ε=ε=ε Se Karateㄟ( ▔, ▔ )ㄏ

  Admito que me emocione demás. Le he pedido a Jimin que duerma conmigo, estoy loca de remate, Y ¿si lo regreso a su habitacion?, pero sera mas raro que el salga de noche de la habitación, ¡QUE HAGO!!

―Becky, ven aca ―Da unas palmaditas en la cama

  No tenia mas opcion que obedecer, no tengo salida. Solo me acoste le di la espalda cerre los ojos esperando aque el sueño llegue a mi. ―Jimin, ¿Que haces?

  Supongo que Rebeca se sorprendió pues al darme la espalda decidi abrazarla como un perezo se aferra a una rama, se claramente que su propuesta fue repentina y que probablemente ahora se arrepienta. ―Dormir...

―Jimin te advierto que si intentas hacer algo te mato

―Aja! ―Dijo con poco interes― Duerme y listo

―Jimin, se Karate, solo lo digo como dato

Jimin no dijo nada depues de eso, asi que el silencio poco a poco fue haciendo que me quedara dormida...

...

  Pude notar como Becky se durmió, me hacia sentir bien tenerla entre mis brazos. Era algo tan dulce, aun asi no dejo de pensar en lo que Abril la abuela de Rebe me dijo, esas palabras quedaron grabadas.―No te cases con Rebeca― Esas palabras no tenian sentido, porque ella finge aceptar la relación frente a ella pero, a sus espaldas me dice que la deje. Ella no dio razones y esquivo mis preguntas.

  Creo que detras de la familia Collins hay algo mas que solo dinero, en realidad segun la prensa los Collins son un misterio.

Al dia siguiente...

  Los calidos rayos del sol se asomaron a la ventana lo cual me despertó de forma sutil, aun no podia creer que el Jimin estuviera a mi lado, el seguia durmiendo. Admito que se ve mas lindo cuando duerme

―Realmente eres un MOCHI ―Tome ambos cachetes regordetes

  Despues de tanto pensar por la noche concilie el sueño casi al amanecer por lo cual me encontraba muy comodo. Sin embargo entre mis sueños escuche una voz malefica y al instante esta comenzo a torturarme en la realidad, claro se trataba de Becky maltratandome a su  manera.

―Sueltame

―Nop, me las debes ―Me subi encima de el sin soltar sus cachetes― Sabes pareces una ardilla

―¿Ja! ¿En que mundo me parezco a una ardilla?

―En el mio tonto

Continuabamos burlandonos uno de otro hasta que esa puerta se abrio sin previo aviso

―LO...LO SIENTO ―Se cubrio la vista de inmediato