Epílogo

Epílogo.

                                                            Después del desastre, solo nos queda vivir nuestras vidas

El dios Aldebarán, obligó a Mikonos a seguir su juego. Solo cinco oportunidades de dar vuelta la historia que dio a toda la tragedia. El regresaría cuando lo disponga, pero el dios lo estaría esperando. Si lo descubre, regresa al mismo tiempo desde donde partió. Claro es que luego de las cinco veces, Mikonos pasa a ser polvo como todos los que están a su lado. El dios tiene un poder inmenso, y su siniestro estilo de actuar solo manifiesta una agonía por años. La máquina del tiempo existe, pues el ídolo sabía bien, y Mikonos la debería encontrar.

Años después él la descubre, aunque solo es otra historia. Cuatro fueron las veces que intentó evadir con todas sus enseñanzas, pero el dios, le prohibió ser el autentico looter. Aquel saqueador y engañador.

El grupo de Darknees llegó luego de la explosión a lo que quedaba de una roca lunar. Allí rescataron a Mikonos y Caciope, que estaban en una terapia intensiva. A titulo de otra historia. Ellos se unirán a las fuerzas de inteligencia.  Y con el tiempo serán dos de los mejores soldados. Caciope, había perdido la memoria en casi su totalidad, pero no es que la había perdido. Era una nueva Caciope, que solo guardaba una parte pequeña de la antigua. No sabía que era una saqueadora. Noir nunca se lo dijo, y por respeto, aquel héroe se escondió en el anonimato. Encerrando para siempre al looter en su corazón.

Han pasado años de aquel hecho. Y Mikonos intentó acercarse a la nueva Caciope, y darle felicidad, pero siempre surgía el lamento de la antigua y del aquel suceso agrio que relamía sus labios generando las lágrimas que serían apoyadas en el alcohol. Su única forma de supervivencia. Nemesio intentaba darle un apoyo psicológico. Sin embargo todo era inútil.

Una nueva misión, fue retirarse al planeta tierra, y allí resguardar a la princesa Gaia Vida Justina. En su forma semi humana, le era imposible, y adquirió imagen de animal puto. Un gato.

Aún..Guardaba una cierta simpatía, sin embargo, el aquel intrépido jugador, se fue apagando como un cascarrabias, que solo habla de misiones, y nada más..Nadie supo más del looter.

Y eso es todo….