No te niegues, aún te queda mucho por sentir.

Capítulo 8

—Ven, vamos cambia esa cara y vamos a vestirnos adecuadamente para el brindis. -dijo Hannah dándome un toquesitos en la nariz.

—¿Tu le dijiste a Paul, verdad?. -pregunté mirándola fijamente.

—Yo, no sé a que te refieres. -responde evitando mi mirada mientras busca nuestros vestidos.

—¡Hannah!

—Esta bien tu ganas, si le dije, pero no te enojes conmigo por favor, yo quería verte feliz. -dijo haciendo un puchero.

—¿Enojarme? estás de broma, como podría ser capaz de enojarme contigo, por favor si tengo a la mejor amiga del mundo mundial. -Le sonreí mientras hacía un ademán de abrazarla.

—¡Mia! Que me vas hacer llorar. -dijo dándome un fuerte abrazo.

—Nunca te lo he dicho Hannah pero. -hice una pausa mientras me separaba de su abrazo. —Para mi eres más que una amiga, eres la hermana que nunca tuve, te quiero Hannah.

Después de esas palabras tuve a mi amiga encima de mí, y está vez si comenzó a llorar.

 

***********
 


Luego de llorar como unas crías tuvimos que rehacer nuestro maquillaje.
Hannah lucía hermosa con su vestido azul marino, haciendo juego con su pelo rubio.


Me miré al espejo y sonreí.

—Gracias abuela. -dije en voz baja mientras miraba mi vestido.

Era hermoso de color rojo, largo, de tela de satén elástico con tirantes finos, la parte de los senos en forma de uve,  señido hasta la cintura,  con una abertura que dejaba ver una de mis piernas, detrás mostraba parte de mi espalda, aunque casi la mostraba toda, porque los tirantes iban hacia atrás y hacían tipo una redecilla, terminaba mostrando muchos de mis lunares secretos.

—¿Te gusta lo que vez? -escuché que Hannah preguntaba desde la puerta.
Pensé en darle una respuesta a su pregunta, pero cuando giré a su dirección vi que la pregunta no fue dirigida a mí, si no a Paul que me observaba con una sonrisa delado desde el umbral de la puerta.

—No, no me gusta, ella me encanta. -responde con voz ronca mientras daba pasos hacia mi dirección.

Alerta, tus mejillas.. Ya podía sentir lo ruborizada que estaban.

—Estas hermosa mi amor. -dijo apartando un mechón de pelo que se había descolocado y a su paso acariciando mi mejilla con su pulgar.

—Gracias amor- dije en voz baja mientras jugaba inconcientemente con una de las tirillas de mi vestido.

—Mejor los espero fuera, no me quiero ahogar en baba, par de tortolitos. -dijo mi amiga en tono burlón...

Reímos al unísono cuando Hannah se marchó.

—Por cierto, disculpa con todo esto no te pregunté, ¿cómo te fue hoy? Espero que Hannah no haya estropeado tu reunión. -dije acomodando inconcientemente el cuello de su traje.

—Pues no Mia, no interrumpió nada, le estoy muy agradecido por contarme, ya que no lo hiciste tú.

—Es que... —Tranquila no pasa nada. -dijo interrumpiendome, le agradecí mentalmente,ya comenzaba a ponerme nerviosa. 

—Bueno sólo te diré que todo fue como esperaba, pero luego lo hablamos con más calma, ahora venga vamos a pasarla bien ya eres una psicóloga, mi psicóloga. -esas últimas palabras las dijo muy cerca de mis labios, tan cerca que tuve que relamer los míos y como si eso hubiese sido una señal, el me besó.

Una de sus manos me agarró por la cintura y me acercó aún más a su cuerpo, mientras la otra acariciaba un punto exacto detrás de mí oreja. Por un momento no supe que hacer, pero luego me dejé llevar por sus besos y empecé a corresponder el beso, nuestros labios se acoplaron más que bien, eran como dos piezas de un rompecabezas encajaban a la perfección, lo rodeé con uno de mis brazos y con mi otra mano acaricié su pelo y profundizamos más el beso.

RIIIIN RIINN el sonido de su teléfono hizo que nos separamos bruscamente, mi pecho subía y bajaba rápidamente y mi pobre corazón corría por mi cuerpo entero.

—Lo siento mía es qu..

 —Si contesta no pasa nada yo te espero fuera.. -dije caminando en dirección a la puerta, pero antes de llegar sentí que me detenía.

—Que pas..-no pude continuar hablando, sus labios se posaron sobre los míos impidiéndome hablar..

—No me gusta que interrumpan nuestros besos. -dice sonriendo y sacando su móvil que no dejaba de emitir un sonido que ya se me está haciendo incómodo.

Sonreí y di la espalda, pero antes de marcharme pude escuchar cómo maldecía por lo bajo antes de contestar.

 

***********
 


La celebración era casualmente en uno de los restaurantes de la familia de Paul, pero fue un alivio que no se encontrara su padre, aún no lo conozco formalmente... Fuimos en el coche de Paul porque era el más grande.

Cuando hicimos entrada el tomó mi mano y la entrelazó con la suya, sentir su piel cálida hacer contacto con la mía, me hacía sentir un cúmulo de emociones y cada una era  mejor que la otra , a pesar de haber estado muy triste parte del día, ahora me sentía feliz.

Cenamos, brindamos y claro bailamos, eso no podía faltar.

Hannah y yo nos encontrábamos en medio de la pista como dueñas de la fiesta...Paul estaba conversando con un señor mientras nos observaba de ves en cuando.

—¡Ven Paul baila con nosotras, aquí está tu princesa! . -gritaba mi amiga y yo solo reía sin parar.

—Pues bailemos. -respondió Paul mientra se acercaba y cogía nuestras manos para darnos varias vueltas.

Mi amiga Hannah comenzó a dar saltos sola por toda la pista y entonces Paul se acercó me abrazó, me besó y luego me dió un par de vueltas más.

—¡Hannah! -Llamé a mi amiga en voz alta como si estuviese a kilómetros y no a centímetros de mí.

—¿Que? -contesta entre risas.

—Vamos a beber, ¿Dónde está la botella? -pedí más vino sin importarme que ya estaba muy pasada de tragos.

—Mia, creo que ya has tomado sufici.. —No no no, solo este y ya. -dije interrumpiendolo.

—Paul, no seas aguafiestas. -musitó Hannah




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