Revelarse
—Te odio por irte—pronuncio Natalia abalanzándose sobre mí para hundirme en un fuerte abrazo.
Me encontraba en la vereda de ahora mi antiguo hogar despidiéndome de mis tres mejores amigos.
—Lo sé también me odio por dejarlos—le dije abrazándola más fuerte de lo que ella a mí
—Vamos Natalia deja Alexa en paz ya hablamos sobre esto no hagas que le duela más de lo que ya lo hace—menciono Lemarcus arrastrando a Natalia del brazo— hagamos un maldito abrazo grupal y dejémosla ir en paz que va retrasada al aeropuerto—dicho esto los tres nos miramos y enseguida nos hundimos en abrazo que duro más de lo esperado.
Espero que te la pases de diez y háblanos seguido, te amo— me dijo Rebecca acariciando mi mano en un gesto de compasión.
—Bueno creo que es hora de que me marché—dije entre sollozos mientras volvía a abrazar a los tres, nos separamos para entregarles una última mirada y marcharme.
Lagrimas tras lagrimas caían de mis ojos mientras nos dirigíamos al aeropuerto. El recordar todo lo que estaba dejando allí me estaba matando de dolor, una vida entera la cual ahora tenía que abandonar y ¿todo por qué? Por un maldito problema de dinero del cual mis padres no podían recuperarse. Pero me dije a mi misma que debía ser fuerte por ellos, por nosotros y por la nueva vida que nos esperaba en Londres.
Ya dentro del aeropuerto a solo veinte minutos de dejar toda una vida atrás me dispongo a dirigirme al baño ya que no quería pequeños inconvenientes durante el viaje como el de tener que usar al baño del avión de manera que me dispongo a levantarme y dirigirme hacia allí. Ya llevaba mitad de camino cuando un escalofrió recorre todo mi cuerpo y mi corazón comienza a latir más de lo normal, me dispongo a mirar todo al mi alrededor como acto de recelo.
Me dedico a mirar todo mi alrededor, pero no encontré nada solo grupos de personas caminando, seguí mi camino tranquilamente hasta llegar a la puerta del baño de mujeres, estire mi mano para abrir la manilla cuando de repente vuelvo a sentir la misma pulsación acelerada en mi pecho acompañada de la sensación fija de una mirada. Giro mi cabeza para mirar sobre mi hombro y allí se encontraba el ser con la misma figura y ropa masculina que tres días atrás estuvo siguiéndome del instituto hacia mi hogar girándose rápidamente y caminando a pasos acelerados sin llegar a poder ver su rostro, sin dudarlo un segundo comienzo a seguirlo caminando detrás de él, el pulso se me aceleraba tanto como el nerviosismo, pero tenía que saber por qué me estaba siguiendo. Los dos comenzamos a caminar más rápido que el otro cuando de repente una persona se interpone en frente de mi camino.
— ¿Alexa donde ibas el avión está por despegar? —pronuncia mi madre interviniendo agarrando mi brazo, la miro confundida y rápidamente miro por su hombro, pero el sujeto ya había desaparecido.
Ya nos encontrábamos en Londres el viaje había durado casi tres horas y en todo ese tiempo no pude dejar de pensar en aquel sujeto que me estuvo siguiendo, por su forma física podía deducir que se trababa de un hombre ropa holgada hombros anchos como su espalda y de una estatura bastante alta. Me preguntaba si volvería a aparecer.
—Alexa ya es hora de bajar del avión, vamos—mi padre hablo sacándome de mis pensamientos.
Al bajar del avión no sentí más que dolor y pesar preguntándome ¿qué me esperaría aquí?, ¿Consiguiera tener amigos como lo eran Rebecca, Natalia y Lemarcus? No mejor aún ¿Conseguirá entablar una relación con alguien? Las preguntas seguían y giraban alrededor de mi cabeza sacándome de la realidad en la que me encontraba tanto que ni siquiera me había dado cuenta que nos encontrábamos dentro del autobús.
Tomamos el primer autobús hasta Bath y luego el resto del recorrido hacia la nueva casa en taxi, al llegar nos encontramos en un vecindario con casas muy inmensas que aparentaban a mansiones antiguas con estructuras muy tradicionales todo el vecindario daba un aspecto de ello. Sabía que mis padres contaban con un buen dinero para poder comprar una casa en un barrio digno, pero no sabía que con tanto para comprar una como aquellas, bajamos del taxi y note que la casa estaba construida de dos pisos, de un color marrón viejo, con ventanas negras y una estructura tan antigua que hacía que pareciera más vieja aún.
-Bien esta es nuestra nueva casa Alexa tu tío ha sido muy bueno en dejárnosla a un precio tan accesible con lo grande que es- menciono mi madre soltando un suspiro.
<<Bien ahí se encontraba la explicación y como siempre no sabía nada>>.
—¿De qué tío hablas?, no sabía que teníamos un tío aquí en Bath y que vivía en una casa como esta. — mi tono de molestia por no saber nada de esto resonó en todo el lugar.
—Tuvimos una pelea bastante intensa antes de que tu nacieras y no hemos hablado hasta que él se enteró de nuestra situación por tu madre—mi padre hablo y lo último lo dijo con un poco de recelo y sé que mi madre se dio cuenta por la mirada fija que le entrego.
—Tu tío es alguien con mucho dinero amor sabía que él podía ayudarnos en esto, no estábamos en situación de hacernos los orgullosos necesitábamos una ayuda enseguida para conseguir una casa, y de casualidad tu tío vivía aquí así que él con mucho gusto y por su sobrina decidió vendernos esta casa— mi madre hablo en voz muy alta demasiado, a decir verdad, de mano sabía que se venía una pelea.
—Comprendo todo no peleen por favor— ataje irónicamente.
La verdad es que no comprendía mucho, sabía de la familia de mi padre, pero solo mis abuelos y mis dos tías y sus hijos, nunca habíamos sido muy unidos, no existían las típicas cenas familiares o navidades o alguna festividad que impusiera que toda la familia debía de estar junta eran más fríos y alejados. Y ahora tengo un tío que hasta ahora desconocía de su completa existencia.
Esperamos a que el camión de mudanzas llegara y nos adentramos en la casa, mi padre paso primero con un par de cajas y luego lo seguí, de cierto modo estaba un poco emocionada con conocer la casa. Al entrar sentí una extraña sensación de familiaridad como si hubiera estado aquí antes, si lo pensaba mejor era la misma sensación de aquel mismo sueño recurrente y extraño.