Prólogo

Dicen que nacemos con un destino escrito pero que ese mismo destino puede tener diferentes finales. Finales felices, finales tristes y finales un poco decepcionantes pero son finales que se dan por las acciones y decisiones que tomamos.

Muchas de las veces nuestra historia no termina como lo hubiéramos querido.

También es muy cierto eso que dicen de que nosotros como personas no nacemos siendo malos, a nosotros nos vuelven malos y por eso es bueno tener un poco de gentileza. Todos cargamos un pasado, todos cargamos un peso sobre nuestra espalda que lamentamos.

Se preguntaran, ¿De eso tratara esta historia?

Pues no. Pero ahora sí se viene lo chido.

..

—¿Me la contarías otra vez?— preguntó un niño suplicando con cara de perrito mojado.

—Por supuesto cariño— dijo ella en un tono dulce.— Ponte cómodo— informó.

El niño obedeció y se acurrucó en la cama con las manos dentro de la suave cobija.

—Cuenta la leyenda que hace muchos años pero no se exactamente cuánto, existieron personas con dones increíbles que podían hacer grandes cosas. El jefe mayor es el encargado de pasar esos poderes y a su vez de entrenar a nuevas personas para salvar el mundo— contaba ella mirando a su hijo contenta.

—¿Salvar el mundo de que?— preguntó él.

—Del mal que habita en el pero ya eso es historia para otro día. Ahora duérmete— ordenó ella, le dio un beso en la frente a su pequeño y apago las luces. 

Cuando su madre finalmente salió de la habitación, el pequeño niño aprovechó para ponerse de pie y buscar el libro de su madre. Ya una vez en su mano volvió a la cama y comenzó a hojear hasta quedarse dormido.

Lo que no sabía este pequeño niño es que su vida cambiaría por completo.

..

Por otro lado. La vida de Emily Clayton que ya era dura termina por se complicarse aún más cuando ocurren una cadena de sucesos que terminan por hundirla aún más, al tener una responsabilidad sobre sus hombros se verá en la necesidad de decidir por el futuro del planeta.  

¿Podrá lograrlo?, Ya lo veremos.