Las paredes blancas de aquel recinto se le hacían inmensas, los pasillos por donde pasaba se encontraban silenciosas a pesar de la gente presente, mismos que lo miraban con disimulo, curiosos e intrigados por la aparición de un menor en las instalaciones. Culminó su trayecto cuando se sentó junto al mayor en el lugar indicado, esperando mientras movía los pies con suavidad y miraba de un lado a otro sin entender la razón de su presencia en un sitio así, limitándose después a solo observar a su padre buscando alguna respuesta.
—…es por tu bien.- mencionó luego de un largo rato al sentir la mirada intensa de su niño.
Él solo asintió.
Nunca había sentido dolor mas grande cuando caía y se lastimaba, es por ello que Brad trataba de no ser tan torpe para evitar así preocupar a su madre por los moretones y heridas provocadas. Sin embargo, eso ahora le importaba poco o nada al dejarse caer de rodillas sobre la pista observando el rostro contrario y tratando de acomodar sus cabellos despeinados producto del impacto.
Impacto que desafortunadamente había presenciado.
—¿Mamá?- apenas y habló cuando se percató de aquel líquido carmesí saliendo de ella, comenzando a esparcirse de a pocos sobre el frío pavimento, razón que lo llevó a sacudirla, llamándola una y otra vez esperando su pronta respuesta.— …mamá.
Nada.
La presencia y los comentarios imprudentes de los vecinos no se hicieron esperar, sus ojos comenzaron a inundarse de lágrimas cuando logró escuchar a lo lejos la ambulancia y sirenas de policía. Abrazó como pudo a su progenitora y suplicó, incluso le rogó a Dios que por favor su madre se levante para cesar los malos comentarios de a su alrededor.
Que despierte antes de que papá estuviera presente, pero-
—Bradley.- llamó este con voz quebradiza, tratando de apartarlo de ella para que los paramédicos y colegas hagan su trabajo.
Situación que solo ocasionó que el pequeño rompa en llanto y se aferre aun más al cuerpo inerte de su madre, no quería dejarla, no deseaba ser apartado por ningún motivo. Cosa que llevo a que alguno de los presentes ayude al Sr. Jones con ello, lográndolo a duras penas mientras que Bradley se quebraba aún más y abrazaba ahora a papá buscando consuelo. Siendo este acariciado suavemente de los cabellos a la par que el hombre lo llevaba lejos de la escena.
No deseaba estar ahí, no se sentía con las fuerzas suficientes como para visualizar todo el procedimiento que se lleva a cabo en este tipo de situaciones, peor aun si se trataba de su esposa.
—…ella estará bien, ¿verdad?- interrogó cuando observó desde su sitio como es que los vecinos abrían paso para que se llevaran el cuerpo inerte de la mujer, siendo este colocado dentro del vehículo con sumo cuidado.— ¿Papá?
Abrió la boca con el afán de querer decir algo, mas fue nuevamente cerrado al no saber qué responderle; no tenia el corazón de decirle que mamá ya no volvería, que estaba muerta. Contrario a ello, solo se dignó a abrazar con mayor fuerza a su pequeño, quien no paraba con las interrogantes y quería zafarse del agarre de su progenitor al ver como la ambulancia se alejaba al igual que las patrullas policiales.
Batallando unos cuantos segundos hasta por fin ser libre y correr con todas sus fuerzas tras ellos, mas no consiguió alcanzarlos.
Que pena.
Las paredes blancas de aquel recinto se le hacían inmensas, los pasillos por donde pasaba se encontraban silenciosas, culminando su trayecto cuando se sentó junto a su padre en el lugar indicado, esperando mientras movía los pies con suavidad y miraba de un lado a otro. Al rato, un hombre se hizo presente invitándolos a pasar a su consultorio, siendo papá quien ingresó primero.
…pero Bradley lo dudó demasiado.
Y más al estar frente de la entrada, observándola, a la par que su padre lo llamaba para que ingrese de una buena vez. No obstante, a medida que seguía visualizando e ignorando los llamados del mayor, aquella puerta se le hacia inmensa, dándole esa sensación de hacerlo sentir tan pequeño.
Tan diminuto
Tan insignificante
Tan…
[…]
Abrió los ojos de forma abrupta al mismo tiempo que respiraba y jadeaba precipitadamente gracias al sueño —o más bien pesadilla- de hace instantes. Haciéndole tener esa misma sensación y reacción repentina a cuando caía de la misma, siendo luego este un susto insignificante del cual no preocuparse, mas no uno que lo detuviera siquiera a querer preguntarse la razón de dicho sueño.
Con eso que tanto le costó superar.
Soltó un suspiro sonoro segundos después de meditarlo mientras observaba el techo de su pieza y le daba total atención al sonido de la lluvia, a la vez que sentía un hormigueo en todo el cuerpo asociándolo con el frío de la madrugada. Intentó entonces darse la vuelta, acurrucarse y tomar una mejor posición para continuar con su siesta, pero el hecho de simplemente NO poder hacerlo hizo que comenzara a asustarse al no entender del todo.
…no podía moverse por más que trataba. Cosa que lo llevó a interrogarse mentalmente si siquiera estaba despierto, entrando poco a poco a la desesperación y pánico mientras movía a diestra y siniestra sus orbes cafés a la par que sentía una sensación de miedo intenso invadiéndolo.
Peor aun cuando sintió que algo lo observaba desde el marco de la puerta.
Atemorizado, dirigió su mirada a esa dirección sudando frío por lo que podría captar, cosa que para su sorpresa no había absolutamente nada, pero que a pesar de ello dicha sensación no lo abandonaba. Mucho menos el hecho de querer saber qué era lo que estaba ahí y no visible ante sus ojos.
Un algo que lograba tomar su atención y, que ese mismo, hacia que ese miedo se intensificara más al percibir como eso se iba acercando. Ocasionando a que su vista se nuble y que su cuerpo sienta más pesado de lo habitual, obligándolo luego a volver la vista al frente cuando parte de su colchón fue hundido y como es que quiso —o tenia la intención de- tocar su brazo inmóvil.