El tiempo pasa y el invierno se aproxima una época del año frió, relajante o bueno para mí lo es.
Tomo mi suéter gris abro la puerta y camino al despacho de Taylor.
Se preguntaran ¿ qué vas a hacer ahora?
Bien, e guardado en mi vida tantos secretos, tantas verdades y ya es hora es hora de que Taylor sepa quién es Raven.
Cuando estoy parada en la puerta del despacho de Taylor los recuerdos vienen a mí De repente la imagen de Taylor diciéndome que me quería, diciéndome que me amaba hacen que mis manos tiemblen.
Lo amas.
y aunque odiaba que odiaba la idea, mi subconsciente tiene razón.
lo amo tanto que su amor me vuelve tan débil, y sin notarlo miles de lágrimas bajan por todos mis ojos mi labios inferior tiembla al igual a mi cuerpo y la rabia inunde mi cuerpo.
-¡TE ODIO, TE ODIO!-Grito frutada y con las manos hechas un puño.
La puerta se abre de repente dejando ver a la vista a Taylor este me mira de pies a cabeza y frunce sus cejas.
-¿qué pasa Raven?-pregunta totalmente confundido
-¿qué pasa?...pasa que te ODIO pero me ODIO más a mí por amarte-hablo con los dientes apretados, mis palabras salieron como veneno de serpiente
-¿hasta cuándo? ¿Hasta cuándo vas a parar de lastimarme?-pregunto ya más calmada pero de igual forma con mil lágrimas en mis ojos.
-Raven tienes que calm...- no le dejo terminar de hablar porque lo interrumpo con más odio en mis palabras.
-quiero que escuches las siguientes palabras Taylor Bradley-hablo con los dientes apretados.
-¡ERES LO PEOR QUE ME A PASADO EN MI MISERABLE VIDA!-grito y se que mis palabras le an dolido, lo sé porque a mí también me dolieron.
Su cara lo único que refleja es DOLOR, como si le uniera acabado de enterrar un cuchillo caliente en su abdomen.
y paso lo que nunca pensé ver en mi vida, paso lo que me destruyo por completo lo que hizo que soltara un grito de frustración.
Frente mi estaba Taylor con su cabeza agachada y lágrimas en sus ojos, aquella imagen me hacía sentir culpable, jamás pensaba ver en mi vida a Taylor llorar y sé que sus lágrimas eran reales por dentro lo sabía perfectamente.
Y todo paso para mi rápido, tomo a Taylor de su mandíbula y sin pensarlo dos veces uno mis labios con los suyos.
Sus labios sobre los míos se sienten perfectos se sienten el maldito paraíso un paraíso que nunca quiero que desaparezca.
-Te amo-digo llorando
-yo...te amo Raven-me responde.
me separo un poco de el para luego darle un delicioso abrazo, recuesta mi cabeza en su hombro mientras que su perfume inunda mis fosas nasales.
Taylor se separa de mí de repente y viendo cada uno de sus movimientos Taylor se arrodilla frente a mí.
-sé que no merezco esto Raven, sé que no merezco tu amor, pero es que sin ti no sé qué sería de mi vida-dice mientras agacha su cabeza
-¿perdóname Raven?-dice mientras una lagrima resbala por su mejilla.
sé que lo que me dirán que soy imbécil pero...es que lo amo
-una Taylor, una sola oportunidad, si cometes una estupidez por mucho que te amo no podré volver a perdonarte-hablo viéndolo a los ojos.