Lethe
Llegó el momento en el cual el sombrero reposaba sobre mi cabeza, deliberando en qué casa estaría.
McGonagall me había explicado que habían cuatro: Gryffindor, Slytherin, Hufflepuff y Ravenclaw. Aunque eso yo ya lo sabía, como ya había dicho anteriormente: mis padres estudiaron aquí.
Mis padres estuvieron en Slytherin. A los dos el sombrero los eligió de inmediato, por lo que tenía miedo de quedar en otra casa y que a ellos nos les sentara bien.
—Eres difícil... muy difícil... —comenzó el sombrero—. Veamos... ¡SLYTHERIN!
Admito el tremendo alivio que sentí en ese momento. No sabía mucho sobre las casas, pero sí era consciente del gran respeto y devoción que tenían mis padres hacia Slytherin.
La mesa de mi casa asignada aplaudía mientras yo me dirigía a sentarme. Caminé algo insegura, buscando con la mirada un sitio, hasta que vi a los chicos con los que hablé en el tren. La chica de pelo rizado levantó su mano, haciéndome señas para que me acercara a ellos.
Los saludé con una sonrisa y me senté junto a Ava.
—Bienvenida a la mejor casa. —La chica me guiñó el ojo y ella rió.
Sonreí, colocando algo de comida sobre mi plato. Había pollo con papas, zumo de calabaza y tarta de manzana de postre.
Siempre he odiado la tarta de manzana, por lo que eliminé esa opción y solo me coloqué el pollo con papas.
—Y bueno, cuéntanos ¿de qué colegio vienes?
—Nunca he estudiado en uno —contesté, bajando la mirada.
Me daba algo de vergüenza admitirlo. Todos ahí llevaban desde muy pequeños estudiando en ese colegio. Lo tenían aprendido de memoria.
—¿Nunca? —preguntó Ava sorprendida.
—No, siempre he estudiado en casa. —Me encogí de hombros, dándole un sorbo a mi vaso.
—¿Eres de Inglaterra? —preguntó Ava.
—Sí —contesté, curvando un poco los labios hacia arriba, haciendo una pequeña sonrisa—. Pero vivía en Italia.
—¿Desde siempre? —preguntó Blaise.
Estaba algo incomoda con tantas preguntas, pero no quería ser grosera y no contestar a sus dudas, al fin de al cabo, solo estaban intentando integrarme.
—No, solo he vivido allí por unos años. Siempre he vivido aquí.
—¿Y por qué nunca viniste a Hogwarts? —preguntó Ava.
—Mis padres no querían, por lo que todo me lo enseñaron ellos —respondí.
—Tiene que ser duro. Eso de no haber pisado ninguna escuela y, de repente, venir a una—se compadeció Ava.
En ese instante, Draco se levantó bruscamente de la mesa y se fué a toda prisa del comedor.
Todos nos quedamos mirando como salía por la puerta.
—¿Y qué le pasa ahora? Que rarito es —dice Ava.
—Lleva todo el día raro. ¿No lo visteis en el tren? parecía un maldito zombie —murmuró Blaise.
Ava y yo nos miramos, comenzando a reír con complicidad.
🥀
Al términar la cena, Ava y yo fuimos a nuestro cuarto, ya que, gracias a Merlín, me había tocado compartirlo con ella, pero también con una tal Pansy.
Ava me parecía una chica bastante agradable.
Su pelo era castaño y rizado. Sus ojos eran de un marrón bastante claro y tenía algunas pecas, casi invisibles, esparcidas por la cara.
—Bueno, pues aquí estamos. —Se tiró sobre una de las camas—. A ti te toca aquella. —Señaló a la que está más cerca de la puerta.
—El problema de esa es que cuando Pansy llega de madrugada, siempre se tropieza con ella.
—Está bien...
—Creo que es mejor que nos vayamos a la cama —añadió ella, y yo asentí.
Nos preparamos para dormir y, cuando ya estábamos en nuestras camas, Ava rompió el silencio.
—Ah, por cierto, mañana hay una fiesta para Slytherin.
—¿Fiesta?
—Sí, Lethe. Una fiesta —dice con una sonrisa—. ¿Vendrás?
—No sé, Ava. No me van mucho las fiestas, y no tengo nada que ponerme.
—Lethe, no seas aguafiestas ¿sí?, yo te puedo prestar algo.
Lo medité durante unos segundos, hasta que asentí con la cabeza.
—Vale, está bien. Iré —dije sin mucho entusiasmo.
🥀
Me quedé dormida más rápido de lo que pensaba; pero tal y como dijo Ava, en plena madrugada, alguien entró a la habitación y tropezó con mi cama, haciendo que yo me sobresaltara.
—¿Se puede saber qué haces, torpe? —Le di al interruptor, para encontrarme con una chica bastante guapa. Era alta, de pelo bastante corto y un fleco que tapaba sus ojos, pero a la vez enmarcaba sus ojos.
Y ahí estaba la famosa Pansy.
—¿La nueva está en nuestra habitación? —le preguntó a Ava sin dejar de mirarme con acata de asco.
—Así es —contestó sonriente—. ¿Y tú qué, Pansy?, es solo la una, ¿ya terminasteis? ¿o es que ya se cansó de ti? —Ava le sonrió burlesca, y yo no pude evitar mi risita.
—Cállate la boca, Burke —contraatacó Pansy, dirigiéndose a su cama.
Draco
Desde que Pansy se fué me sentí más aliviado. No me quería acostar con ella. Por lo menos no está noche.
Necesitaba procesar lo que estaba ocurriendo.
A la mañana siguiente, me levanté y me di una ducha. Mis músculos se tensaban bajo el agua y mi pelo mojado estaba pegado a mi cara.
Salí del baño con la toalla enrollada en mi cadera, dejando ver mi torso mojado.
Me vestí y bajé a la sala común.
Ava y Blaise estaban sentados hablando. Muy juntos, como siempre, pero nunca me meteré en su relación "amistosa"
—Hey, amigo —me llamó Blaise desde uno de los sillones.
Me acerqué a ellos y me senté.
—Oye, alvino— dijo Ava incorporándose un poco para hablarme—. Cuidado con Pansy, la dejaste furiosa anoche.
—¿De qué mierda hablas, Ava?
—¿Draco, olvidas que comparto habitación con ella?
—No. No lo olvido, pero dudo que te cuente a ti sobre su vida sexual. Te odia. —la miré con una sonrisa sarcástica que ella me devolvió.
—El sentimiento es mutuo, créeme. Lo que pasa es que ayer apareció en la habitación, con cara de pocos amigos, incluso discutió con Lethe.