ñuzco | Jin [mudado]

V

 

 

Ser inocente es lo mismo que ser estúpido.

 

 

 Grace seguía en la enfermería y sola, ya eran las 10 de la mañana y nada que la enfermera se reportaba. SeokJin se había ido aquella noche después de comer con ella, ninguno dijo nada, solo disfrutaron las papas con malteada y un poco de helado que pudo robar para ambos. Las cosas se veían tranquilas, ella podía observar como todos se divertían afuera. Grace también lo hacía pero, desde su libro. Su padre se lo había dado después de la pequeña charla arruina oportunidades de siempre. Este momento era la décima vez que lo leía, buscaba cualquier minúsculo detalle para poder cachetear a su padre literalmente, porque obvio, si lo hacía de manera física, éste le devolvería el triple y la lucha libre quedaría como un bebé al lado de ellos dos. 

 Su padre es muy creyente de Dios pero, no de la forma religiosa y fanática que muestra la mayoría de seres ignorantes en el mundo. Aunque el ignorante vive feliz. Pero, ese no era el caso. El señor Choi creía en Él de manera material, animal, humana... Para él, Dios era todo. Todo lo que era vida para la humanidad, también creía que todos nosotros éramos un Dios pero, de instrumento, puesto a que, la unidad (es decir, Dios) era el actuante. Él actúa a través de nosotros. Es por eso que los verdaderos milagros suceden por otro "humano". Grace recordó la historia que escuchó en la iglesia, ésa en la que un hombre se ahogó porque no quiso recibir ayuda de los demás porque esperaba que el todopoderoso bajara para ayudarlo, cuando en realidad Él se manifestó en todas aquellas personas que lo ayudaban.

 Que inocente.

 La enfermera por fin se decidió a llegar y traer el desayuno de Grace: Un caldo de pollo, té de limón y un poco de gelatina. La chica devoró todo como un animal, estaba despierta desde las seis en punto viendo como los campistas comían y hacían cosas mientras que su estómago rugía. Al terminar, la uniformada le explicó todo, diciéndole que no fue tan grave y que fue suertuda de que Kim Namjoon la haya encontrado antes de pasar a la verdadera hipotermia...

 Y fue ahí cuando Grace no comprendió nada ¿SeokJin no la había traído? Bueno, tampoco le preguntó. Él solo llegó en la noche, se disculpó, buscó comida y se fue a su cabaña. Grace respiró hondo y se alivió que Namjoon apareció para rescatarla... No sabía porque esperaba que el hijo de los dueños dejara de hacer sus cosas para ir a rescatarla cuando llamó nada más y nada menos que al moreno.  ¿Disgustos que dan gusto? ¿Gustos que dan disgusto? Sí~ gustos que dan disgustos pero, Namjoon realmente era el hombre que toda mujer querría tener. Su rostro es lo de menos cuando estuvo atento a ella desde el primer momento. Grace se sintió un poco triste cuando se preguntó "¿Por qué no ha venido?" Si se supone que son amigos ¿Por qué? Tampoco ha cruzado ni por el ventanal para asomarse aunque sea. 

— ¿Por qué esa cara? —hablando del chico.

 Se veía más guapo de lo normal. Su cabello algo largo parecía recién lavado peinándolo hacia atrás, su piel tan suave y sus excelentes pectorales ¡Hay que ser ciega para ignorar a este hombre! Traía puesto el uniforme deportivo del campamento (chaqueta gris, unos joggers del mismo color y zapatos deportivos blancos)

— ¿Tengo algo en la cara? —buscó un espejo, asustado. Grace rió un poco y le dijo que no como pudo, el chico se alivió y le extendió una bolsa de comida: Papas, pollo y arroz ¡Ah, sin olvidar su malteada! Namjoon no conocía mucho de ella pero, lo poco que hacía se esforzaba en hacerlo notar. Prueba de ello: Papas y malteada. 

 Grace sonrió y comenzó a comer de nuevo, ya eran las dos de la tarde y había perdido la noción del tiempo. Pensar la desconectaba del mundo. Namjoon le hablaba de las actividades que decían en su horario para detallar en qué momento coincidían ambos en la semana. Para su suerte... Una... Solo una... ¿Saben cuál? Sí, en la noche cuando todos estén dormidos. Ése era el único momento en la semana para poder conversar y pasar el rato. Claro, sin contar las comidas. El chico no era negativo, se emocionó como un niño al encontrar una oportunidad en común. Grace terminó de comer y Namjoon seguía conversando sobre temas variados como: Libros, películas, series, música... Temas que a Grace le encantaban. 

 El celular de Namjoon sonaba, lo estaban llamando. Él la rechazaba porque le importaba más la chica que una tonta conversación con uno de sus amigos; sin embargo, el autor de la llamada entró al lugar hecho llamas. Un chico de estatura común, labios gruesos y su cabello de un color claro como su piel. Miraba a los lados buscando al moreno hasta que lo encontró. Caminó hasta él y cuando estuvieron frente a frente... Se sentó a su lado, tranquilo.

— Ah~ hyung, llevo rato buscándote. Desapareciste en el almuerzo y me preocupé —soltó de un suspiro—. Por un segundo creí que te perdiste en el bosque como aquella chica —dijo, sin notar que "aquella chica" estaba enfrente de ellos. Namjoon le dio un codazo y cuando el chico lo notó se levantó para hacer una reverencia—. Disculpa, mi nombre es Park Jimin —extendió su mano para que la estrecharan y esta vez Grace estuvo más tranquila al hacer esta acción—... ¿Cuál es tu nombre?

— Se llama Grace —contestó, Nam—, Grace Choi —sonrió.

— Oh~... Te pareces a la chica que casi la devora un oso el día de la bienvenida —comentó otro chico entrando a la enfermería, parecía un niño. Namjoon le dio una mirada asesina y éste, como Park, lo notó para hacer lo mismo: Una reverencia y estrechar sus manos—. Jeon Jungkook, disculpa.




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