Capítulo 9

Cambiando de posición en un movimiento lento, siento como algo duro, se intenta clavar en mi costilla, moviéndome un poco más, mi mano toca dicha cosa.

Un celular, suelto el aire lentamente, con mucho cuidado de no ser descubierta, voy abriendo un ojo muy lentamente, no hay nadie. — Este momento no se volverá a repetir —. Tengo que aprovecharlo. Moviéndome de nuevo, llevo conmigo el celular, con la manta logro cubrirme la cara. Apretando el botón de inicio observo una foto de un perro hermoso, un Beagle, con una pequeña sonrisa me quedo viéndolo, se parece tanto a Jack, mi antiguo perro: un día al despertar no lo encontré, papá me dijo que se había escapado en la noche, estaba destrozada, gaste todos mis ahorros fotocopiando carteles de 'Se busca', estuve una semana entera en la calle buscándolo, un día encontré su collar con su placa en el auto de papá. Se lo había llevado, cuando lo enfrente me grito que ya estaba muerto. Llore, llore mucho, pero estaba feliz porque Mamá ya no estaba sola, Jack estaba con ella.

Desviando mis pensamientos, presiono el botón de inicio del celular, como supuse tiene contraseña, viendo fijamente el celular me intentó convencer de que no tengo salida, tengo que guardar mis fuerzas para más adelante cuando si pueda escapar. Pero de pronto recuerdo un post que leí hace tiempo en Instagram donde hablaba del 911. Un clic se hizo en mi cabeza, intentando desbloquear el celular, de nuevo observo el pequeño botón que dice emergencia, presionándolo, observo las teclas, marco los tres números rápidamente. Esta es mi oportunidad de salir de aquí, ahora sí. Observando como el tiempo de la llamada empieza a aumentar, colocó el teléfono en mi oído. — Soy Emilia White, estoy secuestrada desde hace unos días, no sé donde estoy y no puedo escuchar, necesito que vengan lo antes posible… —.

Mis dedos se mueven velozmente en el teclado, terminando de colocar el monto deseado, me preparo para transferir el dinero, un aviso de seguridad me salta en la pantalla, para poder continuar con la transacción, debo de colocar el código que me enviaron por teléfono y para esto tengo tres minutos. Moviendo mis manos a mis bolsillos lo busco, pero no lo encuentro. Levantándome del asiento, lo empiezo a buscar por el escritorio, tal vez está escondido entre los papeles.

— ¿ Qué estás buscando ? —. La voz de Axel me distrae

— Mi teléfono, juro que lo tenía hace un momento —. Refunfuño molesto, el tiempo para colocar el código ya tuvo que haber pasado, tengo que comenzar de nuevo.

— Sí, lo tenías hace un minuto, debe de estar cerca —. Habla levantándose del mueble. Ambos decidimos dejar a Emilia durmiendo en el sofá de la sala, teníamos que resolver asuntos de las empresas, ya cuando se despertará de su siesta retomaríamos el tema del documental.

— No está aquí —. refunfuñó al no encontrarlo

— Se. . . —. Axel empieza a hablar, pero el sonido del timbre lo interrumpe. ¿ Quién es y como habrá saltado el portón ? Tocando mi bolsillo busco mi celular para poder entrar en las cámaras y ver quién es.

— Axel, ¿ puedes ver por las cámaras quién es ? —. Mis dientes se aprietan al recordar que no he conseguido aún el famoso celular. El timbre vuelve a sonar cuando recuerdo que Emilia está en la sala durmiendo, rápidamente salgo de la oficina, observando como sus pies sobresalen un poco del mueble me dirijo a la puerta, sin esperar a que Axel me diga quién es la abro.

Dos agentes de policía están de pie en el porche de la casa.