12- El nuevo Jungkook

Dos semanas después…

Todo estaba marchando perfectamente, de hecho… demasiado perfecto, algo en mi pecho me dice que algo no va a estar tan bien, es ése llamado “Instinto femenino” o “Sexto sentido” Jungkook había preparado un día de campo y ahí estábamos, sencillamente no puedo creer que ése hombre sea mi esposo, es… un sueño del que no quiero despertar, pero las punzadas en mi corazón son más constantes… eso significa que algo está a punto de pasar.

El día transcurrió tranquilamente, terminamos jugando con unos niños que pasaban por ahí, eso me hace pensar que Jungkook sería un buen papá.

La noche había caído, íbamos caminando a casa, mis pasos se detuvieron en seco al escuchar un golpe a mi espalda, me di vuelta sobre mis talones y un niño estaba en el suelo, más allá pude ver a mi esposo todo cubierto de sangre.

Ésta noche se había convertido en la más larga de mi vida, pareciera como si las horas se hubiesen congelado, podía ver como los médicos entraban y salían y ninguno me decía como estaba mi esposo. Mi corazón sentía nuevamente esas punzadas, estaba sentada hasta que llegaron los padres e Jungkook, sus rostros tan confundidos y asustados, al igual que el mío.

Eran las tres de la mañana cuando por fin nos habían dado noticia, se encontraba estable, más aún no había recobrado la conciencia, regularmente podía ver como los señores se limpiaban las lágrimas.

Seis de la mañana, tuve que ir al baño y al regresar Jungkook había despertado, o eso me dijo una enfermera, al entrar en la habitación la señora Jeon me vio con lágrimas en sus ojos y pude entender el motivo al acompañarla afuera.

S/J: T/N… Ash… ¡¿Cómo puedo decirte algo así?! –Yo la observé en silencio, mi corazón estaba ansioso para saber lo que había pasado con mi esposo- El médico dijo que él tiene una inflamación en el cerebro, lo cual hace que el pierda algunos recuerdos- ¿Está diciendo que él no me recuerda?, interrumpí algo confundida- No exactamente querida… Recuerda quien eres, sabe que eres su esposa, pero… -¡¿Pero?! Pregunté casi gritando, estaba totalmente desconcertada- No recuerda nada de lo que pasó entre ustedes después de la boda.

T/N: Es decir que soy una completa desconocida para mi esposo… -dije mirando hacia el vacío, ella asintió con una muy leve sonrisa, más bien una de preocupación y tristeza –Señora… creo que lo mejor es que me vaya, los esperaré en casa, cualquier cosa me llaman –Ella trató de detenerme, pero yo era como un robot, que caminaba a la salida completamente vacía, no entendía lo que estaba pasando y tenía miedo de entenderlo, tenía miedo de lo que traería el mañana, ahora entendía las punzadas en mi corazón, pero no sabía que esto iba a doler más que ellas.

Pasaron uno o dos días y yo me encontraba en la sala, sentada en el mismo lugar que cuando llegué, mantenía la mirada en el mismo punto, esperaba que alguien llegara y me despertara o que me dijera que todo esto era una broma de muy mal gusto. Pero para mi mala suerte nadie llegó, nadie lo hizo, nadie me despertó.

Un mensaje de la madre de Jungkook me sacó de mis pensamientos: “Querida, Jungkook saldrá a medio día, prepárate… ha estado algo demasiado difícil. No te sientas mal, todo saldrá bien, solo ten paciencia”

Al leerlo abrí mis ojos como plato, fui rápidamente al baño, realmente estaba hecha un desastre, tomé lo necesario y tomé una ducha, me vestí y peiné como normalmente lo hago, bueno, esta vez un poco más, siento como si fuese a conocer a alguien realmente importante. “Señora Jeon, Prepárate para lo peor” me dije a mi misma viéndome en el espejo, soy la única que en este momento puede animarme.

Me dirigí a la cocina y preparé la comida favorita de Jungkook, había dejado todo en orden justo a tiempo, la puerta comenzó a sonar, mi corazón hizo más notorio que estaba palpitando, me acerqué lentamente a la puerta, mis manos estaban temblorosas y húmedas, abrí la puerta y saludé a los señores como de costumbre, entró Jungkook con prepotencia y se dejó caer en el sofá, los señores me observaron, mostrándome con su mirada la preocupación que se agolpaba en sus pecho.

Salí al patio por un momento con la señora Jeon, inmediatamente después de salir ella me estrechó fuertemente contra ella en un abrazo… pude sentir mi hombro humedecerse lentamente. Ése abrazo, nos hizo saber que aunque había comenzado la tormenta, hay esperanza de un final.

Ella me explicó la conducta de su hijo, lo describía como un Jungkook completamente diferente al que conocí, diferente al que todos habíamos conocido.

El momento que tanto temía llegó, estaba sola con Jeon Jungkook, estábamos cenando, todo estaba en silencio, igual a la primera vez que cenamos en esta casa.