Nueva Vida

5 - Alara - 3

La maestra estaba parada junto a una larga mesa, de un lado estaban sentados los representantes de la Reina, del otro los Separatistas. Algunas cosas habían cambiado, SIS había aparecido para anunciar al Imperio. Tori estaba parada a su lado mirando con curiosidad a la princesa, su diadema era brillante y tenía un alargado vestido. Kira llevaba el nombre de una de sus antepasadas. Del otro lado, un político y arrugado hombre acompañaba al representante de los Separatistas. El joven era un beastrider y era respetado en todo el planeta por lo que SIS y el Senador le habían dicho. Hace dos horas que estaban culpándose de todos los problemas del planeta. La conversación cambió cuando Kira habló de su hermano mayor. Jorrah, el beastrider, estaba muy seguro sobre eso. No habían hecho nada para lastimar al príncipe. Todo acabó allí, Tori saludó a todos para luego quedarse a su lado. La princesa se acercó preocupada, más que nada por la seguridad de su hermano menor.
“Maestra, no puede negar las acusaciones de esa manera.” Dijo preocupada Kira.
“No siento mentiras en él.” Dijo sin pensar Tori.
“Como mi padawan dice, su majestad, no he sentido subterfugio en Jorrah. El político es otro tema.” Dijo pensante Alara. “¿Qué te parece, Tori?”
Tori la miró confundida. Alara no podía pedirle su opinión de esa manera a su padawan, Shin siempre sabía que decir.
“Es un poco joven para pedir su consejo en estos asuntos, maestra…” Pensó en voz alta Kira.
“Me gusta tener la perspectiva de mi padawan, su majestad.” Dijo sonriente Alara mientras extrañaba a Shin. “Todavía estoy aprendiendo a tener su compañía, mi viejo padawan era… especial.”
“Shin era un héroe.” Dijo contenta Tori. “Yo creo que hay alguien mintiendo, el hombre arrugado.”
Kira sonrió divertida.
“Creo las tres percibimos lo mismo, Tori. Mi hermano tenía como política hablar directamente con Jorrah, nunca le gustó tener intermediarios…” Dijo la princesa. “Usen mi nombre, por favor…”
“Kira, estoy segura que no estamos viendo la imagen completa, así que me gustaría tenerte cerca, si no es un problema.” Dijo pensante Alara.
“No sería un problema, maestra. Las acomodaré cerca de mí en el palacio.” Dijo pensante Kira.
Alara sabía que algo iba a pasar en la noche, pero estaba pensado en la influencia del Imperio. Jorrah podía ser un aliado si el Imperio lo empujaba hacia ellos. Tori quedó encargada de custodiar a la princesa mientras ella paseaba por el palacio. Sus amigos de la República le trajeron un poco de información sobre el político que había conocido. El Imperio estaba influyendo las decisiones de los Separatistas, pero Alara sentía que su misión era infundir caos en el planeta. Alara volvió a su padawan para encontrarla en la habitación de la princesa. Su padawan estaba vestida con un vestido de gala y una diadema en su cabeza. Kira sonreía divertida y la invitó a pasar.
“No pude contenerme, maestra… Nunca tuve una hermana menor.” Dijo sonriente Kira.
“Maestra, no vi a nadie extraño en el palacio…” Dijo pensante Tori.
“No te preocupes, Tori. No estaba esperando que encontraras a nadie. Ya llegará tu tiempo, solo necesitaba que custodiaras la princesa.” Respondió divertida Alara. “Pareces una princesa…”
Tori se miró divertida.
“Deberías cambiarte así vamos a cenar, Tori. Hay que descansar bien para trabajar por la mañana.” Agregó mirando a Kira.
“Yo la ayudo.” Dijo divertida la princesa.
Alara notó los puntos débiles de la habitación para luego mirar por el ventanal. Iziz estaba pintada de naranja. Tori y Kira se hicieron amigas con facilidad y para el final de la cena, ambas se marcharon a dormir a la habitación de la princesa. Syo apareció mientras ella patrullaba un pasillo. Su maestro la invitó a sentarse en una ventana. Alara tenía algunos temas para hablar con él.
“Maestro… ¿Qué no me estás diciendo?” Preguntó la jedi mientras se sentaba a su lado. “¿Por qué me promovieron a maestra?”
“Yo sabía que mis argumentos no iban a alcanzarte.” Dijo divertido Syo.
“¿Cuántos padawans entrenaste antes de ser maestro?” Agregó ofuscada.
“Varios… No es cuestión de cantidad, Alara…” Dijo despreocupado el jedi. “Deberías hablarlo con el Ch’Chok, pero… Él quiere que tu seas su sucesora.”
Alara se sorprendió bastante.
“Nosotros, el resto de los maestros, necesitamos a alguien como tú. Eres de la escuela de Kysho, pero a diferencia de ella sabes cómo funciona la realidad. No quieres cambiar todo de golpe, pensando que todo va a salir bien…” Agregó mirando a su alumna. “Personalmente, yo no necesito pruebas de que vas a ser una gran maestra. Tu camada de padawans ha sido una de las mejores gracias a tu presencia y todos piensan en ti cuando tienen alguna duda. Siempre sabes cómo darle el conocimiento en la forma que tus estudiantes la necesitan…”
“Todos los maestros pueden hacer eso…” Dijo pensante Alara.
“No lo sé, Alara… Yo sé que te sientes como una farsante, pero no necesitas dedicarte a todos los asuntos de la Orden de golpe, por eso te elegí a Tori para ser tu primera… segunda aprendiz.”
Alara miró el suelo recordando a su padawan.
“De algunas maneras me recuerda a Shin, es honesta y parece que sabe encontrar problemas con naturalidad. Por otro lado, es el opuesto a él, ya que tan solo es una padawan. No tiene tu edad, no tiene ningún talento sobresaliente y te va a necesitar mucho más que él.”
“Hoy pregunté su opinión como si nada…” Dijo ofuscada Alara. “Shin siempre ha sido mejor que yo para leer a las personas…”
“Es normal, Alara…” Dijo pensante Syo. “Tienes que subir un escalón a la vez, no te apresures y encara un problema a la vez. Yo sé que… todavía duele.”
“No puedo creer que no esté con nosotros…” Dijo acongojada Alara.
“Nadie puede creerlo…” Dijo apenado Syo. “Yo sé que es difícil, pero él eligió salvarte, Alara. Creo eres la única que puede darle algún… sentido a su muerte.”
“He estado pensando en eso desde que visité a sus padres, pero… me siento como una embustera. Él sacrificó su vida para salvarme y ustedes me promueven…” Dijo ofuscada Alara.
“No había pensado en eso…” Dijo sorprendido Syo. “Lo que pasó con Shin no tiene nada que ver en esto, ya lo estábamos pensando. De hecho, iba a pasar cuando convirtiéramos a Shin en caballero…”
“Eso ya no importa demasiado…” Dijo ofuscada Alara mientras se ponía de pie. “¿Puedo encargarte a la princesa? Estoy segura que no estoy viendo algo y quiero comprobarlo con mis propios ojos. Tori está con ella.”
“Qué bueno que dormí una siesta en la nave.” Dijo divertido Syo. “Aquí estaré.”
“Gracias, maestro.” Dijo Alara para saltar por la ventana.



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Editado: 21.03.2023

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