—¿si? —Layla solo asintió dando un sorbo de su taza de cafe
—joder, tía… esta fuerte —contesto Vera fumando sentada desde la ventana.
—debe ser una obra de arte —sentencio Cecilia sentada en la cama tomando un sorbo del mate en su taza.
—lo es… pero… me incomoda un poco —Layla recordó un poco el torso desnudo de Claus, no solo es grande, sino que cubierto de bello, Layla no tenía nada en contra de ello, lo haya más atractivo que uno sin bello corporal.
—ay no —se quejó Vera haciendo una mueca con el cigarrillo entre los dedos.
—no,no,no,no —replico Cecilica, negando varias veces.
—¿Cómo que incomoda? Eres literalmente a la única que no le gruñe —se quejó Vera apuntando con su cigarrillo desde la ventana a Layla quien se encogió en el sillón.
—además de que te regalo cosas —ambas mujeres miraron a la castaña con reconocimiento.
—eso aún está en veremos —les recordó, pero en el fondo Layla esta casi segura que todo era obra de Claus.
—ay vamos, son tiendas exclusivas —se quejó Vera apagando su cigarrillo con el marco de la ventana.
—y no olvidemos lo que te dijo Rossi —apunto Cecilia con la taza del mate a Layla.
—exacto —Le recordó Vera.
el trio guardo silencio un momento analizando la situación.
—¿te dijo algo más? —cuestiono Cecilia aun pensativa.
—no, solo que quería que fuera a sus terapias —Layla dejo su taza vacía sobre la mesa
—y es en su casa ¿correcto? —Layla asintió y las mujeres guardaron silencio.
—nop, ni cómo ayudarte —Vera se resignó, persignando a su amiga a la distancia.
—¿no quieres regresar? —cuestiono Cecilia levantando la mirada.
—no es eso —hizo una mueca arrugando la nariz
—explícate —Vera tomo asiento al lado de Cecilia robándole un sorbo del mate
—es que… es que…
—es que nada! O es Nico o es Makris —regaño Vera haciendo que ambas mujeres miraran a la rubia.
—ese es el problema…
—yo apoyo a Nico —dijo como defensa Vera levantando las manos.
—yo igual —concordó Cecilia.
—¿Makris por qué? —se cruzó de brazos Vera interrogando a Layla quien se levantó y camino en ambas direcciones.
—no es que quiera una relación con él, pero tampoco quiero que me encuentren en una bolsa en la carretera.
—ese es un buen punto —defendió Cecilia.
Escuchando tantos rumores de Claus Makris que Layla temía hacerlo enfadar de verdad, le gustaba el comportamiento del hombre a su alrededor y no quería que eso fuera a cambiar.
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El teléfono de Layla no dejo de repicar insistentemente con notificaciones y luego Vera.
Ambas mujeres tomaron sus celulares descubriendo una cantidad absurda de notificaciones de Instagram.
—juro que yo no tuve nada que ver… —La expresión de Vera es de asombro y terror al entrar en la publicación.
—sí, ni yo tampoco…
Cecilia miro la pantalla del celular de Vera casi atragantándose por la cantidad de comentarios.
—carajo…
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Editado: 20.08.2024