Capítulo 4.- El héroe misterioso

-¿Cuál es el plan?- Cuestioné a Joshua mientras salía secando mi cabello en el baño de su habitación -No pueden seguir más tiempo en este país, necesitan irse bastante lejos, los llevaré a Francia, suspenderemos sus estudios, por lo menos un mes en lo que intentamos crear una vida nueva- Lo que supuse, otro cambio de país, el segundo en los últimos tres meses, ¿algún pecado cometí en mi vida pasada para sufrir esto? -¿Nos iremos solos?- Escuchar a Stuart en estos momentos me hace sentir demasiado afectada, por mi culpa perdió a su padre -No, yo iré con ustedes, nos iremos mañana por la noche, así evitaremos que den fácilmente con nosotros- Debo admitir que me siento apenada con Joshua, lo trate horrible y llegue a pensar que era un loco, cuando lo que hacía era cuidarme -Tengan, anoten los números importante de su agenda- nos extendió una hoja y un lápiz a cada uno, yo solo anote el número de mi padre y el de Jerry -Ahora denme sus celulares- ¿Está loco?, ¿que piensa hacer?, bueno, más vale que se lo de, su cara no se ve para nada amigable -¡¿Pero que haces idiota?!- Este horrendo ogro acaba de romper el chip de mi celular, ¿ahora con que me comunicare con mi padre? -Este nuevo número no tienen que dárselo a nadie más, se usará solo para llamadas de emergencia, no hay más contactos que los nuestros y el de tu padre- Dice mientras me entrega mi celular con un nuevo chip que sacó de su tamburete. 

Después de siete horas y cincuenta minutos en un avión, por fin llegamos a París -Tienen que ser sigilosos, no deben de levantar sospechas, en cuanto lleguemos al departamento le hablaras a tu padre Kaila, por el momento no que quiten cubrebocas ni capuchas- Joshua aún me sigue dando mucho miedo, ¿y a quien no?, es un joven de veintiséis años, que mide 1.87 metros, bastante bastante musculoso y bien vestido, cualquier persona de mi estatura se sentiría intimidada junto a él -Joshua, ¿cómo conseguiste el departamento?- Lo siento, tenía que preguntarlo, no me quedaría con la duda

Joshua: Fue un regalo de mi padre, cuando cumplí dieciocho años.

Stuart: Mi regalo fue el auto.

Joshua: El mío también fue un auto, sólo que lo vendí y compré el departamento, los dos años que no supieron dónde estaba, realmente yo estaba aquí, en París

Kaila: ¿Quieres decir que no habrá problema con quedarnos ahí?

Joshua: No Kaila, ustedes son bienvenidos en mi casa, después de todo Stuart es mi hermano y tu la hija de mi padrino

Hemos llegado al departamento de Joshua, debo admitir que tiene buen gusto, es un lugar muy amplio y con las habitaciones necesarias para nosotros, después de repartir las habitaciones, Joshua pidió hablar con nosotros en la cena.

Joshua: -Sirviéndonos la cena- Kaila, ¿sabes hablar el idioma de aquí?, 

Kaila: -Sonríe aliviada- Si Joshua, inclusive también japonés y coreano, descuida 

Stuart: ¿Que haremos?

Joshua: Para empezar, las primeras semanas las pasarán aquí, si las cosas continúan bien, podrán volver a la escuela, pero hasta nuevo aviso, las salidas son los tres juntos

1 mes después 

Hace bastante frío, creo que debí haber aceptado que Joshua me trajera a la universidad hoy, pero la muy necia de mí dijo que no -St•Stuart, estoy titilando de frío, ¿podemos apurar el paso?- Espero y pueda acceder, este chico es tan perezoso últimamente, se que la muerte de su padre le afectó y más el no poder despedirse de él, he escuchado a Stuart cada noche llorar desde que llegamos aquí, que me hace sentirme tan culpable -Solo guarda silencio, vamos lo más rápido que podemos- ¿Cuando es que se volvió tan frío?, ¿en qué momento dejó de ser ese mejor amigo que sentía que era? -Lo siento rata, sólo… Guardaré silencio y no molestaré más- Dios, esto me hace sentir cada vez más culpable, no me quedó más que bajar la mirada y continuar con nuestro camino. El instituto es bastante grande, es muy fácil perderse en él, a pesar de ya tener dos semanas asistiendo, sigo sin ubicar dónde quedan mis salones, Stuart estudia artes, por lo cual estábamos en otro de los sectores, lo veo solo al salir y en casa, aunque, realmente, él la pasa todo el día en su habitación. 

Hemos llegado a casa, es una bonita tarde de viernes y nuevamente me quedaré encerrada en este lugar, debido a que Stuart se la pasa en su habitación, y Joshua, él no se donde diablos se mete todo el tiempo -Llamaré a papá- Mi padre está bastante agradecido con Joshua y Stuart por no dejarme sola, está pagando la escuela del pequeño niño rata y nos manda semanalmente para nuestros gastos, y un poco más en caso de que lo queramos usar, compró un auto para los tres y le dio empleo a Joshua como nuestro "niñero", aunque estoy bastante segura de que no solo es eso.

En la llamada

Julian: Hola pequeña, qué milagro que llamas, ¿necesitan algo? 

Kaila: Exageras demasiado papi, te llamo cada viernes después de llegar del instituto

Julian: Lo se pequeña -Se escucha una pequeña risa del otro lado- ¿Que tal tu semana mi vida?

Kaila: Fantástica papá, pero es demasiado extraño estar en este lugar, deseo tanto regresar a casa 

Julian: Lo se pequeña, yo también extraño verte, pero las cosas aún no están bien, aún no pueden regresar

Kaila: Papá… Cuando volvamos, ¿Stuart se quedará con nosotros cierto?, no podemos dejarlo solo

Julian: Eso lo decidirá el pequeña, pero las puertas de nuestro hogar estarán siempre abiertas para el 

Kaila: Padre, el solo nos tiene a nosotros