Hace muchísimo calor... Sino nos vamos de aquí me haré brocheta de Lina en cuestión de segundos, pero el abuelo no planea irse ni de broma. Lo divertido de esto es que no morí afortunadamente, ¿el porqué? Digamos que, no era a mi a la que miraba, gracioso ¿no?
—Maldito Wong.
Escucho el bufido de mi abuelo cosa que me hizo soltar una risa ganando una mirada amenazante de parte de él.
—No se de quien hablas— miro su semblante serio y su entrecejo fruncido— Pero por lo que se no te agrada.
—Si me agrada— ablanda su mirada— lo que pasa es que Wong es uno de los más débiles de los jugadores de los Trenders, la verdad no se porque lo metieron.
Tiene sentido.
—Entiendo.
Vuelvo a mirar al frente y ver al número dieciocho listo para batear, detrás de él veo otra vez a Dalton el número doce y por atrás de él cerca de donde están los demás jugadores al número quince. Más vale que el dieciocho logre batear.
Quería ver que tal batea el que ahora está en base, pero quería más saber como eran las facciones de Dalton que cada vez que usa su gorra y casco no puedo distinguir bien su rostro y menos de lo lejos que estoy yo gracias al abuelo que por cierto anda más nervioso que yo, lo digo por sus pobres uñas.
—¡OUT!— tercero y el dieciocho está ponchado. Oh oh.
El abuelo estaba a punto de estallar, sus orejas estan levemente rojas y sus mejillas igual tratando de no soltar un grito o peor aún una grosería y no de las bonitas.
El marcador tenía dos carreras de los Warfold y tres de los Trenders, donde están en la quinta entrada, solo quedan cuatro entradas más para finalizar el primer juego que de ahí va el segundo que consta de siete entradas solamente.
Si... Estar mucho tiempo con el abuelo y quedarme dormida con el televisor con el programa del béisbol hacía que todo lo que decían me quedara grabado. Es una de las razones por las cuales aborrezco este juego ya hasta en mis sueños escucho al coach y no es bonito un viejo regordete con barba de chivo del equipo de los Wester. No de verdad no es bonito.
—¡VAMOS MERCURY!— Los gritos de las personas inundaron todo el lugar y la voz de mi abuelo fue una de las que más se escuchaba.
¿Moría de vergüenza? ¡Si! Y mucha.
—¿Abuelo podemos irnos?
Lamento decir que a pesar que quiera saber más de él, el sueño me comienza a vencer probablemente porque el sol hace que me de un sueño de muerte.
—No.
Me hubiera ahorrado saliva, gracias abuelo.
—Y presentamos en la caja de bateo a...— alarga la última palabra para darle más tensión al momento, cosa que se me hace muy inecesaria y repetitivo— ¡Dalton Mercury! Jardinero izquierdo.
Como si fuera un experto en todo esto (cosa que espero estar equivocada) saluda a sus amigos de la manera más confiada y me refiero a que unos apretones de nalgas no estaban de más, y siendo honesta esto me causa gracia.
—¡Concéntrate Dalton! ¡Mira a la pelota y concéntrate! ¡Espera la correcta!
Los compañeros y jugadores de el gritaban este tipo de comentarios que en mi opinión es un gesto lindo para darle ánimos o eso creo. Pero obedeció miraba fijamente al picher que de igual manera lo mira con una sonrisa confiada. Mala idea.
La tensión se hace presente nuevamente y todos quedaron en un silencio que hasta me causó miedo y los bellos de mi nuca se erizan. Aunque aborrezco el juego no quiere decir que no me entretenga por lo menos un poco pero no es de mis favoritos, solo lo hago por el abuelo, que hasta ahora mira de una manera algo extraña a Dalton y esa mirada es de: "Fallas y tu funeral será hoy y sin rosas".
Un consejo Dalton, cuando el abuelo venga a verte tiras por que tiras y ganas porque ganas sino bienvenido a tu tumba.
Tres segundos fueron suficientes para que toda esa tensión desapareciera y se convirtiera en gritos de euforia, así es Mercury había conseguido llegar a la primera base y no sólo eso...
—¡CORRE MUCHACHO, CORRE! ¡A SEGUNDA! ¡A SEGUNDA!— el grito de desesperación del abuelo hizo que viera al número doce.
Y así fue, Mercury corre a segunda antes de que le hagan un out. Ahora tienen a dos hombres en base, a uno en segunda que es Dalton y en tercera a Josh el número uno. Los aplausos fueron los únicos que lograron escucharse.
Si uno de los que siguen hacen un Home Run ambos pueden hacer carrera y lograrían alcanzar por varios más a los contrincantes, pero no todo esta perdido faltan más entradas y todavía otro juego, pueden quedar que uno sea el ganador del primer juego y el otro del otro juego.
—Frank se prepara para batear y es un...— su suspenso comienza a estrezarme— ¡Hit!
Ambos corren como alma que lleva el diablo, Dalton llega a tercera base y se queda ahí a lo cual Josh logra hacer una carrera. Bien al menos queda una carrera y no fue un out que siendo así quedan fuera y entra el otro equipo entrando a la sexta entrada.
—Más vale que Mercury haga una carrera.
Ruedo los ojos y cruzo mis brazos por sobre mi pecho, este calor es del infierno literalmente, no se como ellos pueden aguantar estar ahí por tantas horas.