Me pasé todo el día de ayer nerviosa por la entrevista, apenas he podido dormir, miro el reloj y veo que son las 7:30, tengo 3 horas para prepararme, me dirijo a la cocina y tomo un bowl, lo lleno de leche y añado los cereales, después me dirijo a la ducha y a lavarme los dientes para quitar el mal olor mañanero, me seco el pelo, me peinaré y maquillaré después de vestirme, voy a mi dormitorio y abro el armario, elijo una falda de tubo, una camisa blanca y unos tacones negros no muy altos, he decidido que lo mejor es ir arreglada, la empresa Hale es muy importante por todo el mundo, tengo que estar a la altura, vuelvo al baño y me hago un peinado sencillo, dos trenzas formando una pequeña corona, me maquillo no muy llamativo y me miró al espejo, perfecta, ni muy seria ni muy juvenil, estoy lista, miro la hora y son las 9:30, genial, tengo una hora para llegar, agarro las llaves del coche y los papeles para la entrevista y me despido de mis padres.
- Adiós mamá, adiós papá, me voy a la entrevista, deseadme suerte.- digo mientras les doy un beso a ambos.
- Cariño, tú no necesitas suerte, todo va a ir genial.- dice mi padre mientras se toma un café.
Salgo de casa y voy hacia el aparcamiento, el mayor reto es encontrar el coche, pero finalmente lo consigo, introduzco la llave y me dirijo camino a la empresa.
Cuando llego veo que me quedan 10 minutos, así que opto por ir al aseo, pero de repente choco contra alguien y tira todas mis cosas.
- Perdone señorita, lo siento mucho.- dice un hombre mientras me ayuda a recoger mis papeles. Su voz se me hace familiar...
- No se preocupe, es culpa mía, estaba distraída pensando en la entrevista que voy a tener en unos minutos.- digo intentando levantarme del suelo, dios, aún me duele el tobillo.
- ¿Está bien?- dice con preocupación.
- Sí, no se preocupe, tuve un accidente hace unos meses.
- De acuerdo, suerte con la entrevista.- dice sonriendo ese extraño.
Le devuelvo la sonrisa y sigo mi camino hacia el baño, de acuerdo, me quedan 5 minutos, me miro al espejo y me aseguro de seguir bien, me dirijo hacia el despacho de Tyler Hale, es la hora Ashley, estás preparada, me digo a mi misma. Llamo dos veces a la puerta hasta que oigo una voz que dice...
- Adelante.- No puede ser, el hombre con el que tropecé es Tyler Hale, joder.
Entro y parece divertido con la situación, mi cara debería de ser un poema.
- Buenos días señorita Olsen.- dice sonriendo.
- Buenos días señor Hale.- digo intentando tragarme la vergüenza. No me había dado cuenta de su atractivo hasta ese momento, sus ojos verdes y su pelo castaño peinado hacia atrás, también posee una sonrisa preciosa, su mujer tiene verdadera suerte, aunque se ve muy joven para ser el jefe de una empresa.
- Por favor, tome asiento.
Me siento en la silla frente a él y espero sus preguntas.
- ¿Por qué necesita este trabajo?- dice apuntando lo que parece ser mi nombre en un folio.
- Principalmente, cómo le conté antes en el pasillo.-digo sonriendo levemente, sonrisa a la cual es corresponde con una pequeña risa, casi inaudible.- Tuve un accidente hace un par de meses y estuve mucho tiempo en el hospital, por consecuente perdí mi trabajo, no me gusta depender de mis padres, así que en cuanto me dieron el alta de rehabilitación decidí presentar mi currículum para poder ganar dinero y volver a mantenerme yo misma.
- Ya veo, ¿puedo preguntar cómo se provocó el accidente?
Mi cara se cambió totalmente, ¿cómo le diría a mi jefe que mi expareja casi me mata a puñetazos y patadas? Miraba hacia un lado y a otro, empecé a ponerme muy nerviosa.
- Señorita Olsen, ¿se encuentra bien? No hace falta que responda si no quiere.- dice mirándome preocupado.
- Gracias señor Hale, prefiero no responder.
Tras la entrevista me dirijo al ascensor muy felizmente, el señor Hale me dió el puesto y podría incorporarme al trabajo a partir de mañana. Cuando estoy en el ascensor alguien entra, es mi jefe.
- Nos volvemos a encontrar.- dice con otra de sus sonrisas, que chico más feliz.
- Por lo menos esta vez no he sido tan torpe de caerme señor Hale.- digo emitiendo una pequeña risa.
- Por favor llámame Tyler y trateme de "tú".
Cuando me doy cuenta ya habíamos salido ambos del ascensor y estábamos hablando en el pasillo.
- Perdona Tyler, no quiero molestarte, tendrás muchas cosas que hacer.
- No te preocupes, he venido para hablar contigo.
- ¿Conmigo?- En ningún momento a dejado de mirarme a los ojos, ni yo a él, es hipnotizante.
- Sí, me gustaría proponerte tomar un café para conocernos más.- Mi cara debe ser muy extraña porque las siguientes palabras que salen de su boca son...- Claramente relación jefe-empleada.
- Oh sí, claro. ¿Cuándo te viene bien?
- Ahora mismo si no estás ocupada.
- Sí, por supuesto.- digo con una sonrisa.
- Sígueme hasta mi coche.
Tyler y yo vamos hacia su coche, nos subimos y el camino hasta la cafetería pasa rápido y entre risas, de vez en cuando compartíamos miradas divertidas. Finalmente llegamos a la cafetería y he de decir que era preciosa, tenía un ambiente muy agradable, una música suave, pero que te hacía sentir cómoda, nos sentamos en una mesa cerca de la ventana.