MC- ¿Disculpa, Nobunaga?
(Esa es la voz de MC.)
Levanté la vista de mi lectura sorprendido al ver a MC de pie en la entrada.
Nobunaga- ¿MC? ¿Viniste a sufrir más de mi crueldad de primera mano?
MC- No, vine a preguntarte algo.
(Sobre la posada, sin duda. Pero no tengo nada que decir al respecto).
MC me miró fijamente.
(Ella no se echará atrás esta vez. Es terca).
Nobunaga- Bien. Siéntate.
MC- De acuerdo.
MC cruzó la alfombra con pasos tensos para sentarse frente a mí.
MC- Hideyoshi vino a hablarme y me contó una historia interesante. Dijo que el hombre que rogaba por su vida iba a matarme.
(Ella lo sabe ahora.)
MC- Lo mataste para salvar mi vida, ¿verdad?
(Hideyoshi, no debiste haberte entrometido.)
-----------------------------------------------------------------------------------------------
Asesino- ¡Lo siento! ¡Me disculpo por todo! ¡Haré lo que me pidas. Solo perdóname!
Nobunaga- No la toques.
------------------------------------------------------------------------------------------------
MC- ¡Estaba suplicando clemencia! ¿Cómo puedes matar a alguien así?! ¿No vas a decir algo?!
Hideyoshi- MC, no--
Nobunaga- Hideyoshi, está bien. MC, ¿es todo lo que deseas saber?
MC- Eres frío y cruel, Nobunaga.
Nobunaga- Piensa lo que quieras.
MC- Increíble. ¿No puedes mostrar nada de compasión?
Nobunaga- Si vas a hablar contigo misma, puedes hacerlo en privado. Pero no tengo ninguna razón para quedarme aquí y escuchar tu ingenua visión del mundo.
------------------------------------------------------------------------------------------------
Recordé la sorpresa en el rostro de MC, y cómo se había desvanecido en pena. La memoria era extrañamente amarga.
(Se irá lo suficientemente pronto cuando vea que no obtendrá lo que quiere.)
Nobunaga- ¿Y qué?
MC- Pensé cosas bastante horribles de ti después de eso. Y dije muchas en voz alta. Ahora lo sé mejor, y lo siento. Gracias por salvar mi vida.
Nobunaga- No viniste aquí solo para decirme algo tan tonto, ¿verdad?
(No veo qué gana disculpándose conmigo.)
MC- No. Quiero saber por qué no me lo dijiste. Tuviste muchas oportunidades.
Nobunaga- No vi la necesidad.
No importaba cuánto repelía sus preguntas, MC no se frustraba ni se molestaba.
MC- Dime. Quiero saber.
Nobunaga- No tiene sentido decirte algo que ya sabes.
MC- Eso es bueno, porque no estoy preguntando por las cosas que ya sé. Quiero saber lo que estabas pensando.
(¿Qué estaba pensando?)
Nobunaga- Eres extraña. ¿Qué importan mis pensamientos para ti?
(Solo a ella le importaría lo que yo estaba pensando. Pero no sé por qué a ella le importa.)
MC mantuvo su mirada firmemente fija en mí.
MC- ¿Por qué crees que no había necesidad de decírmelo?
(Ella no se irá hasta que esté satisfecha.)
Aunque su insistencia era irritante, ya no estaba ansioso por ahuyentarla.
Nobunaga- Porque no cambiaría lo que pasó. Yo maté a ese hombre. Si te estaba defendiendo o no, él está muerto. Lo que está muerto, muerto está. No tiene sentido buscarle significado después del hecho.
MC- ¿Lamentas haberlo matado?
Nobunaga- Por supuesto que no.
(No me arrepiento de nada de lo que he hecho en esta vida. Especialmente de las vidas que he tomado para llegar a donde estoy.)
Nobunaga- Si vas a arrepentirte de quitar una vida, es una tontería hacerlo. Es una acción que nunca podrás deshacer.
MC- Si sabes que no puedes retractarte, ¿entonces por qué? ¿Cómo puedes matar gente sin que te afecte?
(¿Todavía no está satisfecha?)
Nobunaga- Lo que me afecta es mi decisión.
La miré con curiosidad, evadiendo su pregunta.
MC- Vamos. Dame una respuesta real.
No respondí de inmediato.
MC- Vamos. Dame una respuesta real.
La voz de MC tembló. Esperé antes de responder.
Nobunaga- Suenas angustiado.
MC- No iría tan lejos. Pero quiero entenderte.
(¿Eso, otra vez?)
Nobunaga- ¿Y qué me harás cuando lo hayas hecho?
MC- ¡Nada! ¿Por qué lo haría?
Nobunaga- ¿Entonces cuál es el objetivo de esto?
MC- No lo sé. Solo quiero conocerte. No es tan extraño de donde vengo.
(Quizás es una diferencia en nuestros tiempos?)
Comunicarse con ella era frustrante y me dejaba inquieto. No podía simplemente ignorarla o la forma en que me miraba. Me carcomía la compostura.
(Podría enviarla lejos y volver a mi lectura. Podría...)
Pero en su lugar, me encontré hablándole la verdad de mi corazón.
Nobunaga- Tengo una gran ambición. Unificar Japón por medio del poderío militar y hacerlo mío.
MC- ¿Solo quieres que todo el país sea tuyo?
(Necesitaré hacer la tierra mía, pero solo como un escalón hacia mi verdadero objetivo.)
Nobunaga- No del todo. Ya te he hablado antes de mis conversaciones con los misioneros portugueses. El resto del mundo ve a Japón como una pequeña isla sin valor. Nada más que una curiosidad.
MC- ¿Oh?
Nobunaga- Unificaré este país, aboliendo el rígido sistema de clases y las leyes restrictivas, liberando a la gente. Todos serán dueños de su propio destino. Dependerá de la gente pensar por sí misma y obtener lo que desea. Cuando eso suceda, esta pequeña isla florecerá.