Capítulo 2.- La cacería

Hace una semana llegue a este lugar, después de todo, no es bastante incómodo, el día de ayer encontré una nueva universidad en la cual estudiar, esta a minutos de la casa del tío Ben, por lo cual hasta podría irme caminando. Estudiaré finanzas y economía, quizás suene muy pesado estudiar dos carreras a la vez, pero siempre suelo ser el bicho raro de cualquier lugar en el que estoy, por lo cual se que tendré tiempo de sobra -Kaila, ¿quieres que te lleve mañana a la universidad a llevar tus documentos?- ¿Será buena idea iniciar desde mañana?, quizá eso haría que me establezca más rápido, en lo que mi padre me permite volver a casa -Claro tío Ben, pero será solo por el día de mañana, después iré yo sola caminando- El solo se limitó a sonreír y aceptar mi posición -De acuerdo, Kaila- En ocasiones siento que soy bastante seca con el tío Benjamin, pero no me siento para nada contenta con lo que hacen él y papá. 

Que pereza me da tener que hacer papeleo en nuevas escuelas, he perdido ya la cuenta de todos los colegios a los que he acudido a lo largo de mi vida, pero sin exagerar, considero que he asistido a casi más de doce institutos diferente -Señorita, solo falta firmar este documento y podrá comenzar a asistir el día de mañana- Otra escuela más, otro nuevo apodo nefasto, mañana podré comenzar siendo quizás ¿el escarabajo?, no ya sé, quizá esta vez sea la lagartija -Gracias, aquí estaré puntual el día de mañana- Tomé mis cosas y comencé a caminar a la salida, lo más seguro es que el tío Ben ya haya llegado por mi -Disculpa, ¿eres nueva aquí?- Un extraño chico acaba de chocar conmigo -Si, me llamo Kaila, pero quizás después del día de hoy ni te percates de mi existencia- Debo admitir que es demasiado lindo.

X: Un gusto Kaila, yo soy Joshua, y es más que obvio que seguiré notando tu presencia, eres bastante linda… -Tiende su mano intentando saludarme 

Kaila: -Esquiva su mano- Lo siento, ¿Joshua?, no vengo a hacer amigos, hasta luego… 

Maldición Kaila, es la primer persona que se te acerca, ¿y lo tratas de esa manera?, pff… Mejor veamos si Ben está esperándome. Es extraño, ese chico sigue mirando fijamente como salgo del instituto, ¡basta Kaila!, deja de pensar cosas que no son, quizás el pobre quedó confundido por tu actitud -¿Dónde estás tío Ben?- Que raro, aún no llega, creo que me iré caminando a casa sola, el camino debe ser bastante tranquilo. Comienzo a caminar, no han pasado ni cinco minutos y siento como si me siguiera, el tío Ben ni siquiera contesta las llamadas.

Llegué a la que es mi ahora casa temporal, es extraño que no se escucha ni un sólo ruido, no le prestaré atención y mejor subiré a mi habitación a ordenar mis cosas para mañana, posiblemente y salieron a comer. 

Pov. Benjamín 

Estos malditos vienen pisándome los talones, -¡Maldición Mayra, cierra la maldita boca!- Desde hace una hora viene una camioneta negra sin placas detrás de nosotros, estoy seguro de que vienen en busca de la pequeña Kaila, afortunadamente el lugar donde vivimos es bastante tranquilo y seguro, por el momento tendremos que quedarnos lejos de ese lugar, me tranquiliza saber que Stuart se  encuentra en casa, espero que acepte cuidar de Kaila en lo que intento deshacerme de estos infelices.

Pov. Kaila

-Muero de hambre, esperó que Mayra haya dejado algo para comer, o que pueda cocinar algo- Tomo mi celular y bajo a la cocina -Tío Ben, ¿ya llegaron?- No hay respuesta alguna, ¿será que siguen en algún paseo?, tampoco dejaron comida hecha, iré con Stuart, el pobre ha de estar igual de hambriento que yo. Me encuentro justo en la puerta de su habitación, se escucha una llamada muy extraña, al parecer está molesto -Pero papá… Yo no quiero ser niñero de nadie, ya está grande, puede cuidarse sola- ¿Papá?, ¿habrá pasado algo con el tío Ben?, eso tengo que averiguarlo, sin más llame a la puerta y Stuart salió algo preocupado

Stuart: Kaila, ¿sucede algo?

Kaila: Muero de hambre y no hay comida, pensaba en preparar algo, me preguntaba, ¿quieres que prepare el almuerzo para ti también? 

Stuart: Descuida, puedo hacerlo yo mismo

Kaila: No, en serio, no hay problema, solo que no me gustaría comer sola, en México nunca había nadie en la hora de la comida y me hace sentir mal

Stuart: Está bien, pero te ayudaré a preparar la comida 

Kaila: ¡De acuerdo!

Stuart a pesar de tener mi edad y conocerlo desde que somos bastante pequeños, me sigue intimidando bastante, lo cual es raro debido a que nunca nadie me hace sentir nerviosa, posiblemente y sean solo especulaciones mías, mejor bajaré a la cocina a esperar a Stuart para comenzar a preparar la merienda -Kaila, mi papá no vendrá a casa en unos días, me quedaré cuidando de ti y te llevaré a todas partes, solo te pido no lo hagas más difícil- ¿Cuidarme?, ¿a mi?, no, no, no, yo no necesito que nadie cuide de mi, yo puedo hacerlo sola -No necesito que seas mi niñera- Están locos si piensan que lo traeré como guarura todos los días -No es pregunta Kaila, es una afirmación- Lo hizo, de nuevo, ese tono de voz grueso y masculino que me intimida, no quedó más remedio que solo asentir y soportar tenerlo pegado a mi 24/7