Cambios

Ahora tenía un nuevo guardaespaldas que se llama "Enzo", hasta su nombre tiene clase, es mi guardaespaldas y tiene un teléfono mejor que el mío, debe tener una cama muy linda y probablemente su casa está embaldosada y la mía está en obra negra. Debería seguir trabajando para ser mejor que mi guardaespaldas. Estaba tan distraída que no noté que, aparte de hablar de él en mi mente, lo estaba mirando mal por el retrovisor.

Llegamos a una casa que tenía un hermoso jardín; era demasiado grande y lujosa. Salí del auto y Enzo me preguntó el porque lo estaba mirando mal en el auto. "Hice algo que te molestara". Antes de que hablara, me dijo: "Es broma, solo te estoy preparando para las chicas que están en la casa, pueden llegar a ser muy intensas. No ven a muchas mujeres, así que no te vas a tomar nada personal". "Okay", Tomás le dijo «ya terminaste de asustarla». Enzo sonrió y dijo, "ya terminé".

Llegué a su casa, estaban dos chicas que estaban emocionadas de verme. Tomás dijo que ella es Anastasi y ella lo interrumpió diciendo "me puedes llamar Sia, así lo hacen todos mis amigos". Tomás rio y continuó hablando. La que está a su lado se llama Laura. Laura tomó mi brazo y lo empezó a mover de forma muy rápida. Estuve todo el tiempo sonriendo, y por poco mi sonrisa se entumesia. Sia me invitó a sentarme mientras Laura traía una pizza, diciendo "me imagino que debes tener hambre". Mi primer día en el servicio solo quería una pizza, así que la compré para ti. "Debes ser afortunada por poder comer", mientras Sia la regañó diciendo "¿no ves que está golpeada?" ¿Cómo le dices que es afortunada?""". ¿Laura le respondió: "A mí me golpearon y no me dieron una pizza, además me estoy esforzando por ser sociable y tú solo me regañas?" Y ahora ella está sonriendo forma incómoda, mira su cara.

Probablemente, sea muy expresiva, porque de verdad no sabía qué cara poner.

Pregunte: ¿Que tiene mi cara?, las dos sonrieron y Tomás dijo, "están muy borrachas, dicen cosas sin sentido cuando están así, no les hagas caso".

Laura dijo "lo siento mucho, a veces digo las cosas que pienso y eso a veces puede provocar que tu única amiga sea tu cuñada".

Tomás recibió una llamada, pidió disculpas por tener que irse, pero siéntanse como en casa y tomó su llamada.

Sia- somos amigas desde niñas, todavía no acepta ese nuevo cambio, mientras me hablaba me sirvió un trago y así fue toda la noche.

Me contaron todo sobre sus vidas, parecía que éramos amigas de muchos años.

En el tiempo que logré pasar con ellas pude darme cuenta de quiénes eran cada una, aunque es irónico, porque en realidad nunca terminamos de conocer a nadie. No podemos ver sus verdaderas intenciones o sus más oscuros deseos.

Pero Laura y Sia se mostraban de manera transparente, al menos conmigo. Eso creo.

Sia es todo lo que cualquier chica quisiera ser. Es una abogada, terminó sus estudios muy joven, también es militar de servicio secreto. Serlo fue como un tabú, es lo que en realidad quería demostrarles a su familia que nunca la han tomado en serio, que puede ser mejor que su hermano, que también es militar. Pero no fue tan ingeniosa como es del servicio secreto y ninguno de sus familiares lo sabe. O tal vez solo lo está haciendo para demostrarse a sí misma que puede ser mejor y nadie, por más hombre y viejo que sea, le va a despreciar. Sabe artes marciales y, en su tiempo libre, practica boxeo. Es alta, pelinegra, con un cabello liso y largo, con sus ojos rasgados. No importa qué pijama usé, se verá elegante de cualquier forma.

Y Laura es de pelo castaño, de ojos grandes, color verde y su presencia irradia ternura. Se parecía tanto a mí, en su personalidad, que hasta me hacía pensar que en algún momento la odiaría. Por el contrario, de Sia, había estudiado medicina. También era militar y las dos seguían los mismos patrones, solo querían que sus familias las tomaran en serio. Los padres de Laura tenían un hospital, y su hermano también era militar. Ella siguió el linaje de médico para que su padre se sintiera orgulloso, pero su hermano que tomó un camino distinto tenia mas mérito. Al menos en las palabras de Laura, él era más reconocido y querido.

Así también fue militar, pero tampoco fue inteligente al entrar al servicio secreto. "Solo creía que me veía genial, una agente de servicio secreto y aparte linda, pero lo único que recibo son humillaciones. Nunca duermo con los turnos que tengo como doctora y luego tengo que ser una militar que hace cosas humillantes. Soy rica y yo decidí darme mala vida. Debería estar comprando diamantes y un lindo vestido. Mañana tengo que entrenarte para que sufras las mismas humillaciones que recibo y me siento mal por ti. "Porque a mí me enseñaron todo lo que sé en 5 años, a ti te enseñarán todo lo que sé en un año", y se puso a llorar y abrazarme. "Hace lo mismo que yo hago borracha", dije: me da escalofrío, mejor me voy.

Al parecer las dos repetían el mismo patrón, con sus familias y sus vidas.

Me fui a una habitación, todo me daba vueltas, no sé en qué momento me dieron tanto trago.

Empecé a decir "solo puedo concluir que no he hecho nada por mi vida. Ellas lograron desafiar el 'no puedes' de los hombres de su familia y yo que me he creído el 'no vas a lograrlo' de las mujeres de mi familia. No te asustes, esfani", me dije. "Tengo que dejar de pensar que lo que está ocurriendo en mi vida es solo una oportunidad crear un camino nuevo. Solo es salir de mi zona de confort. ¿Qué tan malo puede ser? Solo estoy haciendo algo nuevo con mi vida".

Tomé mi teléfono y empecé a buscar a las dos chicas. Dije: "por muy mala que digan que es su vida, son muy exitosas y me doy cuenta de que tienen mi edad". "Me va a dar una crisis existencial". Empecé a revisar sus cuentas, pero jamás me dijeron sus apellidos. Pensé que todo se podía obtener si se intenta. Alguien dijo que estaba siendo muy positiva, era Tomás y yo solo grité.

Él se rio.