Me perdí en su mirada, es que el color de sus ojos me encantaban; amaba cada pigmento que había en ellos, y es que me quedaba con la duda constante cuando me perdía en estos, si verdes o grises eran, porque el brillo nunca se escapaba de ellos, y sin esperarlo solo quería guardarlos para que nunca se me escaparán y se fueran lejos.