Un Taylor, con ojeras y una barba de hace una semanas, hace aparición.
Taylor camina hacia a mí a pasos largos y me da un abrazo sutil, pero cariñoso. Para no lastimarme.
— mí Raven, mi princesa, creí que te había perdido —me dice con los ojos llenos de lágrimas.
Iba a hablar pero su boca me interrumpe, sus labios sobre los míos son un compás, paso mis brazos por su cuello para apegarlo más a mi.
Un Carrasco hace que nos separamos y nos volteemos.
El doctor nos ve con una gran sonrisa.
—Perdón por interrumpir, pero necesitamos hacerte unas preguntas para ver si te podemos dar el alta en unas semanas.— dice.
Asiento con la cabeza.
Después de que el doctor me hizo, literalmente un interrogatorio, dijo que no puedo irme aún, ya que necesito masajes y ejercicios para la movilidad.
Mis padres y mi mejor amiga se lanza a abrazarme, se separan y una lágrima se me resbala. Mi madre pone una silla a mi lado de la cama.
—¡oh mi niña!— me dice mi mamá.
Jeam, Max, Alex y Camila, sd acercan a la camilla y me abrazan.
— Pensamos que nunca te volveríamos a ver enana.— dice Max con una gran sonrisa.
Una tos falsa hace que miremos hacia la puerta.
Y ahí esta el hombre, con el cual me he enamorado.
Taylor está de pie con un ramo de flores en su mano y una gran sonrisa.
《¿Lo amas? 》
Esa pregunta me invade la mente.
《¿Lo amo? 》
Taylor se acerca y me da un abrazo. Me reparte beso por todo el cuerpo. Compartimos mirada por largo instates largos. Diciéndonos de todo con la mirada.
— Te amo, Taylor.— digo.
Taylor se queda sorprendido por mis palabras.
—Yo te amo más, Raven. — me responde.
— Raven ¿podemos hablar un momento a solas? —me dice el doctor. Asiento. Y todos los demás salen de la habitación. Al estar un mes en coma, se me dificulta caminar y hacer movimientos. Por ello me están haciendo masajes para recuperar la movilidad.
》 Raven, hace unas semanas nos dimos cuenta que..., — se toma unos segundos.— Estás embarazada. No quisimos hablar con los demás familiares, ya que necesitabamos hacer análisis. Para salir de dudas. Pero hoy, los resultados llegaron y efectivamente embarazada.
Esas palabras me caen como un balde de agua fría.
Siento mi garganta seca, mi mente está hecha un caos.
— Creemos que estás entre los dos primeros meses.— dice chequeando mi expediente.
— Estoy embarazada. — susurro.
La enfermera se retira, y al estar sola no puedo evitar llorar. ¡Joder, un bebé! Ni siquiera puedo andar, ya que al estar en coma perdí la movilidad. Pero un bebé, es un regalo maravilloso.
Amo a esté bebé.
—¿Qué pasa princesa? —pregunta Taylor. Después de entrar sin siquiera darme cuenta.
—¡Estoy embarazada, Taylor!— digo en un susurro y con una enorme sonrisa.
Taylor se queda estático, me ve.
—¡VOY A SER PAPÁ! — grita alegre. Me da besos en todo el rostro.
Por su grito los demás entran, empiezan a reír y abrazarme.
Aunque un bebé no estaba todavía en mi planes, no me importa porque solo Dios sabe porqué hace las cosas.
Y aunque tenga diecisiete ya en dos semanas cumpliré dieciocho años.
Voy a criar a mi bebé, y cuidarlo.