17 de febrero del 2019.
"¿Sabías que el tomate es una fruta? Lo descubrí en una novela de romance bastante interesante. Tal vez las apariencias engañan.
Tú eres tan reservado, raras veces te veo con chicos o chicas. Te sientas en el último puesto del salón donde nadie te nota, solo con tu libreta azul marino y un lápiz amarillo. Con los audífonos puestos, imaginando un mundo lejos de esta realidad. Quizás eres diferente, un chico amable, social, tan interesante como cuando éramos pequeños; alguien que se oculta bajo la máscara de un chico enigmático con miles de misterios.
Eres tan misterioso, guapo. El mejor de la clase, aunque no necesites prestar atención. Y yo, tan simplemente yo.
Como has cambiado."
Un regaño me sacó de mis pensamientos y dejé de escribir, la profesora de historia me había cachado escribiendo cosas totalmente opuestas a lo que ella dictaba.
Cerré el diario y presté atención a la historia de los vikingos apoderándose de las tierras europeas.