XVII. Inútil

Capítulo 17.  Inútil

La casa en silencio los recibe una vez que Greg y Deborah entran, su viaje fue complicado ya que los negocios en Inglaterra estaban en su mejor momento, Grace sin duda que esta vez se le había ocurrido sentirse mal en el peor momento, a veces se preguntaban como esta chica siempre los metía en problemas a pesar de que ellos se mataban por darle todo lo que desearan sus hijos. Se sentaron en la sala sin ver que una pequeña chica a pesar de ser muy temprano ya estaba levantada y bebía un vaso de leche cerca de donde sus padres se encontraban, solo escuchaba su conversación sin ninguna expresión en su rostro.

―Estoy algo enojada con esa chica, pensé que ahora que tenía un novio del que estemos orgullosos no se metería en problemas ni nos haría pasar un ridículo otra vez―pese a que no lo parecía, tanto Greg como Deborah no eran los angelitos que todo el mundo creía.

―Tendremos que hablar seriamente con ella, creí que teníamos un trato, ella no dice nada y nosotros no tendríamos que recurrir a tomar medidas extremas con ella… si al menos fuera como su hermano― Deborah suspiro, ella nunca sería como su hermano.

“si al menos fuera como su hermano”

Esas palabras se repiten una y otra vez en su mente, ella nunca será como su hermano esa palabras le duelen esta muy sensible en esos momentos y las palabras de sus padres la están haciendo sentir ese mismo otra vez “Soy una inútil” la repitió y repitió tantas veces desde que estaba pequeña que ya las creía, ya sabía que era una inútil y ella fue la culpable de lo que paso, nadie más que ella tenía la culpa porque no podía hacer nada bien. La vieron observándoos y no pudieron evitar el llamarla hacia la oficina en donde la sentaron frente a ellos, sus ojos mostraban una tristeza que intentaba no mostrar pero que se le estaba habiendo difícil de lograr.

―Pensé que había sido muy claro la última vez Grace, nada de escándalos y lo volviste a hacer―se quedó en silencio oyendo el fuerte sonido de la voz de sus padre, estaba furioso y nadie le ayudaría esta vez. ― sabes todos o rumores que están por las redes sociales de que uno de mis hijos estaba llorando el día de la visita de los psicólogos, hasta dicen que nosotros tenemos la culpa de que estés así, si los rumores se  expanden los inversionistas no van querer hacer negocios con nosotros― su voz parecía que la atravesaría y sintió más miedo cada vez más.

― Yo no pude evitarlo, el me pregunto del hospital…―lo dijo en un susurro que su padre perfectamente escucho

―No me importa si te pregunto sobre eso o no, pensé que ya estabas lo suficiente mente grande como para olvidarte de eso―Deborah solo observaba en silencio y no intervenía para nada― espero que esta vez sí sea la última o tendremos que llevarte lejos de esta casa, vete a tu cuarto y a clases ― solo corrió as u cuarto y entro al baño rápidamente.

 Cundo llego al colegio las miles de miradas solo estaban dirigidas a ella aunque esta vez tendría que sacar otra de sus máscaras solo se acercó a Darren y no respondió pregunta de ninguno de sus compañeros de clase, todo debía cambiar y su mente tenía una sola idea en sus cabeza que muy pronto lo sabrían.

El tiempo paso más rápido esta vez y así ya solo faltaban menos de dos meses para que el año acabara, estaba sentada junto al balcón de sus cuarto escribiendo una pequeña nota que dejo sobre la cama. Entro al cuarto de Deborah y se dirigió a uno de los cajones e  donde sabía que estaba lo que buscaba, lo encontró y lo llevo a su cuarto, eran las tres de la tarde y un sábado algo caluros, le envió un mensaje a su novio quien siempre estaba junto a ella y al que miraba de una manera especial lo quería mucho pero tal vez era lo mejor.

En esos meses sus problemas habían aumentado mucho más y ya nada estaba bien para ella, observo en sus manos lo que le daba la respuesta y no tuvo más que sacar las pastillas para dormir de su madre, tomo agua y aun con la tristeza e sus ojos decidió que sería lo último que vería en su vida. Todas las pastillas que pudo tragar fueron una  otra vez dentro de su boca cuanto más tomaba más lagrimas salían de sus ojos impidiendo que pensara con claridad, solo recordó aquellos momentos con las personas a quien amaba y supo que ya no las volvería a ver el sueño ese sueño eterno poco a poco la estaba alcanzando y ya no tenía fuerzas para luchar contra él, simplemente se desvaneció.

Las minutos en aquella casa parecían no pasar de maera rápida sino con un lentitud inmensa, Marie se tocó el pecho al percibir una sensación en su corazón que la hizo jadear, estaba teniendo un presentimiento y no sabía explicarlo, desde hace un buen rato sus muchachos no habían bajado a como normalmente lo hacia así que subió a buscarlos porque no quería quedarse con esa sensación en el pecho, toco el cuarto de Leo el que al instante fue abierto la recibió una sonrisa y miles de papeles de alguna clase que su niño estaba escribiendo solo le pregunto por su hermana pero el respondió que seguramente estaba en la misma situación.

La habitación del frente estaba en silencio, la puerta fue tocada pero nadie respondió, tenía llave y seguramente su niña estaba ocupada pero n era normal que se encerrara, volvió a insistir llamando la atención de Leo que parecía igual de preocupado acudió a Marie buscaron la llave y al enconarla entraron al instante a l curto que parecía más silencioso de lo normal, todo lo que pudieron pensar es que Grace estaba dormida al observarla recostada en la cama  pero al ver un bote de pastillas sus rostros se desfiguraron.

¿Qué hiciste Grace?

―Llama a un ambulancia Leo, hazlo rápido ―Marie lloraba en silencio al ver a quien ella consideraba como su hija en ese estado, parecía muerta en realidad.

Leo hiso lo que le pidieron pero sus lágrimas no se hicieron esperar ahí estaba su pequeña hermana recostada casi no respiraba y no había nada que el pudiera hacer  que rezar para que estuviera bien y que la ambulancia llegara pronto, escuchó el sonido del celular de Grace era una llamada de Darren que respondió al instante.