Dias Grises
Verde, verde, verde y más verde.
Esa era la vista de Summer mientras volvía a casa, al menos estaba más agradecida con el verde, ya que era un color alegre, y luego de ver a tanta gente vistiendo de negro no estaba muy animada para un viaje.
La familia de su padre insistió en que se quedaran un día más después del funeral para descansar, pero su padre había sido renuente al decir que no se podía quedar ya que tenía que regresar, el tenía que ir al trabajo al día siguiente.
Summer estaba cansada, y no le hubiera molestado el hecho de quedarse a pasar el resto del día y marcharse hasta mañana. Pero el marcharse más rápido tenia sus puntos buenos, ya que necesitaba saber que estaba pasado con Azul.
A pesar de que su amiga al fin contesto el teléfono, Summer sabía que algo andaba mal.
Cuando llego a la casa de sus familiares, no reconoció a nadie, todos parecían rostros borrosos de una vieja foto, todos la saludaron y mostraron sus condolencias.
Ella estaba agotada luego del viaje, pero no pudo ir a dormir, y terminó aún más cansada de ver como todo el mundo tenia interés en ella, por ser la única sobrina que la familia que llevaban tiempo sin ver.
Una tía abuela se la pasado interrogándola sobre su vida, tantas preguntas y personas la pusieron nerviosa y termino derramando su jugo sobre el sofá.
Eso la etiquetó como la sobrina torpe.
Para cuando llego la comida sentía que cada mirada estaba sobre ella, pues todas las personas en la mesa parecían tener muy buenos modales, no comió bien por estar atenta a los demás y tratando de imitarlos para no quedar mal en eso.
Casi bailo de alegría, cuando unas primas comentaron que debían ir al centro por unas cosas y la invitaron a acompañarlas.
Espero que su padre se negara, pero la dejó ir sin tanto problema, alegando que confiaba en que sus primas cuidarían de ella, estaban en familia después de todo, pero aún asi antes de que se fuera le lanzó una mirada de "compórtate o me las pagaras luego".
En el camino sus primas no le prestaron mucha atención, sintió que la única razón de ser invita a ir con ellas fue la cortesia o por que la vieron tan sola que les dio pena. No está interesada en averiguar cual había sido la razón.
Cuando llegaron a su destino las primas mayores o de igual edad que ella se fueron hablando de sus vidas y la escuela y esas cosas, dejadora a ella y a una chica de unos trece años.
La chica fue muy amable con Summer mientras caminaban por varias calles.
-¿Entonces a ti ellas también te ignoran como lo hacen conmigo? -preguntó Summer.
La chica se paso el pelo negro por detrás de su oreja y miro a Summer. -Si, ellas me ignoran porque siempre usan el pretexto de que soy demasiado chica para entender de que hablan. -suspiro y sus grandes ojos marrones la miraron. -Pero no es demasiado importante, ellas solo hablan del actor guapo de una película o de moda.
-¿Y a ti no te importa eso? -adivino Summer.
Su prima asintió.
Un momento de silencio se extendió entre ambas.
-Oye, ¿tienes un teléfono que puedas prestarme para realizar una llamada?
-No, mi papá dice que me lo quito al venir. Quería que pasara tiempo con la familia. -Summer bufo un poco por no conseguir esa llamada. -pero si quieres llamar aquí cerca hay unas cabinas telefónicas te puedo llevar y has tu llamada.
-Claro. -miro al grupo de chicas que caminaban delante de ellas. -Pero no crees que ellas notaran que nos hemos ido, además no quiero perderme.
-No te preocupes, conozco este lugar, se te olvida que soy de aquí, mamá y yo siempre venimos de compras. Y en cuento a ellas. -miro a las chicas. -No creo que se den cuenta.
-Vamos entonces.
Se fueron caminando hasta las cabinas y Summer agradeció mentalmente el haber comprado unos dulces en el camino y ahora contaba con cambio para hacer la llamada, solo esperaba que Azul atendiera.
Entro y tomo el teléfono, esperando a que la línea funcionara, marco el número y luego metió el dinero esperando que la llamara fuera atendido.
Pasaron tres tonos y pensó que su amiga aun no contestaría, y no lo hizo. Se sintió mareada y preocupada por el hecho de que Azul no contestara.
Marco una segunda vez con la esperanza de que su amiga no haya llegado a tiempo al teléfono.
Esta vez conto con más suerte pues al segundo tono contestaron.
-Alo. -la voz de su amiga sonó áspera y diferente como cuando esta enfermaba de gripe o había estado llorando.
-Azul, soy Summer. ¡Dios mío! Mujer por qué no me has contestado el teléfono, he estado muerta del susto, llevo mucho queriendo comunicarme contigo.
-Lo siento, Summer, es solo que bueno ha sucedido algo, pero sería mejor si vinieras.
-Pues estaría encantada de hacerlo pero... Espera no has revisa tu contestadora, te he dejado muchos mensajes contándote donde estoy.
-¿Cómo? ¿donde estas? -el pánico sonó fuerte en la voz de Azul. -Amiga no me digas que tu padre te hizo algo, espera el no te habrá mandado a un convento a un internado ¿Verdad?
-No, Azul estoy en casa de unos parientes con mi padre, un tío murió y hemos venido a su funeral.
-Pues cuando vuelvas puede que vengas al mío. -murmuro Azul.
-Espera ¿que has dicho? -Summer pensó que escuchó mal.
-No, nada ¿cuando vuelves?
-Creo que mañana, no estoy my segura, ya sabes cómo es esto y como es papá.
-Okey entonces te esperare aquí. - suspiro al teléfono. -Yo igual no tengo mucho que hacer.
-Vamos no seas dramática puedes buscar que hacer, estamos de vacaciones puedes hacer mil y una cosas ahora.
-No, en realidad no estoy de ánimo para hacer nada. -sentía raro el tono de voz de su amiga.
-Pues sal con Mason, creo que ambos encontraran la manera de divertirse sin mí.
Azul sintió que las lágrimas tras sus ojos comenzaban a picar para salir y trago fuerte buscando su voz.