Nuestro Amor

1. Mis deseos

Noa:

Cuando le declaré mis sentimientos a Joaquín, fue una indirecta. Él no comprendió del todo, pero dijo algo que desmoronó toda esperanza de que él pudiera amarme.

- Noa, ¿qué hacemos aquí? - pregunta mi amiga Zoe.

Suspiro.

- te lo he dicho millones de veces.

- pero no entiendo porque lo haces.

Solo quiero ver que hace Joaquín en una empresa y con una mujer que ya parece que quiere sacarse la ropa.

- también te explique eso - le miro.

- pareces una acosadora.

Tal ves lo sea, pero lo amo tanto. Espera y si es una obsesión y no amor.

Niego con la cabeza.

¿señoritas que hacen aquí?- pregunta una voz robusta.

Maldición nos encontraron.

- se me había caído mi arete, además es muy importante y tuve que pedir ayuda - mi voz suena nerviosa.

Zoe tan solo se limita a mirarlo con gran temor. El guardia nos mira tan fijamente, que pienso que nos va a botar. Debería hacer lo que siempre pasa en una novela cuando alguien te pilla husmeando. 

-este...

- esta bien - dice el guardia con confusión e interrumpe mi maravillosa actuación.

- aquí está, ahora si nos vamos - dice Zoe.

En su mano tiene un pequeño arete. Gracias a Dios, que Zoe es inteligente. 

Nos paramos con cautela, nos dirigimos hacia la salida, cuando una voz reconocida esta hablando con esa mujer atrevida.

- gracias por el trabajo, señorita - dice Joaquín.

- no se preocupe, siempre y cuando cumpla con el trabajo y no se de la libertad de faltar - contesta la mujer.

Repito lo que dijo la mujer pero con una voz chillona. Zoe se ríe, pero me doy cuenta de que Joaquín está por voltear.

- vámonos, rápido - le susurro.

Apresuramos el paso.

- oigan señoritas, esperen - grito el guardia.

Joaquín mira lo que sucede, se sorprende al verme, pero en vez de decir algo, como "la conozco", no dice nada.

Corremos hasta llegar a la parada de autobús, subimos rápidamente a un taxi. Al parecer no nos han seguido.

Zoe suspira.

- no participaré en otra de tus ideas locas - me dice.

- no exageres solo fuimos a verlo.

- espiar - me corrige.

- algo así - muevo los ojos en círculo.

Con lo que escuche me queda claro que Joaquín no va a estar presente tanto tiempo en la casa, como lo hacía antes. Ya no Noa divertiremos, ni podremos hablar de mi o de él. No es que sea nada familiar, solo que mi madre  alojó a Joaquín y su madre en nuestra casa, desde pequeña lo he amado, es mi amor platónico, tal ves nunca se fije en mi, como yo lo hago. 

- ya llegamos - dice el chófer.

Bajamos y pagamos. Entramos a la casa y vemos a su madre cocinando un rico pastel.

- ma, ya regresamos - dice Zoe.

- se puede saber a dónde - pregunta su madre.

- al parque - responde.

Vaya mentira que por fin le sale bien, porque su madre le creyó. A menos que...no, supongo que de verdad le cree.

- lavensé las manos - nos indica.

Vamos hacia el baño y nos cruzamos con Alejandro saliendo del baño.

- mi padre dice que no llega el agua y que te pase la voz, para que le digas a tu madre - me explica Alejandro.

- no te preocupes se lo diré - le digo.

Asiente. 

Cuando volteo hacia Zoe, parece nerviosa, evita la mirada de Alejandro, que aún se encuentra allí. No creo que sea lo que estoy empezando a pensar.

- Zoe, apúrate - le digo.

Ella me mira.

- cierto.

Primero salgo yo, me dirijo a la sala y me siento al lado de Ariana. A mi al frente se encuentra Alejandro, a su costado, su mejor amigo Brayan. Zoe viene con prisa y se sienta en la silla del centro, se podría decir que esta a mi costado de la derecha y a su otro costado Alejandro.

- chicos coman rápido, porque haremos la limpieza de todo la casa - dice la madre de Ariana.

Todos hacen un bullicio de que no lo quieren hacer.

- nada de no, hace un mes que no han ayudado en la limpieza - mira a Zoe - bueno solo Zoe, así que ella descansará.

Se va de la mesa, pero nadie dice nada al respecto. Luego empiezan a hablar entre ellos. Después de un rato vienen Sofía y Lucia por el pasadizo izquierdo, por al frente vienen Lucas y Mateo.

Ok, no es que seamos familiares, ni tan poco que estamos en un albergue, solo que mi madre es la dueña de toda la mansión y yo la heredera. Mi madre decidió convertirlo como un hotel, ya que esto antes era un parque, ya se imaginaran lo grande que es mi casa. Entonces las personas vinieron y se alojaron, además de que también vinieron algunos amigos de mi madre a pasar las vacaciones.

Mi madre es buena en varias cosas, por eso se pasa todo la bendita vida en viajes, de ves en cuando me lleva, pero en esta ocasión no me dejó ir con ella, a pesar de que estamos en vacaciones. Me dejó a cargo de la madre de Zoe, ella es una amiga de la infancia, hasta ahora, es bonito hacer amistades por todo la eternidad.

- Noa, Noa - me dice Zoe.

La miro y salgo de mis pensamientos.

-¿qué pasa?-pregunto.

- Joaquín ya regreso y esta a mi al frente - me susurra al oído.

Iba a voltear, pero Zoe detuvo mi movimiento.

-¿ ahora qué ocurre?

-no crees que es muy evidente de que estamos hablando de él, si volteas al instante en que lo digo.

Me golpeo la cabeza suavemente.

- es cierto.

- una pregunta.

- dilo.

- ¿por qué no comes el pastel? Esta deliciosa - se mete una cucharada de pastel a la boca.

Miro el pastel y de la nada me acuerdo de algo. Me paro bruscamente de la silla. Zoe empieza a mover la cabeza a todos los lados. 

Diablos como lo pude olvidar.

-¿Noa que ocurre?- pregunta la madre de Zoe.

Miró a todos lados, al mirar a Joaquín me enseña la pulsera que se me había olvidado en esa empresa.

- no...nada, solo se me olvidó algo, pero ya recordé que lo había guardado en un lugar seguro - contesto.



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En el texto hay: amor deseo infancia

Editado: 08.02.2019

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