Layla miro desde el otro lado de la mesa la interaccion de Stefan, el hombre con sus ojeras de mapache ahora se veía mas sonriente y mas relajado, incluso podía ver que Frey levantaba las cejas de ves en cuando sobre sus gafas oscuras.
La mujer no entendia como siguia usando lentes oscuros en interiores, pero lo entendia un poco, el hombre tenia una cicatriz en su ojo, que le hacia tener un problema con las luces, demasiada sensibilidad.
Allí estaban ambos asistentes pareciendo que cometerían un golpe al estado y Layla solo queria formar parte de ello, mas cuando vio a Frey fruncir el ceño.
—¿entonces… lo haras? Yo no tengo ningún problema en ser la tutora legal de Tabitha —layla sonaba calmada, miro a la pequeña quien comia sin prestar atención a los adultos.
—nunca que cuidado a un niño… —miro a Tabitha sintiendo una contradicción.
—no necesita una niñera, necesita el cariño de una madre… y un padre —Stefan suspiro sabiendo de ante mano sobre ello.
—¿custodia compartida? —propuso con duda mirando a las niñas y luego a Claus quien no sabia si debía meterse, el no habia conocido a Tabitha desde pequeña, no sabia mucho de la pequeña demás del tiempo que habia pasado con ella, la pequeña era agradable y tener dos hijas le emocionaba.
Pero conocía a Stefan, cuando jóvenes solian hablar sobre el futuro, sobre lo que querían.
Sabia que ambos se habían desviado demasiado de la dirección que hubieran querido, pero allí estaban, tenían que tomar la mejor decisión para la niña.
Pero las palabras que habia dicho Mateo tenían confundida a Layla, además de que Tabitha estaba comoda con Stefan a su lado, ya la habia sorprendido escapando a la habitación del hombre y con temor de ver su propio pasado reflejado en la pequeña se quedaba del otro lado de la puerta escuchando, descubriendo que Stefan era un buen interprete de voces para cuentos infantiles.
Siempre le hizo preguntas a Tabitha sobre que hacia Stefan y como la trataba, para ella la niña era una prioridad y si tenia que cortarle los dedos a Stefan lo haría.
Sorprendentemente no fue asi, no quiera tener prejuicios sobre los hombres, pero se descubrió asi misma haciéndolo.
—Tabi… —la niña dejo de reírse para mirar a Layla.
—¿si, tia?
—¿quieres… quedarte aquí con Stefan? —la niña con emoción comenzó a asentir.
—si, si quiero —Davida tambien comenzó a sonreir feliz.
—¡yo tambien quiero mami! —se emociono tanto que todos los adultos comenzaron a reir
—Dav… hablo de vivir aquí —dijo comprensiva ganando que la pequela frunciera el ceño.
—¿como?
—si, ¿Cómo? —Tabitha tampoco lo entendia del todo, vio a los adultos mirarse entre si y no entendia por qué.
—como tu papá, oficialmente —explico con calma viendo como la niña se levantaba de la silla y se acercaba a Stefan.
—sere… una Vasile? —Stefan asintió con una leve sonrisa, mas nervioso que otra cosa —si quiero!! —Davida aplaudio emocionada, habia querido eso desde hace un tiempo.
Presumirle al resto de los niños en el parque que ellas ahora tenían papá, aunque su mamá se habia ido al cielo junto a su padre, ambas sabían ahora que ella tampoco volveria a bajar.
Stefan tomo a Tabitha sentándola en sus piernas viendo la emoción de esta.
—pero… ¿y la tia? ¿y Davi?
—obviamente seguire viéndote, por ahora es… mejor para todos que estemos en esta casa, asi qe no te desharas de mi —le apretó la nariz con cariño haciendo reir a la pequeña.
—ahora… tengo papá… oiste mami —grito la pequeña mirando al techo como si alguien estuviera allí.
Layla apretó la pierna bajo la mesa de Claus sintiendo momentos después la mano de este sobre su mano.
—si amor… mamá estaría feliz de saber eso —Layla intento no llorar pero su nariz y ojos se pusieorn rojos rápidamente.
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Editado: 20.08.2024