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Capítulo 14: "♫Baila, baila♫"

Cap14: “♫Baila, Baila♫”

Abrazados por unos mantos que cubrían su valor, el osado grupo de cuatro integrantes, se aventuró a las festivas praderas del pueblo Taizan, el cual los recibió con ese ritmo carnavalesco.

—Todo aquí se ve muy animoso —murmuró Zaid mientras ingresaba desde el lado derecho de la princesa, e invadido por un abrumador cansancio, soltó un inapropiado bostezo. Aun con todo ese abrumante sonido de maracas, bombos y guitarras, no despertaban las ganas de sumarse al dichoso ritmo latino, pero esto no significaba que el ambiente no fuera agradable, todo lo contrario; el espectáculo por parte de sus habitantes, quienes alababan la madrugada, solo podría explicarse como una velada sobrenatural.

—Tienes toda la razón, y casi parece que lo que nos contaste no fuera verdad —le notificó Léa mirando al zorro entre cerrando los ojos.

—Señorita, me ofende… —le reprochó éste—. Le aseguro que mi información es verídica… —antes de explicarse más, otro de sus compañeros soltó un apropiado comentario.

—¿Estos tipos no duermen? —preguntó Alik levantando una ceja; él se encontraba cargando a Iris en su espalda en lo que caminaba al otro lado de su majestad.

—No creo que lo hagan —mencionó Iris con un tono evidentemente exhausto.

—¿Y tú por qué lo dices gnomo? —le preguntó el guapo muchacho.

—Estoy muy cansada como para regresarte el insulto, así que voy a decirte que quizás ellos están buscando mantener la melodía del pueblo —mencionó la pelinegra, lo cual hizo caer en la cuenta al resto al prestar más atención en los ciudadanos.

—¡Ya entiendo! Entonces ellos aún no han conseguido un estado armonioso. Pero la música que liberan es tan ardiente… —opinó Zaid con algo de decepción entre mezclada con preocupación.

—¿Entiendes lo que dices Iris? Sí de verdad tratan de mantener la música en su aldea, eso significa que seguramente llevan así más de una semana seguida, pues para alimentar la energía del lugar donde viven, tienen que hacer ese sacrificio, y para colmo, éste dura solo un mes… —aseguró Léa con gran convicción, pues ella sabía mucho sobre esto, más que nada porque iba a ser la futura reina.

—¡Miren eso! —Alik señaló a unas cuantas personas que caían exhaustas cerca de ellos.

—Estas personas... parece que no van a durar mucho de seguir así —aportó como dato la más baja del grupo.

—Por lo menos no si no los socorremos —agregó Zaid e iba a ayudar a algunos de los caídos, pero entonces Léa lo detuvo al poner su brazo en su camino—. ¿Qué pasa?

—Espera, mira eso —indicó ella con la cabeza, y todos observaron a un ojeroso chico que se subía a un escenario; desde la distancia en la que estaban, notaron que el muchacho poseía un ojo de cada color, es decir, uno era blanco y el otro anaranjado, mientras que su cabello, corto y lacio, se vía tan negro como la noche con apenas unos reflejos castaños. En cuanto a sus vestimentas eran también poco comunes: contaba con unos guantes oscuros con sus puntas cortadas, un dije en cruz acompañado, en más detalles por unos aretes con la misma temática, y por último, pero no menos importante, una camisa a cuadros que poseía los mismos colores.

—¿Es un catalizador? —preguntó Alik a la princesa.

—Tiene un micrófono, así que eso es… —Léa agachó un poco la cabeza con evidente seriedad, y ella sabía que algo no iba bien, aunque antes de explicarse, de un momento a otro la canción latina se detuvo, empezando así otra mucho más animosa, y antes de comenzar a cantar aquel desconocido, introdujo al público en su presentación de la siguiente manera: al principio, elevó sus manos para formar un arco, y allí fue cuando sus piernas como todo el resto de su cuerpo, realizó una combinación impecable de movimientos que enamoraban a la audiencia tanto como a nuestros protagonistas. Al finalizar su prefacio, soltó su voz.

Reacios movimientos desvelan el viento,

Como un dragón embargan la libertad del pueblo,

Todas las sombras se levantarán y reanimarán el decadente paraíso

Ֆֆ Multitudes de muertos ֆֆ

Renacen en el fuerte de mi corazón,

Rogando por una salvación en el mundo

—¡Miren! —Zaid les gritó a sus compañeros, mostrándoles de esa manera a los que habían desfallecido como ahora volvían a ponerse de pie con las energías renovadas.

—Tiene el poder de curación al igual que Iris —afirmó sorprendido Alik.

—No, te equivocas —mencionó la pequeña que estaba sobre su espalda—. Él simplemente está haciendo que su poder los renueve.

—Que observadora, Iris, por eso eres mi catalizadora —le mencionó Léa y se le acercó para estirarle su mejilla con una gran sonrisa.

—¡Deja eso! —Iris apartó su mano un poco ofendida. Sin embargo, a pesar de que los ciudadanos de aquel sitio estuvieran ganando nuevas fuerzas, eso no significaba que el cuerpo no les fallaría de nuevo en cualquier momento, de ahí que Léa tomó una muy importante decisión.

—Chicos, quizás para ustedes esto sea inapropiado, pero creo que lo mejor es ayudar a la gente de este lugar —les comunicó por lo bajo.

—¿Qué dice princesa Léa? Solo vinimos a este lugar de paso, si se enteran de quienes somos nosotros, no la contaremos —le pidió prudencia Alik.

—Me temo que tiene razón, su majestad. Si la descubren, podrían ejecutarla junto con todos nosotros —Zaid apoyó la ideología de él. Sin embargo, ella se mostró recia a los comentarios.

—Eso no lo sabremos hasta intentarlo, Alik, Zaid —aclaró ella—. Y no me llamen por ahora "princesa" o "majestad", si no nos descubrirán.

—Parece que alguien no escuchará razones —mencionó cerrando los ojos Iris.




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