Nunca te olvidaré

Capítulo 16 - Ausencia

<<Me bastó sólo una simple mirada para reconocerla. Casi en la orilla de la hoja lisa impresa a colores, un poco opacos por la antigüedad de aquel viejo anuario. Samantha Northon, como decía la pequeña etiqueta bajo la foto de la muchacha, parecía ser tal y como la describía su imagen, una chica discreta, tímida, poco social y que solía pasar desapercibida fácilmente. Pero a pesar de eso, poseía una belleza indiscutible, una belleza llena de inocencia, una tristeza claramente reflejada en sus ojos castaños y una soledad incomprendida en cada una de sus facciones. Era ella, sin duda se trataba de ella, de la dueña y escritora del diario que ahora se encontraba en mis manos.

- Y bien, ¿ahora qué vamos a hacer? - preguntó Rose cruzando los brazos sobre la mesa de madera.

- Pues…

Muy buena pregunta, ya teníamos la prueba de que Samantha y Curt existían y de que habían asistido a la misma escuela en la que ahora nos encontrábamos, y quién sabe, quizá se habían sentado en aquella mesa en la que estábamos Rose y yo en aquel momento. Pero, ¿qué hacer ahora?, no lo había pensando… ¿o era quizá que ni yo misma hubiera creído en la posibilidad de encontrarlos, de probar que aquello era verdad?

Miré fijamente el anuario que sostenía fuertemente entre mis manos y fruncí el ceño pensando con rapidez. Justo en ese momento la chica que se hallaba sentada en la mesa colocada en el rincón de la biblioteca se ponía en pie con toda calma y colocaba nuevamente el libro que había estado leyendo en su lugar, para luego salir fuera del sitio hacía el pasillo de la escuela. Y fue entonces, cuando nos encontramos casi solas, a excepción de la señora Zheng cuando aquello se me ocurrió.

- ¡¿Qué es lo que haces?! ¡No! - Rose miró horrorizada cuando con rapidez y aprovechando que nadie miraba, yo introducía el anuario en mi mochila.

- Sólo lo tomaré prestado por unos días, hasta encontrar con el paradero de Sam.

- ¿Estás loca? - exclamó ella tratando de quitarme la mochila de las manos -. ¡Nos pueden meter a la cárcel por esto!

La muchacha forcejeaba conmigo, pero a pesar de su temor seguía hablando bajito para no interrumpir a nadie, aunque claro, sólo estaba la bibliotecaria.

- No pueden meternos a la cárcel por eso - dije yo tirando del objeto.

- Bueno no, pero ella sí nos va a matar.

- No se dará cuenta.

- Claro que sí, el que tengas los ojos rasgados no quiere decir que no pueda ver con claridad… - replicaba ella luchando por lo soltar mi bolsa.

- ¡Señora Zheng! - exclamé de pronto mirando por encima del hombro de mi amiga.

Había funcionado. Rose soltó la bolsa al momento que daba un salto ahí mismo en su silla y miraba hacia atrás. Pero había sido una falsa alarma, una trampa que yo le había puesto para distraerla, y fue el momento que aproveché para cerrar mi mochila, colocarla sobre mis hombros y poner rápidamente los demás anuarios sobre un estante para después salir despedida hacia la salida.

- ¡Gracias, señora Zheng! Los anuarios me han sido útiles… ¡Los he dejado en el estante!

Pasé al lado de la mujer casi sin verla y salí al pasillo que nuevamente volvía a estar atestado de estudiantes que caminaban a su nueva clase.

- ¡Alex…!... ¡Alexa! - Rose llegaba a mi lado completamente agitada y las mejillas encendidas -. ¡¿Qué has hecho?!

- Te dije que ya lo devolveré cuando encontremos a Sam.

- ¿Y de qué te va a servir el anuario?

­- ¡Duh! - exclamé haciendo un gesto hacia ella -. La foto nos servirá para encontrarla. A ella o a Curt, a cualquiera de los dos.

Mi amiga me miró detenidamente con los labios fruncidos en forma de evaluación. ¿Intentaba decidir si estaba loca o no? Bueno, eso era lo que parecía.

- Está bien - exclamó relajando un poco los hombros -. Pero me aseguraré de que lo devuelvas en cuanto lo desocupes.

- Lo prometo - le dediqué una sonrisa que trataba de ser lo más inocente posible.

- Ahora vamos a clases, ¿sí?

No dije nada, sólo me limité a asentir con la cabeza y seguirla por el pasillo hasta nuestra siguiente clase. Sí, iría a la clase como siempre lo hacía, pero no dispuesta a poner atención y tomar notas como muchos estudiantes; en mi mochila se encontraba un diario que ansiaba ser leído por mí nuevamente, deseoso por revelarme todos los secretos y enseñanzas que ocultada entre sus hojas. Secretos que yo sólo sabría.>>

Una luz se encendió a mis espaldas y el rostro de Curt se iluminó, mostrando el tono cálido de su piel que no se hacía ver tan claramente bajo la luz mortecina de la farola, ni de la luz misma de la luna.

La delgada silueta de mi mamá se podía ver andando de un lado a otro de la estancia. En cualquier momento se asomaría por la ventana, si no era que salía a ver qué era lo que estaba pasando.

- Creo que tengo que irme - exclamé volviéndome nuevamente hacia mi novio.

- Sí. Creo que tu mamá empieza a preocuparse por ti. Además, hace mucho frío aquí afuera - comentó él con una leve sonrisa dibujada en su cara.

Podía ver en su rostro que no quería irse aún, pero en parte tenía razón, era tarde y empezaba a helar. Sentía como mi nariz y los dedos de mis manos empezaban a perder sensibilidad a causa del aire nocturno. Pero a pesar de todo quería seguir ahí, pegada a su cuerpo tibio y reconfortante, por que no había mejor calor que el suyo, que el que sentía en aquel momento, el de su amor.

- No quisiera despedirme todavía…

- Ni yo lo quisiera, pero… hay más vida mañana. Nos veremos, ¿verdad?

- Sí - contesté yo en un susurro.

- Bien. Entonces, hasta mañana - dijo Curt dedicándome una sonrisa.

Se acercó a mí y me dio un pequeño beso en los labios, tan de repente que mi corazón dio un respingo.

- Hasta mañana.

Me separé de él muy despacio, dando pasos cortos para después emprender mi camino a la puerta de mi casa. De camino hacia allá miré por encima de mi hombro repetidas veces. Curt aún seguía en la acera, mirándome atentamente, esperando a que entrara en mí casa. Y una vez frente a la puerta y con la mano sobre la perilla me di vuelta, Curt se había desvanecido de pronto. Ya no estaba ahí.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.