No te metas con Zoé

Cap. 5 - Tentaciones

Es mi día de suerte, o tal vez un día muy malo. Es la segunda vez que me invitan a salir, y no sé de qué manera sentirme, ya que es algo que jamás pensé que me pasaría y mucho menos con hombres que no creo llamarles la atención.

Derek planea algo, por eso no confío en él y Adam quiere olvidar a Cassie, pero no quiero ser ese reemplazo.

—¿Qué? —digo llena de sorpresa.

—Que quiero salir contigo —repite.

Parpadeo desconcertada y él suspira cansado.

Se acomoda en su asiento, y toma mi mano entre las suyas.

—Quiero algo serio.

—¿Es eso o quieres un reemplazo? —asevero.

Niego con la cabeza y me suelto de su agarre. Quiero una explicación de su parte y su cálido toque solo me desconcentra.

—No quiero que pienses mal Zoé. Quiero una oportunidad —duda antes de seguir —, y al mismo tiempo quiero olvidarla...

—¿Y yo soy tu mejor opción? —le interrumpo con furia.

Se ofende, vuelve a tomar mi mano y esta vez con firmeza, impidiendo que vuelva a soltarme.

—Quiero esto contigo.

—No creo que sea buena idea.

—Zoé, habló enserio...

—Nuestra amistad esta de por medio Adam, tampoco quiero que juegues conmigo por el simple echo que no puedes olvidarte de Cassie.

—Quiero que hagamos algo —hace una pausa dramática —. ¿Por qué no lo intentamos? Si no funciona, seguiremos siendo amigos. Aunque no tienes idea de cuanto deseo que esto funcione.

Suelto su mano y salgo del auto, cierro la puerta y  dudo antes de inclinarme en la ventanilla.

—Lo pensaré, pero no te hagas ilusiones.

Sigo mi camino sin esperar respuesta de su parte.

Considero mi respuesta, talvez debí retractarme de inmediato. Soy una tonta, lo considere por el echo de ser él, esa vana ilusión de que algún día fuéramos algo sigue allí y creo que si lo acepto solo terminare dañada, ya que el nunca me vera de la misma forma que ve a Cassie.

Entro a casa y mamá enciende la luz, esta sentada y de brazos cruzados, me tomo por sorpresa, tanto que ahogue un pequeño grito.

—Zoé ¡¿Dónde demonios estabas?! —grita sin poder evitarlo.

Ahora ya saben de donde saco tanta grosería.

—Mamá te dije que iría a casa de Bianca —le explico con timidez.

—¿Enserio? —su vista examina mi cuerpo —. Entonces explícame porqué la vestimenta negra.

Maldición. Ya me descubrióSonríe, para disimular.

—Bueno... —sonrío nerviosa —, hoy era día de películas de acción y espías mamá.

—No te creo, pero ya es muy tarde y mañana tienes escuela y yo tengo que ir a trabajar —se levanta del sofá y me señala con su dedo índice —. Si te levantas tarde te castigaré por un mes.

Sube las escaleras y yo le sigo, entro a mi habitación y me acuesto de espaldas. No me tomo la molestia de quitarme la ropa, únicamente me despojo de mis zapatos para esta mas cómoda.

Tengo que ser puntual para levantarme y así evitar el castigo de mamá.

                                   °°°°°°°°°°

—¡Zoé! —grita mamá desde el otro lado de la puerta — ¡Levántate o se te hará tarde!

Gruño obedeciéndola, entro al baño, lavo mi rostro para poder despertar completamente. Maldición, el desvelo hubiera valido la pena, pero no es así. Cepillo mis dientes rápidamente y me cambio de ropa.

Bajo las escaleras corriendo y en la mesa está mi papá, leyendo el periódico y con su típico café mañanero.

—¡Papi! —le digo abrazándolo por la espalda.

—Buenos días princesa.

—Esa frase me recuerda a mi libro favorito de Blue Jeans.

—Lo sé hija, por eso te lo digo.

Tomo asiento a un lado de él y luego llega mamá con mi desayuno. Se sienta frente a mí y yo, comienzo a comer preparándome mentalmente para que inicie su riña.

—Cielo, anoche nuestra niña vino a las dos de la mañana —anuncia tranquila.

Papá escupe un poco de café y empieza a toser, tanto mamá como yo no movemos un dedo para ayudarlo, cuando deja de ahogarse está completamente rojo. Sus ojos me inspeccionan lleno de molestia.

—¡¿Por qué llegaste tan tarde?! ¡¿Acaso tienes novio?! —pregunta horrorizado.

—No. Vine tarde por que estuve viendo películas con Bianca —explico con tranquilidad.

—¿Así? —mamá de cruza de brazos, una señal de que esta molesta —  Entonces explícanos porqué parecía que venias de atracar un banco —su vista viaja hacia papá —. Para tu información querido, nuestra hija estaba vestida completamente de negro, cuando tú y yo sabemos bien que Zoé odia ese color.

—Ya mamá —digo rendida —. No dice nada malo, ya te explique por que vestía de esa forma.

Me levanto de la silla causando un molesto sonido.

—¿No terminarás de desayunar? — pregunta papá preocupado.

Niego con la cabeza, tomo mi mochila y salgo de la casa. Sé que me comporto de manera infantil y aunque mamá tenga razón sus especulaciones son exageradas, pero no estaba haciendo nada malo, al menos eso es lo que creo.

Adam, como es de costumbre, me espera fuera. Solo que hay algo diferente en él, esta recostado en su auto y lo que me sorprendió es verlo fumando un cigarrillo. 

Su vestimenta consiste en unos jeans negros ceñidos, una camisa blanca combinada con una chaqueta de cuero negro.

Todo en él cambió. 

《Debe de estar pasando por un momento hormonal 

—¿Acaso actuarás en una obra? —pregunto divertida —¿Y por que el cigarrillo? Es de mañana, te apuesto a que no has desayunado.

Me observa y da una calada de una manera tan sexy, que logra erizarme la piel, su actitud me recuerda a chicos malos que he leído en libros. Tira el cigarrillo y saca el humo moviendo la cabeza de forma exagerada.

—Hola preciosa —sonríe coqueto.

—Ya dime, ¿Qué planeas?

—Sube al auto —manda.

Lo hago sin dudar. Y al ingresar al vehículo logro captar la esencia de su colonia, pero mi mente comienza a compararla con el aroma de Derek, y este no se le compara.




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