Conociéndote
Dos días después salieron con teo. La salida de ese fin de semana fue muy divertida, por mucho que Summer no queria admitido.
Teo llevo a un bosque, él preparo un picnic para esa salida.
-¿No se supone que son las chicas a que preparan los picnic? -Summer hablo al verlo sacar la canasta.
-Hace mucho que las mujeres dejaron de ser solo parte de la cocina y los hombres tenemos derechos, podemos hacer un picnic para nuestras amigas.
Azul sonrió ante su respuesta.
-Ademas ustedes no tenian idea de que se haria tarde para el almuerzo y no se preparon para una salida tan larga.
-Su ya deja de criticar y mejor disfruta de esta comida, por que no se usted pero está cosita y yo tenemos mucha hambre.
Azul se sento sobre la manta que Teo tendido sobre la grama y tomo los bocadillos que Teo le ofrecia.
Summer se sento junto a su amiga.
-Así que... ¿Son hermanas? -preguntó Teo.
-Sí.
-Sin querer ofenderlas, no se parecen en nada.
-Ella se parece más a mamá, y yo a papá. -Azul sonrió.
-Eso es interesante.
-No, realmente no lo es, solo es genética.
Azul puso los ojos en blanco.
-¿Tú tienes hermanos?- preguntó Azul mientras mordia su comida y ignoraba la mala actitud de su amiga.
-Sí, dos hermanas mayores. -él sonrió.
-¿Cuántos años tienes?
-Diecinueve. ¿Y ustedes?
-Diecisiete y dieciocho. -Azul habló, señando a su amiga primeeo y luego a ella.
-¿Eres la mayor?
-Así es.
-Y la que más habla. -sonrió. -Summer no has dicho una sola palabra desde que nos sentamos a tomar este descanso.
-No tengo nada que decir realmente.
-¡Oh vamos! Todo el mundo tiene algo que decir en estos dias, puedes opinar de lo que deseas.
Summer se quedo en silencio, Azul solo le dedico una mirada a Teo cargada de disculpas.
-¿Y de que trabajas, Teo?
-Ayudo a mi padre en la empresa, soy algo asi como el asistente del encargado.
-¡Suena Genial! Pero ¿no te aburre estar en una oficina todo el día? -Azul preguntó.
-Realmente si lo hace, no creo ser un tipo de oficina, me gusta más otro tipo de cosas.
-¿De qué ue te gustaria trabajar?
-Maestro.
-¿De qué materia? -preguntó Summer y ambos la vieron, Teo sonrio.
-De primaria, creo que enseñar a niños debe ser algo muy interesante y me encantan los niños.
-¿Y por qué no lo haces? - Summer le preguntó.
-Mi padre prefiere que me quede al frente de su negocio, soy el único hijo.
-Deberias decirle a tu padre y intentarlo. -Summer lo miraba con interés.
-Yo no lo sé, él no la cosas de la misma forma. -Vio al bosque. -Creo que enseña a niños es algo importante y me gustaría saber que algo de lo que yo se quedaran en su mente el resto de su vida.
-Pues inténtalo, me gustaria que un maestro con esa mentelidad le enseñe a mi bebe
-Creo que a todas la madres les gustaria tener lo mejor para sus hijos.
-Sí, creo que es una de las verdades de la maternidad.
Azul le sonreía.
El resto del viaje fue interesante, Summer comenzo a hablar con más frecuencia.
Teo les mostro las bellezas de aquel lugar, una reserva natural que albergaba diferentes paísajes que dejaron a Summer con ganas de sentarse a pintar.
-¿Y bien les ha gustado? -preguntó él cuando estaban de regreso en casa.
-Sí, fue divertido, cada día me gusta más este lugar. - Azul llevaba un abrigo muy calentito que dejaba ver un poco de su figura.
-¿Podemos planear un segundo paseo?
-Sí, seria genial. -Azul comenzó a dar saltito muy feliz y emocionada por la idea.
-¿La otra semana? -preguntó él mirando a Summer.
-No creo, el otro fin es navidad y tal vez tengas planes con tus padres y nosotras...
-Nosotras no haremos nada. -Azul la miró. -¿Asi que la otra semana?
-No, Summer tiene razón son las fiestas y siempre hay algo que hacer.
-Bueno ¿Después de las fiestas?
Teo sonrió y miro a Summer. -¿Vas a estar libre el otro año?
-Mi amiga nunca tiene nada que hacer. -dijo Azul ganandose una mala mirada de parte de su amiga.
-Puedo contestar sola y lo sabes ¿no? -miró a el chico. -No hago planos a largo plazo y el otra año puede estar lleno de muchas cosas.
-No puedo estar más de acuerdo con eso. -Teo sonrió.
Después de dejarlas en la puerta de las casa se marchó con una sonrisa.
-No, fue tan malo ¿O si? -preguntó Azul.
-No, creo que es agradable. - miró a su amiga cuando esta abrio los ojos. -Deten tu mente y no pienses otra cosa, es divertido pero no quiere decir nada más.
-Yo no he pensado nada.
Entraron abrazadas a casa y luego se fueron a su habitación por que Sofia no estaba.
-¡Dios me estoy poniendo como un balón! -Exclamó Azul mientras se quitaba los zapatos.
-Y eso que estas comenzando.
-Y que lo digas, realmente quiero que nazca ya, para poder tenerlo a mi lado, siento muchas ganas de verlo.
-Sí lo se, yo cierto igual.
-Crees que sepa que lo esperamos.
-Imagino que si, espero tambien sepa que lo queremos.
-Sí, claro que lo queremos y esperamos a nuestro salvador.
-¿Nuestro salvador? -Preguntó Summer.
-Sí, solo piensalo, si no fuera por él, todas las cosas que pasaron no se hubiera desatado. Y tu y yo seguiriamos en aquel lugar sufriendo o...
-Muertas.
-Sí. -Azul tomó el brazo de su amiga y lo examinó. -Pero no paso, por que él nos salvo, fue lo que necesitamos para salir y ahora estamos a salvo y en un mejor lugar, puede que no sepamos que pasara ahora, pero ya nadie puede deñarnos, no vamos a dejarnos nunca más.
Ambas se miraron y ese silencio fue el juramento de esa promesa.
-Azul, ¿te puedo preguntar algo?
-Yo creo que ya lo hiciste.
Ella sonrio y miró a su amiga. -¿Tu sabes quien es el padre del bebe?