romance, drama

Editado: 09.06.2023

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