Capitulo 183

—que salvaje —murmuro de manera despectiva una de las madres ganándose una mala mirada de Layla.

—¿van a expulsar a la niña? —dijo una madre amiga de la madre de Leo.

—no, no la van a expulsar —dijo con simpleza Stefan haciendo que todos miraran asombrados al hombre.

—¿Por qué no? —gritaron muchas mujeres, conocían a la madre de Leo, la mujer de alta sociedad se acomodó el cabello pareciendo altiva.

—para ustedes… la culpa es de esa niña ¿no? —las personas asintieron —Pues no he terminado —la severidad en sus palabras hizo que los padres se removieran incomodos en sus sillas.

—este niño, junto al grupo corrieron al bosque y golpeo a la niña varias veces en la cara hasta dejarle hematomas severos mientras la amiga era retenida por sus hijos sin poder ayudar a su amiga —todos guardaron tanto silencio que solo el golpe del puño de Stefan se escuchó por toda el aula.

—ahora, les volveré a preguntar ¿a quién tengo que expulsar? Al hijo de la mujer que están defendieron o a una niña que se defendió de unos abusivos niños que escuchan las conversaciones de sus padres mediocres o una tercera opción, los expulso a todos de la escuela —las madres comenzaron a hablar y gritar haciendo un revuelo en el aula.

—eso no es justo! Todo lo inicio el hijo de ella ¿Por qué nuestros niños tienes que pagar por lo que hizo ella? —y comentarios como ese llegaron muchos tan rápido que solo comenzó a escucharse…

—¡expúlsenlo a él! Mi niño no tiene la culpa —la mujer rubia se sostuvo del brazo de su esposo con temor al ver como sus supuestos amigos ahora les daban la espalda.

—bueno… creo que esta resulto el problema —la mujer miro con horror

—no, no puede expulsar a mi hijo, ha-hablare con él —la mujer se acercó a Stefan suplicante.

—creo que… eso quedara de parte de la madre de la niña —La mujer miro con horror al hombre y luego a Layla quien intentaba no sonreír.

Si dependiera de ella, ya estaría la mujer en el hospital.

Cuando Stefan salió del aula el resto de representantes se quedaron con el director y la maestra comenzó a explicar sobre un curso sobre el bullying y como los padres debían de mantener sus comentarios sobre otros padres lejos de sus hijos.

Luego de la charla los padres se mantuvieron en silencio saliendo de la escuela con los niños, Alma seguía con Tabitha quien solo había sido suspendida hasta que se recuperara.

Alma dejo que Tabitha decidiera si sacaban al niño o de la escuela, pero la niña no dejo que lo expulsaran.

Leo apenas había pedido disculpas y mientras salían de la escuela vieron afuera de la misma al lobo merodeando, este miro al niño entrecerrando los ojos y olfateando al aire, el guardia le lanzo una orden al lobo para que se calmara.

Cuando Layla salió con la niña al igual que Alma y Tabitha el lobo se pegó detrás de ellas olfateándolas.

Para el animal, las pequeñas eran cachorros parte de su manada.

Había pasado una semana que prácticamente la mitad de la clase había sido suspendida, cuando todos volvieron a integrarse los niños simplemente se mantenían callados en la clase apenas participando.

Cuando la hora de descanso regreso, los niños volvieron a armar sus grupos dejando a Davida y a Tabitha solas.

Todos susurraban sobre ellas, pero nadie se atrevía hablar por miedo a ser regañada por los adultos.

—así que… escuche que su tío es el dueño de la ciudad —una niña mayor y más alta miro a las niñas que se mantenían juntas en los columpios.

Ambas se miraron, sus madres les habían advertido sobre ello.

—si ¿Por qué? —pregunto Davida mirando a la chica dos grados mayor.

—entonces pueden hacer una fiesta de Halloween? —las niñas se miraron confundidas.

—¿de qué hablas? —pregunto aún más confundida Tabitha

—si su tío es el que mantiene esta escuela tienen que pedirle que haga la mejor fiesta de Halloween que se haya visto en la escuela, la mamá de Leo hizo la del año pasado, fue increíble —Las niñas se miraron y asintieron.

—hablaremos con nuestro tío —Davida le había prometido que no la dejaría sola, no importaba si tenían que compartir a su papá y a su tío.