Él al verla caminar hacia donde estaba él, no supo que hacer, simplemente se quedó estático.
Ella lo saludó con cortesía y sin ningún rencor ni tristeza, simplemente lo saludó como un amigo
Él le preguntó- ¿Eres feliz?- ella sonrió para responder.
-Sí, lo soy- volteo a ver a su novio que la esperaba con una media sonrisa.
Él dijo- Perdón- la chica volvió la mirada hacia él.
-No, no tienes de que disculparte, yo ya lo supere, y tu deberías de hacerlo también. El pasado es pasado- ella sonrió y él anhelo tener esa sonrisa todos los días de su vida.
-Espero que no te haga daño como yo lo hice- dijo él, ella suspiró.
-No lo hará- dijo viéndolo.
-¿Cómo lo sabes?- preguntó él.
-Porque no todos son iguales- respondió con media sonrisa para después volver junto con su novio, pero antes se volvió a dirigir hacía él y dijo:
-Gracias- dijo y se fue.
Él la vio irse y quedo impactado.
Entendió que ella estaría bien, y que correr hacía donde estaba ella lo que haría era provocar que esa hermosa sonrisa se borrara.
No era cobardía, era madurez.
Dejo ir algo que siempre quiso tener de vuelta para reemplazar todas las cosas malas por mejores momentos, pero la dejo ir para que fuera feliz.
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Editado: 04.06.2019