Mi historia con Astrid comenzó una tarde de invierno cuando tenía 12 años y como siempre espere a que todos se fueran de la escuela para irme a mi lugar secreto , ya que no quería que nadie lo conociera. Camine dandome vuelta varias veces para asegurarme que nadie me seguía y cuando llegué sentí una voz que cantaba , aquella voz era la más hermosa que alguna vez habia escuchado , desacelere el paso y me escondí para observar quien era la dueña de esa voz que cantaba en un idioma extraño. Tratando de no hacer ruido me coloque detrás de un arbusto y espie.
Solo podía verle la espalda y un cabello muy rubio , casi blanco, que reconocía muy bien ya que lo veía siempre en clase, pero no podía ser que Astrid sea la dueña de esa voz . Era nueva en el colegio y todo lo que sabía sobre ella era que no hablaba mucho y que era de Noruega.
Mientras estaba hipnotizado por su voz , algo me hizo trastabillar y perder el equilibrio , para evitar caerme me agarre de unas ramas pero se quebraron y termine en el piso. Enseguida me levanté y veo que Astrid habia dejado de cantar y que estaba agarrando su bolso, yéndose de allí.
-Hey! - le grito y trato de alcanzarla.- Esperame…….. por favor ….. Astrid!
Se da vuelta y sus ojos color café me miran fijamente pero no me habla.
-No te estaba espiando! - le digo e instantáneamente me siento nervioso. Pongo mis manos en mis bolsillos - No se si me conoces pero soy Ezequiel y vamos al mismo curso. Y sobre lo que paso recien - le digo mientras con mi cabeza señalo el claro- no quería espiarte y mucho menos asustarte pero cantas muy bien - le digo- aunque no entendí una palabra.
- Ezequiel - dijo pronunciando lentamente mi nombre -Gracias, pero no le cuentes a nadie lo que viste … por favor -
-Esta bien, voy a guardar tu secreto si vos guardas el mio - le digo de forma misteriosa
-Y ese cual es?- me pregunta confundida.
-Ese - le señalo el lugar dónde hace un rato estábamos- es mi lugar secreto , que ya dejó de ser secreto.
-No , ese es mi lugar secreto - dijo ella negando con la cabeza - Todas las mañanas practico en este lugar y nunca te vi .
-Eso es porque vengo todas las tardes a practicar - le muestro mi arco y le señalo un tronco que estaba ubicado a lo lejos donde se veian las marcas que habian dejado mis flechas.
Nos quedamos mirándonos el uno al otro .
-Esta bien - dije mientras levantaba mis manos- será nuestro lugar secreto. Si queres, podes venir a la tarde .
Así empezamos a juntarnos todas las tardes en nuestro lugar, a veces ella cantaba y yo trataba de no distraerme con su voz para que las flechas no terminaran en cualquier parte. Mientras íbamos creciendo , también lo hacía nuestra amistad. Y aunque no recuerdo el punto exacto en que esa amistad para mi se convirtió en algo más , recuerdo que mi primer beso fue también su primer beso y sucedió justo en este lugar , el día en que finalmente tome coraje y le dije mis sentimientos.
Ella solo sonrió y nos besamos. Recuerdo sentir las famosas “mariposas en la panza” y hasta el día de hoy que recuerdo ese momento, tengo la misma sensación. No puedo negar que ella sigue ocupando un lugar muy grande en mi corazón y , a pesar del paso de los años, no la habia podido olvidar.
Durante el correr de los años, nos seguimos juntando en nuestro lugar secreto hasta el día de nuestra graduación, cuando, después de la entrega de diplomas y con la excusa de que no nos habíamos sacado fotos con todos los profesores, nos escapamos a nuestro lugar. Apenas llegamos nos sentamos en un tronco mientras contemplabamos el lugar que nos habia visto crecer.
-Es increible que este sea nuestro ultimo dia en este lugar - le dije mientras me levantaba del tronco y arrojaba un piedra al arroyo.
- Voy a extrañar nuestras tardes juntos - me dice mientras me da un beso - Este lugar es hermoso.
-No importa el lugar , mientras estemos juntos cualquier lugar es un buen lugar - le doy un beso en su frente- Vamos , o vamos a llegar tarde a nuestra fiesta.
-Antes quiero darte algo y quiero que lo abras acá -extiende una caja envuelta en papel azul -Feliz graduación Eze - agarro el envoltorio y lo rompo con la emoción de un nene de 5 años . Al abrirlo veo que es una pulsera de tela azul y negro , con una pequeña frase brodada "Magia es verte sonreir"
-Gracias es hermoso - nos besamos hasta que nuestros pulmones ardieron por la falta de aire- Yo no tengo nada para regalarte- comento sintiéndome extrañamente avergonzado.
-No importa ,con un beso tuyo me conformo - No pude negarme y comienzo a besarla devuelta dandole asi su regalo.
Caminamos juntos hasta el principio del sendero tomados de la mano y luego de despedirnos nos abrazamos y nos dimos un beso.
-Nos vemos en la fiesta , ¿verdad?- me dijo mientras encendía el auto.
-Por supuesto -le dije- Te quiero Astrid.
Trago el nudo en mi garganta al recordar mis últimas palabras ya que después de ese momento, no la volví a ver.
Estaba en la casa de un amigo celebrando que nos habíamos graduado y al ver que ella no llegaba, decidí ir a buscarla. Era normal que ella se demorara y que llegara tarde a todos lados pero llevaba dos horas y no habia señales de ella.