Aún no dejaba de preguntarme que haría cuando llegará a mi nuevo hogar, había viajado por toda Europa para después tomar un largo vuelo hacia los Estados Unidos. Había pasado una larga semana desde que me contaron la gran noticia de que iba a ser adoptada, noticia que daría un cambio radical a mi vida, me mudaría a Estados Unidos y ahí me quedaría hasta que fuera mayor de edad, para preguntarme que haría en un futuro. La vida me había dado otra oportunidad después de esperarla con ansías, y la aprovecharía al máximo, no dejaría pasar esta oportunidad por nada. Cualquier persona a la que le contará mi historia quedaría un poco atontado, incluso tal vez hasta creerían que es una farsa para ganar dinero, pero no es así, creeré en que tú no me juzgarás por decírtelo de manera tan directa, la mayoría de las personas a la edad de seis años normalmente no hacen más que cumplir con la tarea en la escuela primaria y jugar, ¿cierto? De hecho lo es, pero olvidamos por completo que hay otras personas a nuestro alrededor, gente que no tiene a nadie en esta tierra más que ellos mismos, y ese es mi caso, mi infancia se basaba en pedir dinero en las calles a señoras ya mayores de edad para arreglármelas, aprendí como sumar y juntar dinero para poder gastarlo en comidas, o alguna manta para cubrirme del frío, ¿Y tus padres donde están? te preguntarás, ¿Dónde están tus padres a la edad de seis años?, mi respuesta a esa maravillosa pregunta son dos palabras: no están.
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Editado: 27.04.2018