Todos los humanos se cuestionan, aunque sean cuestiones estúpidas, ¿Por qué?, Suele ser el “¿Por qué?” nuestra incógnita de pequeños y por toda la vida.
Sin embargo, mientras más cosas nuevas aprendemos, más dudas nos aparecen.
Tarionte solía cuestionar todo y caía en largas crisis existenciales, mientras que Tenebris sabía la realidad y todas nuestras preguntas terminan con un “Y ya”.
“- ¿Por qué existo?
– Porque tus papás tuvieron sexo, y ya.”
“- ¿Por qué existe el universo?
– Quizá mera casualidad, y ya.”
No hay una respuesta exacta, pero cuestionar todo solo lleva a más dudas. Quizá por eso Tarionte tuvo tantos conflictos; siempre quizo grandes retos, cosas que fueran difíciles de lograr, Que pudieran complicarle días enteros, ¿Eso era bueno?, Quién sabe, quizá y no. Por el precio que tendría presentarse a su mayor reto: Tenebris. ¿Por qué?
Recordar esto quizá ayude en el futuro, tanto como en este libro como en la vida cotidiana: «Las cosas pasan y ya».
¿Por qué los retos de Tarionte duelen tanto?
¿Por qué se daña a cambio de lograr sus metas?
¿Por qué amaría a un demonio?
¿Por qué sería feliz con alguien peligroso?
¿Por qué depender de alguien que no te crío?
¡Solo sucedió, Y YA!