El frío calaba en sus huesos.
Una manta lo cubrió.
El olor a rosas lo invadió.
Estaban en medio del bosque , la nieve invadía el lugar.
Ella apareció enfrente de el.
Parecía una guerrera vestida de negro. La recorrió con la mirada descaradamente.
—Daniel deja de verme así—sonrió ella
Y presenció uno de los mejores espectáculos que sólo pasaba extraña vez.
Ella se sonrojó.
El extendió su mano hacia ella, la tomo de la mano y la atrajo hacia él. Enterró su nariz en su cuello y aspiró su exquisito aroma. Luego la miro.
—Noa eres hermosa— susurro cerca de sus labios. Los rozo y sonrió cuando ella los entreabrió.
La beso.
«El puto paraíso» Pensó.
Un sonido los alarmó.
Giraron y los vieron.
Ángeles.
—cariño detrás de mi— le dijo mientras se posicionaba enfrente de ella.
—valla, ¡así que es cierto! — lo vio reír sin ganas. Su hermano. Este dio unos paso en su dirección, ladeó la cabeza y fruncio él ceño cuando la vio detrás de él.
—no te acerques Rafael— le advirtió él.
El ángel río alto.
—¡y quien eres tu para mandarme!—
—tu hermano— este dejo de reír.
Lo miro con furia.
—¡¡tú!!..... No-eres-mi-hermano, ya no— dijo entre dientes mientras se abalanzaba sobre el.
El ángel lo tomo del cuello y lo paralizo .
Vio como otro de ellos tenia a Noa, con un cuchillo en su cuello.
—¡¡no la toquen joder!!—gritaba
Vio los ojos de ella tornarse de negro.
«Oh no...»
Ella tomo al ángel y lo lanzo al suelo.
—¿Noa?, ¡¡cariño vuelve!! ¡Estoy aquí amor!— gritaba pero ella no lo escuchaba. Tenia que hacer algo rápido.
Ella tomo a un ángel y le corto el cuello, otro y otro .
—¡¡sueltame maldita sea!! Rafael!!— la escena le causaba dolor.
.
Golpeo a su hermano y se acerco a ella.
—deten...— jadeo.
Ella había enterrado su espada en su estómago.
La miro y sus ojos poco a poco volvieron a la normalidad.
—Daniel.... Oh noo....— ella miro su espada .
Él cayo al suelo. Y ella lo hizo con él.
—yo...yo.n-no...Cariño....lo—
—shhuu...cariño ...esta-estare bien— dijo el mientras secaba las interminables lágrimas que salía de los ojos de ella.
Por él rabillo del ojo vio a su hermano alzando una espada.
—ahora morirás tu también— escucho decir.
Y lo vio.
El cuerpo de ella caer sin vida encima de él.
—¡¡nooo!!—
—¡Daniel! ¡Daniel! Es una pesadilla. ¡¡Despierta!!—
Lo hizo.
La miro y toco su rostro.
—estoy aquí, tranquilo—dijo ella mientras le acariciaba la cara.
—yo-yo.... Tú me mataste.... Luego él te mato a ti. Estábamos en un bosque. Yo- yo...—vio como ella cerraba los ojos con fuerza.
Su labio inferior empezó a temblar.
—no era sólo una pesadilla. Era un recuerdo—ella no lo miro cuando lo decía.
¿Que?