Noche fría con aroma a café quemado

Capítulo IV

Blair iba entrando a la cocina con las bolsas de las compras, le había tocado ir por ellas a la casa de la madre de Grace.

-Hola Grace ¿Qué paso? Cargas una cara…

-No hay café- le interrumpió.

-¿De qué hablas? ¿Qué quieres decir?- su mirada apesumbrada alerto a Blair.

-Busque en todos los cajones, alacenas y no había café- Blair seguía sin entender, pero Grace no le dejaba preguntar -luego recordé algo, el  medico dijo que la abuela no podía tomarlo, también recuerdo que cada vez que acomodo los alimentos secos en la despensa no recordaba haber guardado sobres o frascos con café, por lo que antes de formular teorías tan estúpidas llame a tu papá, él fue el último responsable en hacer las compras antes de las de hoy y ¿Sabes que me dijo?

Blair solo negó.

-Ni tu papá, ni los tíos  han comprado eso, tu y yo no lo tomamos y a la abuela se lo prohibieron. Nunca lo han comprado.

-Mira Grace, no sé a dónde quieres llegar, pero me estas asustando.

Grace la miro enojada, estaba altera y Blair al parecer no estaba viendo las señales -¡Algo está pasando! A eso quiero llegar ¿No te has percatado que ninguna de las dos ha tenido que lavar tazas o cacerolas con café? en cinco meses no le había prestado atención a ese detalle.

-No estarás pensando que lo que cuenta la abuela es cierto.

-¿Qué puedo pensar?, trate de buscar una razón lógica, algo no paranormal pero no hay. Luego analice el cómo encontrábamos a la abuela todas las noches y algo capto mi atención. ¿Recuerdas que nuestras madres nos contaron sobre el bisabuelo?- Blair solo asintió, creía saber a dónde quería llegar Grace.

-Nos dijeron que la abuela aprovechaba los viajes del abuelo para hacerlo dormir en el patio trasero de la casa con una manta que cada noche mojaba con agua helada, que en las mañanas cuando el despertaba con frio y hambre pedía que por favor le dieran una tacita de café y que ella como respuesta le servía uno para luego tirárselo en el pecho y no conforme con eso lo “bañaba” con una manguera y no lo secaba. Siempre que atendemos a la abuela, esta mojada y con el pecho lastimado por el café caliente, café que en esta casa no existe.

Blair la miro en silencio, no quería aceptar esa idea y Grace lo noto.

-Acéptalo Blair, durante cinco meses ella lo hizo sufrir, fue cruel e inhumana con él. No fue hasta que nuestras madres convencieron al abuelo de llevarlo a un lugar donde podían atenderlo. Llevamos cinco meses soportando este suplicio, ¿No te parece demasiada coincidencia?

-Déjame ver si entiendo. Me quieres decir que el bisabuelo se está vengando de la abuela- Grace asintió.

-Dame una razón lógica y hasta científica para sacarme estas conjeturas estúpidas de la cabeza. Piénsalo Blair ¿Cómo una señora de 85 años puede cargar una cubeta con agua sin quebrarse la espalda?, como hace para salir de la casa sin nosotras notarlo, solo mira lo que pasó la noche pasada, ¡Estábamos ahí! Era imposible que pasara, pero lo hizo. Dime ¿Tienes alguna respuesta?

-Vale, se que hay razones de sobra para que el alma del bisabuelo se esté vengando, pero si hablamos de venganza ¿Dónde dejas a quien fue la madre de ella? Era su madre y también la hizo sufrir y no he escuchado que la haya mencionado en algún momento.

-Es su madre, no creo que la bisabuela quiera hacerle daño. Por más cruel que haya sido, sigue siendo su hija.

Ese era el momento perfecto para convencer a Grace de internar a la abuela; puso aquella mirada que Grace llego a odiar, tan sarcástica y arrogante, sabía que nada bueno salía de su boca cuando la miraba de esa forma.

- Cariño, las madres también lastiman a sus hijos, después de todo fue la abuela quien hizo que tu mamá abortara cuando ya tenía 6 meses de embarazo y no conforme con eso, cuando él bebe nació, ella lo enterró vivo en el patio de esta casa, mientras dejo a tu mamá desangrándose.

-Córtalo ahí, no quiero escuchar eso- dijo Grace con rabia.

-Tu empezaste con eso de la venganza y pensándolo bien, creo que ella se merece lo que está pasando y tal vez el llanto que ella escucha por las noches, sean del bebe que ella asesino.

-Te estás pasando Blair- su voz era contenida y Blair sabía que poco le faltaba para explotar.

-No cariño, no. Tú iniciaste con tus conclusiones espiritistas y yo como buena casi hermana que soy, te voy a apoyar- Grace la miro indignada, Blair podía ser cruel cuando se lo proponía.

-Digamos que creemos lo que dice la abuela, ¿Cómo lo resolvemos? ¿La dejamos en el sanatorio y dejamos que ellos se hagan cargo? Porque debes ser bastante inteligente para saber que si le contamos tus teorías a alguien de la familia, nos tildaran de loca.  Ellos viven en su fantasía de que la abuela se encuentra perfectamente bien, además no se han tomado el tiempo de venir a verla desde que está a nuestro cuidado ¿Piensas que nos ayudaran?, claro que no, yo voto por dejarla en el sanatorio.

-¡No!- Blair la miro con sorpresa, no sabía que esa iba a ser la decisión de Grace, teniendo en cuenta que ya había echado sal en la herida, pensó que ese fue el empuje para que la decisión fuera unánime.




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