Nuestra Ultima Esperanza

El inicio de todo

¿Alguna vez te has preguntado como se origino el mundo? o ¿como es que empieza una guerra?

Esas son las preguntas que siempre se hacen las personas, sobretodo la segunda.

Para responder ambas, retrocedamos un poco en el tiempo.

Todo esto comienza desde hace casi diez mil vidas atrás, antes de la existencia de todo ser vivo, por aquel entonces, en medio de la nada, existían unos espíritus, que se la pasaban peleando para decidir el destino del universo, estos espíritus se llamaban Raba y Vato. 

Cada diez mil años se pelean, y Raba siempre termina ganando, este evento es mejor conocido como la convergencia armónica, a pesar de sus constantes peleas un espíritu no puede vivir sin el otro, ya que son la representación misma del yin y el yang; Raba es el espíritu de la paz y de la luz, mientras que Vato es el espíritu de la oscuridad y del caos.

En su última pelea que tuvieron crearon vida. Los primeros en existir fueron los espíritus, que vagaban libremente por todo el universo hasta que cuatro espíritus, llamados Yangchen, Roku, Kyoshi y Kuruk decidieron establecerse de manera permanente en un pequeño planeta.

Estos espíritus poseían habilidades únicas en cada uno, Yangchen tenía la habilidad de manipular el aire a su voluntad, Roku el del fuego, Kyoshi el de la tierra y Kuruk el del agua. Decidieron llamar a su nuevo hogar Tierra, ya que era por lo que principalmente estaba formado, Kyoshi se encargo de volver la tierra del planeta fértil, Roku introdujo el fuego debajo de algunas montañas y creo los volcanes, Kuruk se encargo de crear los mares y océanos, y  Yangchen el de crear las corrientes de aire para que el agua este siempre en movimiento.

Una vez terminaron de crear la Tierra, empezaron a aparecer los primeros seres vivos, principalmente los humanos, con los cuales convivieron en paz por un tiempo, aunque sin mantener contacto alguno. Hasta que un día, Yangchen decidió establecer contacto con los humanos, permitiendo les vivir en la costa marítima que ella cuidaba como si fuera su jardín e incluso los ayudo porque se había asombrado de todo lo que estos hacían.

Esto provoco un cambio radical con el resto de los espíritus, ya que estos tenían una mala reputación de los humanos, los consideraban unos seres que conquistaban y destruían a los demás espíritus que también llegaron a habitar en la tierra, según la información de los leones tortuga, quienes eran sus informantes.

Estos seres de gran tamaño poseían una cabeza de león y caparazón de tortuga, sobre el cual portaban un gran bosque, eran los encargados de recibir las energías tanto positivas como negativas de los seres de la Tierra, para saber como era su naturaleza e informar a los espíritus, también poseían una gran inteligencia proporcionada por los espíritus.

Cuando Yangchen, se entero que fue descubierta, fue llevaba a juicio donde los jueces eran Raba y Vato, el bien y el mal juntos, mientras los demás espíritus eran el jurado.

-Yangchen, se te acusa de mantener contacto con los seres humanos y ayudarlos en sus construcciones, ¿como te declaras?-preguntaron Raba y Vato al unisono

-Culpable, sus señorías-respondió Yangchen mirando fijamente a los espíritus, sin ninguna pizca de culpa en sus palabras.

-¡Es una deshonra para nosotros!-el jurado se indigno ante las palabras de Yangchen-¡¿Cómo puedes afirmar tal atrocidad?!¡Esos seres solo buscan su propio beneficio!¡Has contaminado nuestro mundo!

-¡Silencio!-ordenaron Raba y Vato.

Todo el jurado se callo.

-Yangchen, de los cuatro, eres el espíritu más sabio y siempre sabes medir las consecuencias de tus actos, y en vista de que no te sientes culpable, ¿que tienes que decir a tu favor?-volvieron a preguntar.

-Mis señores Raba y Vato, en mi defensa les digo que, todo el tiempo que llevo conviviendo con los seres humanos, pude darme cuenta de que no son tan malos como nos lo han estado informando los leones tortuga.

-¡Te atreves ahora a contrariar a nuestros informantes!-el jurado volvió a hablar.

-¡Basta!- volvieron a ordenar Raba y Vato-Continua.

-Como iba diciendo, no los contrario, simplemente digo que aunque los humanos portan la energía negativa en sus cuerpos por temor.

-¿Temor?-cuestionaron Raba y Vato.

-Así es, temor, es una respuesta natural en ellos al sentirse en peligro, y ese peligro es a causa de nosotros los espíritus. Ellos nos consideran seres malvados que quieren hacerles daño, pero cuando me conocieron mejor se dieron cuenta que no era nada de lo que ellos creían y pudimos convivir en paz todo este tiempo.

-¡Protesto!-hablo uno de los espíritus-¡Eso puede ser una estrategia de los humanos para sacar algún beneficio de nosotros!

-Eso no es cierto-se defendió Yangchen-Si quieren pregúntenle a los leones tortuga, que perciban la energía de los humanos con los que he estado conviviendo y así comprobaran la veracidad de mis palabras.

Los leones tortuga fueron llamados a la corte, para confirmar las palabras de Yangchen, al no percibir ni una pizca de energía negativa en los humanos con los que esta había convivido.

-Ven lo que digo, sus señorías, los humanos no nos odian solo nos temen, si comenzamos a convivir entre ellos podremos al fin tener una paz total-volvió a afirmar Yangchen.

Ambos espíritus se miraron.

-Eso no depende solo de nosotros, sino también de ellos-miraron a Kyoshi, Roku y Kuruk-¿Que tienen que decir ustedes ahora?

Los tres se pusieron a hablar entre ellos, para al final ser Kyoshi la que hable por los tres.

-Mis señores, hemos llegado a la conclusión de que creeremos en las palabras de Yangchen e intentaremos convivir con los humanos para conseguir la paz.

-Muy bien, declaramos entonces a Yangchen inocente de toda acusación.

Y así dio el inicio a la convivencia entre humanos y espíritus, que fue muy buena por cierto. Los humanos dejaron de temer a los espíritus, y los espíritus dejaron de ver a los humanos como monstruos egoístas.



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En el texto hay: au, levihan, snk

Editado: 13.06.2021

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