CAPÍTULO 3
Entro a mí casa y suelto toda el aire que tenía reprimido.
Me dirijo a mí cuarto, me quito el vestido y mí celular empieza a sonar, miro la pantalla y el nombre de Emma, aparece en la pantalla.
Suspiro, vaya hasta que se da de cuenta de que me fui.
— Hola.—digo
—Raven ¿Dónde carajos estas?—dice alterada.
— En mí casa.— digo despreocupada.
—¿Qué? ¿POR QUÉ NO ME AVISAS TE? — dice alterada.
— Porque estabas ocupada y además no es para tanto.— digo rodando los ojos.
Y, claramente si fue para tanto, ya que un hombre desconocido me siguió, sabe mí nombre y me trajo a mí casa.
— Bien, te dejo porque aquí ahí un guapetón que me está esperando.— dice, a lo que yo suelto una carcajada por su comentario.
— Bien, ¡Usa condón! — digo para luego colgar.
Dejo mí teléfono en la mesita que tengo alado de la cama, miro hacia al techo y esos hermosos ojos aparecen en mí cabeza.
_《Taylor, Taylor, Taylor》
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Ese nombre se repite en mí cabeza.
Cierro mis ojos y me quedo profundamente dormida.
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Me despierto por la terrible y maldita alarma.
Me levanto perezosa y camino al baño, hago mis necesidades y salgo envuelta en una toalla.
Tomo ropa del armario, que consiste en un pantalón negro, una camisa blanca y una chaqueta de cuero.
Bajo a desayunar y están sentados, todos desayunando tranquilamente y platicando.
Le doy un beso en el cachete a mí padre, madre y a mí hermano lo abrazo, lo cual sé que le molesta y lo hago con más gana.
— Suéltame, Raven dañarás mí peinado.— dice como un niño pequeño.
Yo le saco la lengua, y nuestros padres se ríen.
Como un poco del desayuno y una bocina suena afuera, tomo mí mochila les mando besos en el aire a todos y camino hacia la puerta.
Subo al auto de Emma y ella arranca.
-llegamos a prisión -dice ella sarcástica.
Yo solo río por su comentario y camino dentro de la escuela, escuchó murmullos por todos lados, pero no les tomo importancia.
Caminamos a nuestros casilleros y una vez en ellos lo abrimos.
— Raven te veo más tarde.— dice para morder su labio e irse junto a un chico. Mí única acción es negar y reir.
— ¡Pero mira a quien tenemos aquí!.— habla la voz que más detesto en este mundo.
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《Alejandra》_
— Ya decía yo porque huele a zorra.— digo cerrando mí casillero.
— Me contaron que te vieron en la fiesta de anoche con un galán.—dice mirándose en su pequeño espejo mientras retoca sus labios rojizos.
— ¿Te importa?— digo con una ceja alzada.
— Ya decía que eres bien perra.— pronuncia esas palabras delicadamente.
Y sin pensarlo dos veces me lanzo encima de ella haciendo que callera sobre ella tomo con mis manos sus extensiones y con fuerzas las jalo, formo mi mano derecha un puño y justo cuando se lo voy a estampar en su cara unos brazos rodean mi cintura.
— ¡SUELTAME QUE QUIERO ACABAR CON ESTÁ PERRA! — grito alterada.
— Cálmate, Raven.— la suave voz de mí mejor amiga me calma.
— ¡LA PRÓXIMA TE MATO! — grito para luego salir de ese lugar.