Ambos estaban acurrucados en el sofá en silencio.
Meditaban las cosas que les estaba pasando.
Y las que venían....
De un momento a otro una sombra apareció de la nada haciendolos sobresaltar, ella estaría enojada, pero no.
Lo que le preocupaba es que las sombras nunca la buscaban.
Algo andaba mal.
—señora, ellos tienen a su padre....y a su madre— la voz distorsionada de la sombra hizo que el vello se le erize a él.
Él miraba a la sombra,está tenia la mirada baja.
De pronto se oyó un ruido de algo rompiéndose.
Era ella, se había convertido. La mesa a lado de la cama estaba destrozada y esparcida por el suelo.
El aura oscura que la rodeaba era mucho mas grande que la que él había visto antes.
La sombra tembló cuando esta se le acerco.
—¡¡como mierda paso eso!!—grito.
Su voz no era la misma.
— me temo que atacaron su casa, al parecer hay entidades oscuras que los ayudan ....—
—busca al responsable.... Pero primero avisa a las sombras..... Que estén preparadas—
El veía desde la distancia atemorizado, no quería que llegaran a cosas mayores.
Vio la sombra desaparecer y a ella respirar profundamente.
Él se acerco a ella y la abrazo por la espalda.
Ella respiro hondo...
Ella lo miró y le sonrió.
—cierra los ojos— él lo hizo.
Solo sintió una sensación en el cuerpo poco agradable, ella le dijo que los abriera de nuevo y abrió los ojos como platos.
Estaban en una al parecer gran cueva y frente a ella habían tres entidades oscuras.
Ella se inclino un poco , como saludo y hablo.
—les tengo un...—
—lo sabemos—respondió uno.
—¿entonces me van ayudar?— las tres entidades se vieron y negaron.
—no...... Tu ya no eres de las nuestras— ella fruncio el ceño enojada.
—¿acaso perdieron la razón? estamos hablando de miembros del consejo—
Uno se acerco a ella y la tomo del cuello.
Otro lo tomo a él y lo envolvió con una sombra alrededor.
—¿que hacéis?¡¡ sueltame !! Dejadlo , no lo metas en esto—
Una risa se escucho .
Aplausos. Vio a Rafael sonriendo y haciendo un gesto de saludo a una de las entidades.
Ella miró a la entidad con furia.
—¡malditos traicioneros!— grito.
Ella al igual que el vio a siquiera un centenar de ángeles entrar en aquel lugar, los habían vendido .
Ella lo miro a él, no sabia que pasaría ahora.
No sabia en que terminaría esto.
Pero ella tenía algo que no cambiaría.
Ella lo protegería, debía hacerlo.
Tenia que terminar con esto.