5 Años Antes
Ehan Hilton es un empresario respetado en su rubro; durante años fue conocido como prodigio por sus habilidades para la estadística y contabilidad. El asumió la presidencia de las empresas familiares a una edad muy corta.
El imperio Hilton se encontraba inclinado más que todo al lado turístico del comercio y turismo.
Ehan era el mayor de dos hermanos. Su hermano menor era Marco Hilton.
Ellos siempre se han caracterizado por tener una buena relación, aunque de pequeños Ehan siempre le salvaba en culo a Marco cuando este se metía en problemas.
Se llevaban año y medio de diferencia, por ese motivo siempre han sido compañeros y buenos amigo... hasta que Ehan cumplió los 18.
Scarlett y Stephen Hilton; habían notado que su hijo mayor se encontraba en la edad idónea para buscar a su futura esposa o al menos mantener una relación formal, analizando las opciones encontraron a la chica ideal para su hijo, la hija de unos viejos amigo y heredera de diversos hoteles al este del país.
Realizaron una serié de cenas donde la hermosa Giselle McDaniels deslumbro con su belleza.
Una bella chica pelirroja, su piel blanca era llamativa y sus ojos oscuros daban un poco de misterio. Sus labios eran delgados pero eso no borraba que eran llamativos. Los McDaniels eran viejos amigos de la familia Hilton; Ehan, Marco y Giselle se conocían desde pequeños.
Ehan recordaba molestarla de pequeño por sus pecas, y pasar algunos veranos juntos.
La primera noche, ella llevaba un vestido negro, con los hombros descubiertos y escote con forma de corazón, el vestido tenía una pequeña abertura dejando al descubierto su pierna por un lao del vestido.
Scarlett estaba convencida que Giselle seria la candidata perfecta para Ehan.
Y así fue.
Ehan quedó prendado de la belleza de la chica como todo joven de 18 años. Ellos al poco tiempo comenzaron una relación lo cual tenía muy feliz a ambas familias.
—Estoy orgulloso de ti hijo— le dijo Stephen durante un cena— ella es una gran chica.
—Lo se papa— dijo Ehan únicamente, a él le gustaba Giselle, no estaba seguro si para algo totalmente serio pero eso lo averiguaría después.
Durante una de la veladas.
Mientras sus familias hablaban en el gran salón, Ehan se escapó con Giselle a la terraza; quería un momento a solas con su novia.
—¿Que sucede Ehan?— le pregunto la pelirroja una vez alejados de todo.
—Nada; solo quería besarte sin que nadie no molestara— dijo tomándole la cintura.
—¿Solo para esto me has traído hasta acá?— dijo ella rodeándole el cuello.
—Si— dijo para a continuación besarla; Giselle tenía 18 años y era notoria su experiencia en esos menesteres.
Esa era una de las razones por las que le gustaba; la chica era ardiente y sabia como mantener feliz a su chico.
—¿Sabes que si nos atrapan nuestros padres...
—No harán nada— dio Ehan interrumpiéndola— están muy felices de nosotros juntos Giselle.
—Eso es cierto— dijo una voz sobresaltando a la pareja.
Marco salió de entre la sombras sonriéndole a su hermano y a su futura cuñada.
—Me asustaste Marco— le reclamo Giselle.
—Tranquila cuñadita, que no muerdo.
—¿Nuestras padres siguen hablando?— preguntó Ehan.
—Prácticamente están planeando su boda chicos; es desesperante, apenas llevan un mes como pareja.
—Ya sabes cómo son— dijo Giselle abrazando la cintura de Ehan.
Los tres siempre han sido buenos amigos, y hasta cierto punto Marco se sentía muy feliz por su hermano; había elegido a una chica con clase y de buena familia.
Pero eso no evitaba que tuviera un poco de celos, Ehan siempre ha sido el favorito de su padre, por eso le esta cediendo parte de la presidencia de las empresas y ahora que está saliendo con una chica con buenos contactos el favoritismo es más notorio. Stephen Hilton estaba totalmente orgulloso de su hijo mayor.
Ese año, Ehan entro entraron a la universidad de Columbia con sus mejores amigos, Nicholas Dolce y Alexander Ambrosetti, ellos tres era inseparables pero su partida solo provoco que Marco se sintiera solo.
La relación con Giselle se mantenía a distancia; entre los descansos y vacaciones de la universidad, ella lo visitaba pero Ehan empezaba a notar cosas que en ocasiones lo desesperaban de su novia.
Ella era muy mimada en ocasiones y trataba mal a la servidumbre. El trataba de visitarla seguido pero a decir verdad; prefería salir con sus amigos a las fiestas de la fraternidad.
Eran sus mejores años y él quería disfrutarlos; durante su fiesta numero 19 los chicos contrataron a unas bailarinas solo para él; esas chicas si sabían moverse; al terminar la noche; el logro quedarse con una de las chicas y hacerlo disfrutar a pesar de su borrachera.
Sus amigos no se quedaban atrás; eran filas de chicas las que pasaban por esas puertas solo para ellos.
Los meses pasaban y cuando las vacaciones llegaban él sabía que iba a tener que aguantar a su hermosa novia por dos semanas.
—¿Sabes?, he estado pensando en inscribirle el próximo semestre en esta Universidad— le dijo Giselle una tarde de vacación mientras estaban acostados en la cama de el después de hacer el amor.