Venus.
No has querido ir a la escuela en tres días.
Ni siquiera tu enfermedad es la que te está acabando, si no eres tú con tu antipatía.
He ido a verte y en cada visita llevo tus chocolates, incluso otras golosinas. Hasta descargué tus películas preferidas. Pero ni eso te incitó a verme.
Lamento todo esto, Venus.
Oswaldo.