I

Ñuzco

Uno de los nombres con el que se hace referencia al Diablo o príncipe de los ángeles del mal.

Soy Choi Grace: nombre originario del latín y significa "aceptada".

Y no creo ser aceptada en ningún lado.

  Maldigo aquellos tiempos donde sabía hablar, comunicarme con la gente ¿Por qué cambié tan de repente? ¿Qué fue lo que me hizo dudar de mis palabras? Creo que me volví ese cliché de persona que dice “Si pidiera devolver el tiempo”. Las cosas no cambian, nosotros sí, así que no le hago mucho empeño a esa pequeña oración con cinco palabras.

  Pero, creo que si tuviera la oportunidad de regresar, aunque sea por última vez… Lo haría, estudiaría el porqué de mi situación, mi timidez absurda. Ya mis padres no saben qué hacer para curarme, he ido a psicólogos, psiquiatras ¡De todo lo que tenga que ver con la conducta humana para responder las incógnitas! Hasta a un detective de la policía donde trabaja mi madre y nada. De todas formas, no es algo tan grave a mi parecer, no tengo monstruos en mi cabeza torturándome, mis neuronas están en perfecto estado ya que a escondidas de mis padres me hice una prueba de depresión, no sabía que eso existía hasta que mi abuela me dijo.

 Sin embargo, tengo mi toque. No existe empatía en mí, y eso sí es de preocupar. Le comenté a mis padres pero, ellos solo respondieron con: “Hay cosas más importantes que atender, es normal no sentir nada hacía otras personas con tu condición”.

¿La timidez y silencio repentino son tan delicados?

— Mañana te llevaremos a un campamento —comentó, mi padre. La cena no estaba tan deliciosa con eso.

— Ok —fue lo único que pronuncié.

— ¿”Ok”? ¿No quieres saber de qué? —preguntó animada, mi madre.

 Me quedé un rato pensándolo ¿Será divertido? ¿Acaso es un internado secreto? ¿Un hospital lejos de la civilización para experimentar conmigo? Me limité a solo asentir con una sonrisa, no creo que mis padres fueran capaces de dicho acto tan medieval.

— ¡Es un campamento de invierno, te divertirás mucho! Hay demasiados chicos y chicas, de seguro harás buenas amistades.

— Sí, es muy recomendado… Se llama “SOJA”, los dueños son los CEOS de la empresa —mi padre es entrenador de rap en GY. Sonrió para continuar lo que me decía—. Hacen muchas actividades y todos son adolescentes, como te digo, es muy recomendable entre los ricos y uno que otro deportista que se ha destacado en el país. Me gusta porque será un buen entorno para ti —mostró sus dientes y posó su mano sobre la mía que estaba libre, así que le devolví el gesto.

— Quién sabe y te consigas un novio —bromeó mi madre y mi padre la fulminó con la mirada.

— ¡Stephanie! —reclamó— Deja de meterle ideas tontas a mi bebé —volteó a mirarme, mi madre y yo estábamos riendo como focas—. Grace, dime que no conseguirás novio.

— Novia sí —interrumpió mi madre.

— ¡Detente! —rogó mi padre, angustiado— No, me arrepiento, hay que llevarla a un convento. Allá la van a corromper ¡De seguro tendrá el típico amigo gay!

— Ya, papá. No pasará nada, de todas formas dudo poder entablar una conversación con alguien como las que tengo con ustedes —agaché mi vista.

 Mi madre soltó un suspiro y mi papá continuó comiendo. Este tema para ellos no es de mucho agrado, apenas digo algo respecto a eso se callan y el ambiente cambia.

— Grace —habló, mamá—, tengo fe de que encontrarás a alguien con quien poder superar esto, solo~ hay que ser fuertes, la esperanza es lo último que se pierde. Esto es una gran oportunidad para los tres… Para ti. No te rindas, trata de decir tu nombre y las cosas que te gustan al momento de presentarte, nunca falta alguien que comparte las mismas rarezas que uno —sonrió y miró a mi padre.

 No dije más nada, terminé de cenar y me dirigí a mi habitación para poder dormir. Mañana empacaría mis cosas, aunque no me dijeron cuando era el día de partir. De todas formas no tengo de quien despedirme, nada más me iría y ya. ¿Conoceré a alguien? ¿Tendré una amiga o un amigo? No me importa si llega a ser mentira, solo quiero soñar, quiero una vida normal.

— Hija, despierta. El desayuno está listo —gritó mi madre desde el primer piso.

  Y como si se tratara de una película, la mañana llegó tan rápido como se fue. Me encontraba recogiendo mis cosas y adentrándolas a tres maletas, el campamento es de dos meses y medio ¿Por qué tanto tiempo si el invierno no dura tanto? Por lo menos en América  no, Corea del Sur es tan raro.

 Bajé las cosas junto a mi padre y las metió al maletero para entrar en el auto y emprender camino. Todo siempre fue risas y chistes, con los únicos que puedo ser yo son con mis padres, el miedo irracional a decir algo en frente de otras personas fue tan extraño. Ahora que lo recuerdo estaba en el parque jugando con mis amigos y me caí, al despertar no le decía nada a nadie.