O' Sullivan Mystery: La Explosión de Neullén

Capítulo 6: La Familia Moore Martin.

Quedé impactada por el diario, supuse que en lo último que escribió, fue cuando desapareció, y abandonó a mi bisabuela, que en su entonces, mi tatarabuela recién estaba embarazada de ella.

 

Tenía que dormir, era de noche, y no podía salir de noche ya, sería sospechoso. Así que simplemente me quedé y dormí.

 

Al otro día partí a la biblioteca a buscar a Cony, quería que me acompañara a buscar la casa de los Moore, personas que sabíamos que estaban involucradas en la desaparición de mi tatarabuelo.

Cuando llegué, Cony estaba ordenando algunos libros de la estantería.

Me acerqué a ella, y nos saludamos, estaba muy ansiosa por verme y darle noticias sobre lo que pasaba.

La invité a tomar algo en el Café que estaba al lado de la iglesia.

Cuando hablamos, nos pusimos al tanto.

Igual que para mí, fue algo difícil tener que digerir todo eso, porque hay brechas en la historia.

¿Demandas? ¿Terrenos Privados? ¿Qué hacían los Moore en la plaza?

Esta historia era simplemente de locos.

Pero habían cosas por averiguar.

Después de una pequeña preparación, partimos yo y mi nueva amiga hacia la casa de los Moore.

Su casa estaba algo lejos, unas 12 cuadras hacia el este, partiendo desde la plaza de armas.

Las casas de la Avenida Delfino (dónde la casa Moore estaba) eran muy sofisticadas, grandes, casi como mansiones, diría que hasta hay casas más grandes que la de mi bisabuela.

Tuvimos que caminar un poco más para llegar a nuestro destino.

Su hogar era una mansión grande, dos pisos, grandes ventanales, todo muy al estilo colonial.

Se notaba que ellos tenían dinero, incluso más que nosotros.

(Yo que en ese tiempo, creía que mi familia era la más rica del pueblo)

Llegamos a su antejardín, y tocamos el timbre.

Su jardín era gigante, había hasta fuentes, estaba muy impresionada.

Por su parte, Cony, ella no le gustaba nada, pensaba que era solo para aparentar, que por tener grandes casas, no significa que seas una buena persona.

De hecho, a ella no le simpatizaba a los Moore, porque creía que eran muy engreídos y egocéntricos por sus ingresos, pero ella quería entrar solo para averiguar cómo seguía la historia.

Apareció una señora, algo arrugada y con su cabello más blanco que la nieve que caía en invierno.

Miró con desprecio a Cony, y ella devolvió la mirada, no había mucho amor entre ellas.

Pero cuando la anciana me miró a mí, su cara cambió. Reconoció que era un O'Sullivan al instante.

Tanto así, que cerró la puerta.

 

Simplemente la cerró.

 

Nosotras quedamos impactadas, la señora pasó de una cara de odio total a un miedo.

Al rato después, volvieron a abrir la puerta, esta vez era un joven, casi de nuestra edad, como de 17 años. Tenía una piel cobriza y su cabello negro, era alto y delgado. No era muy guapo la verdad. ¿O sí? No lo sé, diría que más o menos.

 

—¡Disculpen a mi bisabuela! A veces es algo rara.— Soltó una risita y se acercó a nosotras y abrió la reja del antejardín.

Nos invitó amablemente a entrar.

Cuando pasamos la puerta principal, quedamos impresionadas.

Bueno, la Cony no, a ella no le importaba.

Pero todo era literalmente como un palacio real, era muchísimo más grande de lo que se esperaba y los candelabros eran hermosos.

 

—Mi bombilla colgante en mi pieza es más bonita.— Afirmó Cony.

Después de reírnos un momento, ella continuó:

—No confío en él, es un Moore, de seguro que nos van a tirar caca de su perro o algo.—

 

Ella era así, odiaba a los Moore, sólo vivía criticándolos.

 

Nos llevó al comedor principal para poder atendernos.

Todo era muy lindo, hasta tenían 4 sirvientes y una niñera.



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En el texto hay: investigacion, mujer poderosa, latinoamerica

Editado: 22.01.2019

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