—no, no te atrevas, Enzo, no —con las amenazas echas, el hombre siguió acercándose con cautela mientras Layla retrocedía desvió la mirada unos segundos y ya Enzo la tenía en sus brazos haciéndole cosquillas en los costados, los chillidos y grititos de Layla atraían las miradas de las personas que comenzaron a reconocer a la pareja enseguida.
Intentando quitar la vista de las miradas curiosas de las personas el hombre se había detenido en su cometido dejando pequeños besos en la regordeta mejilla de la chica.
—nos están mirando —Enzo siguió dejando besos en la mejilla de la chica que no comprendía porque el hombre actuaba tan cariñoso cuando otras veces la ignoraba mientras estaba con sus amigos a Layla no le importaba pues escuchaba que la conversación era importante para ellos y no algo en lo que ella tuviera que involucrarse.
—sabes?, eres buena con las fotos, si no fuera por ti —Enzo se había apartado solo para mirarla mejor al rostro haciendo que algo dentro de Layla se hundiera en su pecho. —quisiera que tomaras unas cuantas hoy ¿podrías?
Allí estaba esa amargura que había estado sintiendo los últimos meses. Layla asintió dejando que con un solo beso pactara un acuerdo del cual no obtendría beneficios más allá que un par de miradas amorosas de Enzo.
Uno de los compañeros de Enzo le presto la cámara que ella aun ni podía comprarse y comenzó a hacer las tomas y para la suerte de Enzo, quedaron mejor que algunos otros compañeros.
El resto del día había pasado de manera similar, como si ella solo hubiera aceptado pagar la entrada a la convención, pero la diferencia es que esta se suponía era una cita, una de ambos, él jamás le comento sobre el evento, pero lo pudo imaginar cuando le dijo sobre el lugar, no son otros amantes de anime y manga, esta es una presentación de una marca reconocida y solo dos de los cuatro compañeros de Enzo habían sido invitados.
—en serio lo siento, sé que te dije que estaba libre pero
—No. No importa, al menos puedo verte —se forzó a sonreír y Enzo no se percató de la falsedad en la sonrisa de Layla dejando un beso en los labios.
—bien, te lo compensare, lo prometo. —Layla iba a decirle algo mas, pero el jefe de Enzo lo llamo y ella lo dejo ir.
Layla miro la cámara en sus manos pasando cada foto en ella, orgullosa de su trabajo detestaba las malas fotos, pero esas son las mejores hasta ahora.
No se había dedicado de lleno a ese mundo tras un lente, pero esperaba en el futuro poder hacerlo con su propio dinero claro estaba.
—¿todo bien? —la chica se sobresaltó al escuchar la voz ligera detrás de ella.
—sí, si todo bien —el hombre le hizo una seña con la mano guiándola hasta la barra de comida entregándole un par de panesillos.
—sabes que es lo que he aprendido desde que nos conocemos? —esa pregunta la tomo desprevenida, Nico es un año menor que Enzo y desde que ella comenzó a conocerlo noto que se llevaba mejor con ese hombre que con su propio novio.
—mmm no lo se
—no solo eres lista, también cuidadosa —murmuro bebiendo un sobro de la copa en su dedos dejando atónita a Layla.
—¿de que hablas?
—bueno, eres cariñosa con Enzo pero en el fondo sabes la verdad —ambos se miraron a los ojos un momento y luego Layla miro en dirección donde estaba Enzo hablando animadamente con un grupo de personas.
—él es lindo —murmuro viendo la gran sonrisa que tenía su novio en los labios.
—me caes bien Layla… te mereces a alguien mejor —y con ese comentario Nico la dejo sola.
Layla no quería pensar en ello, pero Nico tenía razón en algo, Enzo solo la estaba utilizando, pero tampoco esperaba que su amigo y compañero de trabajo le dijera esas palabras.
Claus detestaba los eventos sociales pero aunque este fuera menor, le serviría para alejarse de Emilia y sus berrinches, caminando distraídamente miro a una mujer correr de una manera peculiar.
Dicha mujer tenía un largo vestido de flores en color rojo y zapatillas blancas, ese correr, ese cabello largo castaño al viento.
Sus ojos reconocieron de inmediato a la figura que se acercaba a un hombre media cabeza más alta que ella.
Las canas del hombre le dijeron que este es mayor que ella, como un padre, la cosa cambio de perspectiva para Claus cuando el hombre toco el trasero de la chica viendo en ella las mejillas rojas en cuestión de segundos, recibiendo un golpe en el pecho con el lente de la cámara.
#352 en Joven Adulto
#4956 en Novela romántica
destino o casualidad, destino romance y amor, mafia amor tragedia
Editado: 20.08.2024