—wow… —Layla miro la tableta sin entender el mapa. —¿Por qué?
—Kay es un lobo que consiguieron abandonado y herido cuando era pequeño, Rea lo crio como a un hijo —explico Stefan tomando la tableta y mirando el mapa.
—o sea que es más joven —Layla echo una mirada al lobo a su lado, le paso la mano por la cabeza y este dejo su cabeza sobre los muslos de Layla dejando que ella siguiera incluso rascando detrás de las orejas.
—Kay es un lobo completo, tiene instintos que no podemos simplemente domar —Layla miro al perro a su lado, es obvio que no es un husky, ni un perro normal, si pelaje, patas y hocico son diferentes.
—entonces ¿lo dejan ir por allí? —cuestiono horrorizada ¿Cómo las personas no se asustaban?
—por eso lo monitoreamos, tiene un micro chip que nos dice donde estuvo —Layla entonces volvió a mirar la tableta.
—lo más lejos que ha llegado es al interior del bosque —layla asintió pausadamente.
—pero la noche del accidente, según la hora de las cámaras y la hora del chip… Kay estuvo allí —dijo Frey con calma.
Le habían dicho que por los alrededores no había cámaras sino hasta la estación de policía y aun así no capto el choque, si no fuera por la ambulancia y la policía que fue avisada por los guardias de la frontera no hubieran podido ir a ayudar.
—nadie menciono ver a Kay o un lobo cerca —respondió Frey con total seguridad.
—¿preguntaste? —pregunto Stefan mirando de nuevo la ruta en el mapa.
—sí, la policía y la ambulancia fueron los primeros en llegar, pero no vieron nada más que a La-Elizabeth en el suelo inconsciente a unos… veinte metros —Stefan miro con incredulidad a Frey, Layla miro a ambos sin entender.
—¿Qué tiene eso? —la inocencia e ignorancia de Layla le parecía encantadora.
—la puerta del copiloto y la trasera estaban abiertas —Layla seguía confundida.
—lo que Frey quiere decir es que tuviste tiempo de salir del auto desde la puerta trasera y abrir la puerta de adelante, darte cuenta que Dominico estaba muerto, sacar tus cosas y…
—¿correr? —Frey puso los ojos en blanco bajo sus gafas oscuras.
—no, correr no, la explosión te golpeo, eso es obvio, pero te dejaría como minio a unos cinco o diez metros de distancia del auto. —respondió con calma Stefan a lo que Layla ahora si parecía entender lo que ese lobo había echo por ella, el animal seguía allí calmado, casi dormido.
—quiere decir que Kay te arrastro lejos del fuego —volvió su mirada al perro peinando el pelaje hacia atrás
—Kay… —el lobo abrió sus ojos solo para mirar a Layla con atención. Sus ojos de un tono castaño claro casi amarillo la miraban con cariño, como los de un niño. —gracias por salvarme —acerco su rostro al del lobo pegando su nariz a la nariz húmeda del lobo, Stefan y Frey compartieron una mirada llena de preguntas.
Frey solo asintió a alguna pregunta implícita en esa mirada y salió del estudio dejando a Stefan y Layla solos con Kay.
—Elizabeth…
—hm?
—aun nos preguntamos porque Kay tiene esa actitud contigo —Layla apenas aparto la mirada de Kay viendo como Stefan lucia confundido.
—los bebes también lo hacen —Stefan frunció el ceño.
—¿Cómo?
—no lo sé, es como si vieran algo en mí que ni yo misma puedo —dijo con calma, viendo que Kay le prestaba demasiada atención a Layla.
—entiendo… —Stefan no lo entendía del todo, pero si la mujer tenía cierto encanto con los animales y los bebés no podía ser una mala mujer.
Había escuchado algo similar hace mucho tiempo y no dudaba de esas palabras.
—trata de no internarte en el bosque… aún no sabemos si solo era un lobo o una manada
—está bien… pero… ¿y si son familia de Kay? —Stefan tenía la misma duda, no podía haber dos lobos iguales, y por las mordidas infringidas los guardias lo atendieron, pero el lobo huyo, pensaron que era Kay y no le prestaron atención al hecho hasta que Frey lo reporto.
#181 en Joven Adulto
#3316 en Novela romántica
destino o casualidad, destino romance y amor, mafia amor tragedia
Editado: 20.08.2024