Obertura

Capítulo 13

Otoño
 

 

Azul se quedo quieta donde estaba, no sabía que pensar, era algo extraño, en muchos sentidos.

Esto no era fácil de entender, ella sabia que su amiga gustaba de Mason, por qué le decía esto ahora.

Miro a Summer que sonreía y le tomo la mano para darle un apretón a modo de ánimo.

Azul se giro al ver la sonrisa de su amiga y miro a Mason.

–Azul yo sé que esto es algo difícil de asimilar. ―Él saco sus manos de sus bolsillos. ―Pero... ―dudo. ―Yo estoy enamorado de ti, desde el primer momento en que te vi no he podido sacarte de mi cabeza.

Mason se acerco a ella y se sentó en el lugar donde Summer estado un momento atras. Por un instante de vacilación Azul pensó en que era una broma, buscó a su amiga pero no encontró rastro de ella.

―Yo no puedo vivir un día más sin ti a mi lado, sin poder decirte lo mucho que me gustas, no quiero perder la oportunidad de amarte y tenerte a mi lado.

Azul estaba totalmente callada, no salía del shock, no sabía que decir o hacer.

En su mente penso en mil formas en las que ella y Mason podían estar juntos pero esto iba más allá de todos sueños y su propia imaginación.

―Aceptarme en tu corazón, por que te prometo que  hare todo lo que este a ni alcance para hacerte feliz y no dañarte, yo solo quiero hacerte sentir querida, amada. ―Azul se llevo las manos a la boca. ―Y si me dices que no, aceptaré me condena y me alejaré de ti sin más reparos. ―Mason sonrió cuando termino y Azul sonrió sin poder evitarlo.

―¿Quien ha dicho eso? ― preguntó sonriendo, segura de que él citó a alguna película.

―Un tipo loco de amor.

―¿Quien?

―Yo. ―la miro a los ojos esos preciosos ojos que habia visto en el baño la primera vez y la hizo sentir como nunca con nadie. ―Es la primera vez que alguien lo dicen, fue algo de un hombre a su amada. ―ella se quedo callada.

Él se inclino, puso una mano en la mejilla de Azul y la acaricio, ella sentía una extraña sensación en su estomago, algo que de instaló ahí y removió todo en su interior, como si de repente dejar salir miles de sensaciones nuevas para ella en todo su cuerpo y no supiera si estaba aun en la realidad.

Colocó ambas manos en las mejillas de Azul y rozo la piel con sus dedos, ambos cerraron los ojos y dejaron que ese momento fuera para ambos, un instante que duró mil años.

Él se inclino más y rozo su nariz con la de ella, sintió como todo el dulce aroma de ella llegaba a él.

Busco la boca de la rubia y rozo sus labios con los de ella suave, buscando permiso, comenzó a sentir como ella se novio un poco alargando el roce y Mason sonrió.

Y la beso, un beso dulce, inocente, donde él entregaba algo que nunca pensó darle a nadie, en ese beso se entrego, su declaración de amor era algo cursi y lo sabia, pero por ella, por esta chica no le importaba.

La beso para mostrarle todo aquello que no era capaz de decir con palabras.

Ella recibió el beso, un suave y cálido, un beso como ningún otro, un beso que quedaría grabado en su memoria con fuego.

En sus sueños imagino muchos escenarios, imagino como seria besar a Mason, pero nada podía compararse con aquel momento, por qué esto era real, apretó su mano sobre los brazos de él y lo podía sentir, ella no iba a despertar para darse cuenta que todo era mentira, Mason estaba con ella.

Ambos terminaron el besó y se quedaron con las frentes pegadas, abrieron los ojos muy lentamente mientras miraban los ojos del otro, viendo el reflejo ahí, sonrieron como tontos y de nuevo se besaron.

Tuvieron su propia sección de beso, hasta que notaron que no habían dicho nada el uno al otro.

―Azul, yo se que tu y mi primo. ―comenzó Mason a murmurar, pero ella puso su dedo en los labios de él para callar sus palabras.

―No importa ya, tu primo y yo hemos terminando. ―comentó con voz firme, para ella ya no existía ninguna relación, esas últimas palabras habían puesto fin a todo para ella.

―Es una excelente noticia pero aun tengo una pregunta.

―¿Y cuál es?

―¿Aceptas ser mi novia?

―¡Oh bueno! Porque no me dejas pensarlo.

―Espera yo pensé que...

―¡Es broma! ―Lo besó. ―Que acaso piensas que me beso de ese modo con cualquiera, Mason seria un placer ser tu novia.

―¡Si!

Se dieron un beso, pero Mason se detuvo y la tomo de la mano y la puso de pie para llevarla con él.

―¿A dónde vamos? ―Azul estaba mirando a todo a su alrededor

―A inmortalizar nuestro amor. ― Mason sonrió al decirlo.

Azul no entendía eso pero se dejo llevar, por primera vez en su vida sentía que iría a donde fuera siempre que  Mason estuviera ahí.

Se detuvieron frente a la fuente del parque.

―¿Has oído hablar eso de que tirar una moneda a una fuente es de buena suerte? ―El coloco una moneda en la mano de Azul.

―Pero esta fuente no es la correcta, me refiero a que no hay nada de especial en esta.

―Pero no has pensado que tampoco había nada especial en las demás fuentes, alguien debió de lanzar su moneda primero y luego correr el rumor de que era mágica, por lo consiguiente nadie sabe si algo funciona hasta que lo prueba.

Azul sonrió y miro a Mason, tomo la moneda y la puso en su mano derecha.

―Entonces, ¿lo hacemos junto? ―él asintió. ―bien mano derecha hombro izquierdo. ―dijo y se puso de espaldas, Mason también.

―¿Lista?

―Sí.

―Una, dos y tres.

Ambas monedas fueron lanzadas y cayeron en el agua.

―Aún no entiendo eso de inmortalizar el amor. ―ella le dijo mirando a la fuente. ― tu idea es hacer que ambos recordemos que fuimos la pareja que fundó su propia fuente de los deseos.

―No, en realidad no, quiero que nos recuerde cuando admiren tu rostro en un museo. ―Entonces tomo los hombro se su novia, el sonido de la palabra sonaba hermoso en sus oidos.

La giró para que ella mirara el cuadro sobre el tripie, que propios y extraños estaban comenzando a admirar al pasar por el parque.




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